El secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, está utilizando el tramo en Medio Oriente de su primer viaje al extranjero en el puesto para exhortar a una acción internacional conjunta de castigo a Irán por sus programas de misiles.
Exhortó también a Arabia Saudita y a sus vecinos a que solucionen una disputa con Qatar, que según funcionarios estadunidenses Irán está aprovechando para impulsar su influencia en la región, incluidos Yemen y Siria.
Pompeo se reunió el domingo con el rey saudí Salman, cuyo país, junto con Bahrein, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, está enfrascado en una disputa con Qatar que ha menguado la unidad árabe en el Golfo Pérsico y ha frustrado a Estados Unidos en su intento por contrarrestar la creciente influencia iraní.
Pompeo, ex director de la CIA, había llegado a Riad un día antes, poco después de que rebeldes hutis proiraníes en Yemen dispararon misiles contra la ciudad saudí Jizan, matando a una persona y subrayando lo que expertos consideran una incipiente amenaza iraní.
Funcionarios estadunidenses que viajaban con Pompeo acusaron a Irán de suministrar los misiles a los rebeldes en Yemen, y aseguraron que ello demuestra la importancia de las gestiones del gobierno de Donald Trump de contrarrestar la influencia iraní en la región. Irán es además uno de los más acérrimos aliados del presidente sirio Bashar Assad.
“Irán está desestabilizando a toda la región”, expresó Pompeo a periodistas, acompañado del canciller saudí Adel al-Jubeir.
Aunque no mencionó explícitamente a Qatar, manifestó que la unidad entre los países del Golfo Pérsico “es esencial”.
Pompeo aseguró que Estados Unidos trabajará con sus socios europeos para «readecuar» el acuerdo nuclear y manifestó que, «si no es posible» alcanzar un nuevo pacto, el Gobierno del presidente Donald Trump, se retirará del mismo.
Trump planea anunciar si sigue en el acuerdo antes del 12 de mayo, fecha en la que tiene que informar al Congreso estadounidense sobre el grado de cumplimiento del pacto nuclear que Irán suscribió con Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania, además de Estados Unidos.
El presidente estadunidense se ha mostrado siempre muy crítico con el texto firmado por Obama, especialmente porque no regula el uso de misiles balísticos por parte de Teherán.
Al contrario que la Administración anterior, no descuidaremos el apoyo al terrorismo de amplio alcance de Irán. Es de hecho el mayor sostén del terrorismo en el mundo. Y estamos decididos a asegurar que nunca posea un arma nuclear», manifestó Pompeo.
En el mismo acto, el ministro saudí reclamó que se impongan más sanciones a Irán «por su apoyo al terrorismo» y que se intensifique la inspección de las instalaciones nucleares iraníes.
Al-Jubeir afirmó que Arabia Saudita «apoya la visión» del presidente Trump en relación a Irán y aseguró que ambos países «coinciden» en sus puntos de vista en relación a la solución al problema iraní.
El pasado miércoles el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró, después de reunirse con Trump en Washington, que cree que Estados Unidos romperá el acuerdo nuclear «por razones internas».
Pompeo luego llegó a Israel donde se reunirá con el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien lo calificó de “verdadero amigo” de Israel. Netanyahu dijo que el diálogo se centrará en “la creciente agresión iraní” en la región.
Con información de EFE