Una cría de serpiente que salió del huevo hace 99 millones de años fue descubierta por un grupo de científicos que trabajan en el sitio de Angbamo en la provincia de Kachin de Myanmar, en Asia. Los restos de la cría estaban al interior de una pieza de ambar, informó el portal Live Science.
La nueva especie recibió el nombre científico de Xiaophis myanmarensis. Además, este hallazgo es extraordinario porque es la primera vez que encuentra el fósil de una serpiente tan joven. El ejemplar mide 5 centímetros.
¿Qué nos demuestra el descubrimiento de la serpiente?
Existen más de 2 mil especies de serpientes en el mundo, y se pueden encontrar en todos los continentes excepto en la Antártida. Estos reptiles surgieron por primera vez durante el período Cretácico, y perdieron poco tiempo deslizándose a casi todas las partes del planeta hace unos 99 millones de años.
El hallazgo, publicado en Science Advances, demostró que las serpientes primitivas se extendieron por pantanos y costas marinas, antes de encontrar su camino en entornos boscosos. Además, estos reptiles tenían un parecido similar con las que viven en la actualidad: un caso clásico de evolución.
Dos fósiles en una misma gota de ámbar
De acuerdo con el estudio, el trozo de ámbar contenía dos fósiles. La segunda serpiente fosilizada, también conservada en ámbar, solo consistía en trozos de escamas y piel, pero estos restos eran claramente de apariencia de serpiente.
Durante la investigación, liderada por Lida Xing de la Universidad de Geociencias de China y Michael Caldwell de la Universidad de Alberta, se utilizó una técnica llamada tomografía computarizada de rayos X sincrotrón, la cual permitió a los investigadores observar de cerca los diminutos especímenes dentro del ámbar sin tener que separarlos.
El segundo fósil, denominado DIP-V-15104, contiene la piel de una especie un poco más grande, que presenta patrones oscuros y claros. Aunque el fragmento tiene un mejor tamaño, los científicos no han podido determinar con certeza si pertenece a la misma especie que la cría.
Por su parte, el coautor del estudio, Michael Caldwell, profesor del departamento de ciencias biológicas de la Universidad de Alberta, en Canadá, comentó:
“El ámbar recolecta todo lo que toca, más o menos como un pegamento, y luego lo conserva durante cien millones de años”, dijo el científico. “Cuando atrapó a la serpiente bebé, atrapó también el suelo del bosque, con sus insectos, plantas y excrementos de insectos, por lo que está claro que la serpiente vivía en un bosque“.
La pieza de ámbar era originalmente de propiedad privada, pero fue donada al museo del Instituto de Paleontología Dexu, cerca de Pekín, donde los investigadores realizan sus investigaciones.
Con información de Muy Interesante