No me crean, es solo mi apreciación, pero todo parece indicar que el único que ha tomado con dignidad la derrota electoral del pasado 1 de julio ha sido justamente el más afectado, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien con sus números sintió muy cerca la victoria. Hasta el momento se ha mantenido al margen de la vida pública, sin decir tonterías (los comentarios clasistas y racistas de su esposa no deben atribuírsele) y sin irse a refugiar lejos de donde debe.
Y lo digo porque, pese a haber obtenido (trampas y chanchuyos de por medio) una excelente cosecha de sufragios, que constituyen para cualquier mortal dedicado a esa carrera un enorme capital político, que a él le significaría el inicio de una carrera propia para futuras confrontaciones, el patriarca del grupo se ha dedicado en los últimos días a dilapidarlo, destruirlo, echarlo por la borda, profundizando aún más no solo el rechazo de quienes votaron por otras opciones, sino incluso el de sus propios correligionarios que no ven la hora de que los Yunes del estero se despidan y regresen a sus no tan humildes mansiones.
Tampoco ha podido digerir la derrota el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, quien de no ser porque este jueves su padre encabezó en la ciudad que gobierna el inicio del Operativo Vacacional de Verano 2018, seguiría desaparecido, pese a la Alerta Amber que lanzaron los porteños. El exsenador que se hacía en 2024 con la candidatura para suceder a su hermano Miguel Ángel en la gubernatura de plano operaba vía WhastApp, mecanismo mediante el cual se comunicaba con el síndico, regidores y directores municipales, porque al parecer le dio fuerte la depresión. Casi 20 días desaparecido, aunque la quincena le llegará completa.
Profundiza Yunes la confrontación
El desalojo violento de empresarios que buscaban reunirse con el gobernador Miguel Yunes Linares, a quienes hace más de 18 meses no les responde a sus demandas de pago de deudas atribuibles a la institución que él dice representar, fue el desenlace ideado por un personaje violento, autoritario e, incluso, acorralado, que ha perdido la iniciativa de la que tanto se jactó la mayor parte de su brevísima gestión, y que ahora no tiene sosiego donde quiera que se planta, así sea pidiendo fiada o de gorra una boleada de sus zapatos en el Parque Juárez, hasta donde le llegan los odiosos periodistas a cuestionarlo sobre sus obligaciones.
Su reacción posterior, la de utilizar su oficina de venganzas personales, hoy denominada Fiscalía General del Estado, para arremeter contra Alejandro Cossío, citándolo a comparecer ante uno de los fiscales de Jorge Winckler (quien tiene el mérito de ser señalado como titular de una de las peores procuradurías del país), y la de acusar a otro de los empresarios, Jesús Castañeda Nevárez, de ser cómplice del actual diputado federal Edgar Spinosso, cuando fungía como Oficial Mayor de la SEV, puso en evidencia su visceralidad, justo cuando hay el antecedente de su hijo, el que perdió la elección, cuando tomó el Palacio de Gobierno hace dos años, violentando el estado de Derecho, solo porque se les quemaban las habas por gobernar un estado al que han dejado igual o peor que Javier Duarte.
Para todos los panistas ha quedado claro que Miguel Ángel Yunes Linares los llevó a una situación muy vulnerable políticamente en Veracruz. No solo perdieron una gubernatura que en 2016 obtuvieron tras 80 años de priismo y que el primero de diciembre entregarán a Morena, sino que perdieron la mayoría en el Congreso local, lo que dejará a quienes repitan, en particular el diputado Sergio Hernández Hernández (quien se mantendrá en el puesto por llegar vía lista plurinominal, luego de perder la elección), en una situación verdaderamente comprometida.
Las benditas redes sociales
Distinciones para ordenar un poco la discusión:
-Austeridad no es sinónimo de eficiencia.
-Descentralización no es sinónimo de desarrollo.
-Que suene bien no es sinónimo de que sea bueno.
-Criticar no es sinónimo de estar en contra.
¿Fiscal carnal para blindar al que se va?
De entrada, la última maniobra yunista en el Congreso local, la de imponer un “Fiscal carnal” Anticorrupción y 12 magistrados del Tribunal Superior de Justicia, empieza a tomar visos de escándalo, con la denuncia de que se ofrecían hasta cinco millones de pesos a diputados de diversos partidos (los del PRI, por cierto, han jugado el papel más vergonzoso) para lograr la hazaña que el propio Yunes le dinamitó a su corrupto antecesor: blindar sus espaldas para evitar la mano de la justicia ante posible daño patrimonial.
