En reiteradas ocasiones se han registrado quejas de Morena y del PRI sobre presuntos actos de intimidación, violencia política de la que habrían sido víctimas militantes, dirigentes y hasta candidatos.
El más reciente ocurrió en la zona norte del estado.
Por la madrugada de este domingo apareció un cartel afuera del domicilio de Octavia Ortega Arteaga, quien será la candidata del PRI a la diputación local por el distrito de Pánuco.
El mensaje resulta escalofriante, por el hecho de que junto a éste se encontraba una mano humana.
“Este es un mensaje para que reportes con quien debas reportarte, deja de andar regando diner (sic) por donde quiera, o te reportas o te olvidas de tu campaña. Tu gente de seguridad no te hará el paro cuando vayamos por ti. El que avisa no es traidor”, decía el cartel en color verde que fue colocado afuera de la casa de Tava Ortega, ex diputada local.
Ese es el más reciente caso de intimidación contra actores políticos.
En el PRI, decía, las quejas han sido recurrentes: el pasado 16 de marzo, los priistas denunciaron agresiones contra promotores del voto que realizaban trabajo partidista en los municipios de Camarón de Tejeda y Sayula de Alemán, donde se llevaba a efecto el proceso local extraordinario para elegir autoridades municipales.
Igual ocurrió en el municipio de Emiliano Zapata, donde el 18 de marzo elementos de la Secretaría de Seguridad Pública habrían detenido y trasladado al cuartel de San José a un grupo de priistas que pretendía documentar un acto irregular, relacionado con el reparto de despensas.
El viernes 13 hubo quejas por un presunto caso de hostigamiento, también contra priistas, en el municipio de Coxquihui; y cuatro días después, el 17 de ese mismo mes, se reportó un atentado contra el regidor sexto del ayuntamiento de Pánuco, Eslim Mujadí Romero Olguín.
Otra queja se registró en 28 de abril, la relacionada con el secuestro del precandidato a diputado local por Acayucan, Lázaro Mendoza Méndez, quien fue liberado posteriormente por elementos de la Policía Federal.
Por esos hechos, el PRI ha sido insistente en la necesidad de la llegada de tropas federales para el cuidado del proceso electoral y sobre todo para evitar más actos de intimidación.
El tema más reciente fue el mensaje a Tava Ortega, que ha encendido los focos rojos en la elección veracruzana.
El PRI sale del letargo
El PRI en Veracruz parece haber pasado del estado de coma, a una resurrección en términos político-electorales, que no ha sido fortuita, sino trabajada desde adentro, con cambios y reagrupamientos que han incluido hasta la salida de conspicuos operadores políticos que han vendido caro su amor a otras fuerzas políticas en búsqueda de su propia salvación.
El resultado de ese trabajo de reorganización interna es una interesante capacidad de resistencia que configura una nueva estructura priista operada por personas comprometidas con la causa y con el hombre que hoy aglutina al priismo veracruzano, Pepe Yunes Zorrilla, candidato a la gubernatura por la coalición “Por un Veracruz Mejor”.
Las cosas han empezado a mejorar para la prospectiva priista.
Por otro lado, el discurso del candidato y de los líderes del partido, como Américo Zúñiga, han sido bien asimilados por los potenciales votantes.
El domingo, en Acayucan, el recién ungido dirigente nacional del PRI, René Juárez Cisneros, acompañó a Pepe Yunes, y se confirmó que el PRI en Veracruz está de vuelta.
En el priismo hay un buen ánimo, aunque no se sabe si en ese partido están a tiempo, dado que todas las encuestas indican un tercer lugar; el siguiente mes será, nos dicen, determinante para el proyecto de Yunes Zorrilla.
Por cierto, en el PRI comienzan a retomar el color rojo que por años caracterizó al partido. @luisromero85