Este domingo se llevó a cabo la reunión número 80 de Miguel Ángel Yunes con el Grupo Coordinación Veracruz. Ochenta fines de semana en que después de cada reunión, el gobernador ofrece una conferencia de prensa donde dice cómo va Veracruz en materia de seguridad y en la generalidad de los casos ha dicho que va bien.
Este domingo no fue la excepción: “Esta ha sido una semana muy relevante, analizamos la incidencia delictiva en el periodo que comprende del 14 al 20 de julio y ha habido una baja notable en incidencia delictiva en todo el estado. Lo digo con toda precisión y con base en datos estadísticos, esta ha sido una de las mejores semanas en lo que se refiere a actividad preventiva de delito en el estado de Veracruz”, dijo.
Si la empresa Votia que ahorita debe andar sin chamba, hiciera una encuesta sobre lo que piensan los veracruzanos después de escuchar al gobernador, más que sorprender, el resultado espantaría a la encuestadora.
Y es que un comentario así es imposible de creer cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, asegura que durante el primer semestre del 2018 se cometieron en Veracruz un promedio de seis homicidios diarios.
En su último informe, el SESNSP dice que Veracruz es el séptimo estado con más homicidios dolosos al sumar 700 en el primer semestre de este año. Y en ese renglón sólo está por debajo de Baja California, Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Jalisco y Chihuahua.
Pero de acuerdo con la Fiscalía General del Estado, estos seis meses han sido menos violentos que el primer semestre del 2017 en que se registraron 750 homicidios dolosos.
Caray qué bueno; ¿eso es para presumir? ¿Cuántos millones de pesos y cuántas vidas de policías, soldados o marinos costó bajar en apenas un 7 por ciento el número de muertes violentas?
Al hacer comparativos entre 2017 y 2018 flaco favor es el que le hace la FGE al gobernador, ya que pone a competir a Yunes contra Yunes. Y es que mientras el Yunes del 2017 rebasa con mucho la cifra de ejecutados dejada por Duarte, el Yunes del 2018 derrota al Yunes del año anterior por una diferencia de cincuenta ejecutados.
Pero vamos bien dice el gobernador, a pesar de que en 2017 se duplicó el narcomenudeo en la entidad.
Según la Plataforma Infomex, de 2011 a la fecha este delito ha crecido en Veracruz, pero el año en que se incrementó exponencialmente fue en 2017 en que se contabilizaron 294 expedientes; algo nunca visto ni en los peores días del duartismo.
Durante su campaña, Yunes prometió que semana a semana daría a conocer los avances en materia de seguridad y eso es algo ha cumplido a cabalidad, aunque con resultados contraproducentes. Y es que no hay avances, sino retroceso y ejecuciones cotidianas.
¿Por qué su empeño en machacar que hay “una baja notable” en la incidencia delictiva cuando la percepción de inseguridad no ha variado un ápice desde que llegó al poder? ¿Por qué ese optimismo de los fines de semana?
Quizá porque ante el tamaño del fracaso le ha faltado humildad para decir: “Lo intenté, me esforcé, pero no pude».
Al gobernador le quedan 18 reuniones con el GCV y 18 conferencias de prensa. Ojalá deje de lado estas últimas, nadie se lo reprochará porque salen sobrando.