Yunes Linares ha insistido en que su gestión es clara y limpia, y la declaración puede ser tomada como se quiera, sin embargo, la insistencia en usar los últimos días de una Legislatura a modo, con mayoría, para hacer lo que no le permitieron a Duarte, no hace sino profundizar las dudas sobre la pulcritud con que se han manejado los fondos públicos, sobre todo cuando hay la apreciación de que se destinaron millonarios recursos a la campaña del pretendido heredero de la corona.
Y es que es muy posible que la cosa se le complique al gobernador, quien respondió muy molesto tachando de ignorantes a quienes lo acusaron de querer imponer a un fiscal anticorrupción a modo cuando ya está punto de elevar el vuelo, argumentando que esto no lo decide él (formalmente) sino mediante una terna propuesta por los diputados (su mayoría), lo que no le impidió hace dos años propugnar la misma ignorante demanda a los diputados priistas que estaban siendo obligados a tenderle al ladrón Javier Duarte una verdadera cortina de hierro para ocultar sus trapacerías.
Y no le será fácil porque este jueves dos miembros de la bancada panista la habrían abandonado, aunque uno chaqueteó al final, lo que significa dos votos indispensables para decidir lo que quiere. En efecto, aunque no saldrán de las filas del PAN, tanto la diputada Cinthya Lobato Calderón (quien hace tiempo abandonó el antecedente del actual Movimiento Ciudadano para integrarse a las filas blanquiazules) como el diputado Sebastián Reyes Arellano, quien llegó gracias a las siglas de Morena pero al mes ya estaba pidiendo asilo en el PAN y su bancada para evitar que le descontaran la mitad para la campaña de AMLO, han pedido que si Sergio Hernández sabe contar, no cuente con ellos.
El único voto que hubiera podido perder era el de Sebastián Reyes, quien ha sido más panista que Pepe Mancha; hay que recordar su estúpida conferencia de prensa tratando de halagar al amo, cuando dijo que la percepción de violencia en la entidad no estaba fundamentada en la realidad sino en mentiras de la prensa veracruzana. Finalmente, ese voto no lo perderá. La maniobra de este diputado sureño parece que tenía que ver con que a él, por tenerlo seguro, no le habían ofrecido los cinco millones de los que habló la diputada morenista Guadalupe Osorno Maldonado, que eran repartidos a cambio del voto.
Y digo que iba a ser el único menos, porque el de Cinthya hace tiempo que no lo tenía el todavía presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Sergio Hernández, para aprobar todo lo que le ordenan desde Palacio de Gobierno. La mañana de este jueves se manejaba la posibilidad de que el PAN perdiera la titularidad de la Jucopo tras la salida de estos dos diputados, pero rápidamente se movieron y lograron, uno, que el distinguido Sebastián Reyes se echara para atrás, y dos, que la diputada perredista por Zongolica, Dulce María García López, se pasara a la bancada del PAN, al fin que son lo mismo.
Leno Rosales le da la espalda a sus paisanos
Vaya decepción se están llevando todos los seguidores, amigos y hasta familiares del diputado electo por el distrito XVII de Medellín de Bravo, José Magdaleno Rosales Torres, según versiones de quienes lo acompañaron antes y durante su campaña. Y es que incluso sus más allegados reconocen que además de hacer fraude con una campaña anticipada, ha engañado a la gente con la supuesta existencia de “comités de protagonistas del cambio”
¿Qué ha hecho este personaje que aún no toma protesta como diputado local y sus seguidores ya alertan a quienes votaron por él en las comunidades que tengan cuidado porque es una persona traicionera y sin palabra? Sus excompañeros de campaña dicen que Leno Rosales les ha dado la espalda y solo los utilizó para llevarlo a la legislatura; hoy en día realiza actividades por su propia cuenta donde organiza comidas, bailes y eventos, a los que invita a personas que jamás apostaron un peso por su campaña.
Le recuerdan aquellos días cuando obligaba a su equipo de trabajo a comer en las calles y en el piso a base de sus propias cooperaciones, y les decía que una vez en el cargo ayudaría a quienes andaban a su lado. Hoy, dicen, Leno los ha olvidado. Asiste a festejos en poblaciones donde lo halagan con festines, pero olvida llevar a quienes se partieron el lomo para que su candidatura triunfara.
Este jueves, el diputado electo sostendría una reunión con otros diputados electos en el puerto de Veracruz, un evento privado en que buscaría crear un grupo de choque contra sus demás compañeros para sacar ganancias en la próxima legislatura. El próximo sábado realizará una convivencia dónde se habla de que matarán seis vacas para festejarlo y sin invitar a su equipo que lo llevo al triunfo.
José Magdaleno Rosales ya perdió el piso antes de tomar posesión. Los integrantes de su mismo equipo de campaña hacen un llamado a Cuitláhuac García, gobernador electo, para que le ponga el ojo en el Congreso.
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