Mario tuvo que esperar más de 6 horas para obtener un documento en el ministerio público que diera constancia del robo de su vehículo, pero además dio dinero al abogado para los sobornos, y que el documento se generara «rápido».
La práctica es común, afirma Víctor Andrade Guevara, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), quien durante un año hizo trabajo de campo en los juzgados y ministerios públicos de Xalapa, Veracruz y Orizaba para documentar su funcionamiento.
En la presentación del libro “La cultura de la legalidad y el acceso a la justicia en Veracruz, en la feria Internacional del Libro Universitario (UV), dijo que el dinero se da a los abogados para que a su vez lo repartan entre el personal como secretarios de mesa y se agilicen los documentos.
También documentó que agentes ministeriales acumulaban órdenes de aprehensión para cobrar por ellas a los que iban a ser detenidos.
El académico señala que basta ir unas horas a un ministerio, para darse cuenta del mal funcionamiento, de que las oficinas están en malas condiciones y parecen un mercado y no una oficia de justicia.
En las mesas de los ministerios y juzgados se dirimen asuntos familiares, como pensión alimenticia, además de robos, violencia, pago de deudas y demás, donde los denunciantes deben esperar largas horas para ser atendidos.
Lo peor dice es que los secretarios de las mesas de los ministerios públicos son quieres también incitan a las víctimas a no denunciar, “ Vi casos de asesinatos donde les pedían no abrir expediente, o el caso de la esposa de un migrante centroamericano desaparecido, de plano no la dejaron presentar la denuncia”, relata.
A su consideración el sistema de justicia en Veracruz, revela la falta de operatividad, negligencia, falta de recursos, y una debilidad en sus principales instituciones judiciales, lo que deriva en impunidad de los delitos.
Reconoció que aun cuando hay avances con la implementación del nuevo sistema de justicia penal, este es muy lento, y tendrán que pasar años antes de ver un resultado concreto.
Sistema de justicia débil es un resultado deliberado
Por su parte, el también investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV, Alberto Olvera, advierte el estado ha creado condiciones para un sistema judicial débil de forma deliberada “ Es intrínseco, un gobierno autoritario necesita un sistema de justicia políticamente controlado, un sistema débil, que no lo moleste y garantice impunidad”.
Al presentar el libro del Víctor Andrade, afirmó que el sistema de justicia mexicana es un sistema de extracción de rentas, de re victimización y un mercado abierto al que tenga más dinero, “ lo que determina si hay o no justicia es quien tenga más dinero”.
Afirmó que el sistema de justicia profundiza las desigualdades económicas, culturales, y profundiza la injusticia de los más pobres.
“ El problema de la justicia no se limita a los feminicidios ni los homicidios, en los ministerios y juzgados se resuelven temas de créditos, pensiones, violencia intrafamiliar, amenazas en la calle, y lo que se vive es un acto de impunidad cotidiana”, opinó.
Flavia Morales/Avc