Para nadie es un secreto que el Organismo Público Local Electoral (OPLE), que organiza la elecciones en Veracruz, está compuesto por un grupito de incondicionales de Gabriel Deantes Ramos, quien lo puso a disposición del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para el manejo de los procesos electorales, a cambio de impunidad, de que no lo procesara por los saqueos en que incurrió durante el duartismo a las arcas públicas. Yunes Linares ya probó la eficiencia del OPLE que le regaló Deantes en las pasadas elecciones municipales y ahora se dispone a manipularlo en otras más importantes, las que tendrán lugar el primero de julio en la que se elegirá nuevo gobernador del estado, y él quiere imponer a su hijo. El único inconveniente que podría tener es el representante del PRI en el OPLE, que en este caso es el diputado federal Marco Antonio Aguilar Yunes, exfuncionario en el gobierno de Javier Duarte a quien el gobernante apretó para que obedeciera sus instrucciones, por la que todas las quejas que ha interpuesto el PRI en contra de la coalición PAN-PRD-MC por la comisión de presuntos delitos electorales, Marco no las ha apoyado. Y cuando el PRI y su candidato Pepe Yunes intentaron cambiarlo, Yunes Linares recurrió a la bancada priista en el Congreso Federal, que preside Erick Lagos Hernández, obligándolos a oponerse ante el CEN del PRI al relevo de Marco Antonio Aguilar Yunes. El gobernador no quiere perder una sola canica.