Los primeros popotes hechos de plástico se deben a los hermanos Betty y Joseph Friedman (1900-1982), dueños de una compañía dedicada a elaborar medicinas. Su primera venta fue a un sanatorio californiano, donde lo habitual era utilizar tubos de vidrio para que los pacientes sorbieran los líquidos.

Estos cilindros alargados nos han ayudado a beber durante muchos años, pero la realidad es que su uso está causando graves daños al medio ambiente. La contaminación plástica es un problema que debemos comenzar a eliminar de nuestros ecosistemas y océanos, pues muchos animales los confunden con comida, lo que puede hacer que se enfermen e incluso mueran.

Uso de los popotes en México

En México, el 95 % de los popotes no se reciclan. Se usan alrededor de 17 mil al día en 12 estados del país. 6 % de toda la basura que se genera en Quintana Roo son popotes. Un millón de aves marinas y 100 mil mamíferos y tortugas mueren al año por ingesta de plásticos.

Según el estudio “La economía del plástico”, publicado por el Foro Económico Mundial, se estima que para el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar.

La Semarnat calcula que una persona usa alrededor de 38 mil unidades a lo largo de su vida y la mayoría de éstos terminan en rellenos sanitarios o causando contaminación en suelos, ríos y mares.

Como una posible solución, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a las entidades difundir campañas que ayuden a crear conciencia entre la población para que se elimine el uso de los popotes. Destacaron las peticiones para reducir el uso de agua embotellada y reforzar las medidas para combatir el tráfico de especies exóticas, de acuerdo a un comunicado del Senado de la República.

Con información de Muy Interesante