El 4 de marzo del 2016 el entonces candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, se comprometió a recuperar la seguridad para los veracruzanos en seis meses, si el voto lo llevaba a la gubernatura.

De gira por Coatzacoalcos, presentó un decálogo de acciones para enfrentar la inseguridad y la violencia que para ese entonces eran algo nunca visto en Veracruz.

Entre sus propuestas destacaba la creación de una nueva Policía Estatal que sería capacitada y sometida “permanentemente” a exámenes de control de confianza. “Sus elementos serán bien remunerados, contarán con seguridad social y sistemas de protección para sus hijos”.

También prometió que designaría como secretario de Seguridad Pública a un militar de alto rango a fin de que pudiera coordinar eficientemente las tareas de la Policía Estatal con las fuerzas federales.

“Se aplicarán las tecnologías más avanzadas para combatir a los delincuentes. Usaremos satélites, drones y sistemas de video. Habrá mano dura contra los maleantes, los trataré como lo que son; como enemigos de los veracruzanos. Se vigilará a los delincuentes y no a los ciudadanos”, dijo en aquella ocasión.

Y por último remató: “No le temo a los criminales”.

Ante promesas tan sugerentes, fue hasta obvio que más de 790 mil veracruzanos le dieran el voto que lo llevó a la gubernatura. Pero 17 meses después… ay Dios mío.

Yunes Linares no ha cumplido casi nada de lo que prometió.

Pero el punto medular es que la inseguridad y la violencia han aumentado a niveles (ahora sí) nunca vistos en la entidad. En esta administración Veracruz ocupa lugares sobresalientes en feminicidios, secuestros, robos y ejecuciones; muy por encima de los números rojos que dejó la administración de Duarte, lo que ya era un escándalo.

Por mucho que diga lo contrario, Yunes Linares ha sido incapaz de someter a las bandas delincuenciales.

Este lunes su hijo el candidato, presentó sus propuestas en materia de seguridad entre las que destacan modernizar la tecnología y equipamiento policiaco para la prevención y el combate al crimen; mantener en Veracruz a las fuerzas armadas; un presupuesto de mil millones de pesos para la SSP en su primer año de gobierno y arrendar patrullas en lugar de comprarlas.

La cereza en el pastel de sus propuestas, fue anunciar la contratación del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien lo asesorará en materia de seguridad. “Él es el alcalde que logró que Nueva York, que era una ciudad con una violencia e inseguridad terrible en los años 90, sea el día de hoy una de las ciudades más seguras del mundo” dijo el candidato y es cierto.

Pero lo que quizá no sepa es que el señor Giuliani ya estuvo en México contratado por Andrés Manuel López Obrador para combatir la inseguridad en el entonces DF y no pudo. Don Rudolph se paseó por Tepito y la Bondojo, cobró un dineral, se fue y desde entonces la CDMX comenzó a padecer de la violencia que la agobia.

No es que el señor sea un incapaz. En efecto pudo con la inseguridad en Nueva York, pero utilizar esa fórmula en Veracruz no dará resultado como no lo dio en la CDMX.

Rudolph Giuliani tiene un esquema que se basa sustantivamente en la cooperación policiaca. Es decir, en policías bien preparados, bien pagados (y por lo tanto insobornables) y con seguridad social para ellos y sus familias. Y aquí en Veracruz ¿qué policía cuenta con esos beneficios?

Salvo tu mejor opinión, lector, pienso que las propuestas de Yunes Márquez son como las del gobernador al que le gustaba mucho hablar para la foto cuando fue candidato.

Con honestidad ¿qué tanto de verdad tiene su plan de seguridad?

¿No será acaso que está prometiendo todo eso con el único propósito de agenciarse votos, llegar a la gubernatura y una vez ahí pitorrearse de la buena fe de los veracruzanos, como lo ha hecho su papá?

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