A través de una publicidad “engañosa” y “falsedad de datos”, mujeres de escasos recursos y bajo nivel de estudios, adquieren créditos grupales o solidarios por la cantidad de cinco mil pesos, pero que ante el desconocimiento de cómo operan las instituciones financieras, se les hace una deuda de hasta 50 mil pesos, informó la representante legal del Barzón Fuerza Civil del Estado de Veracruz, Teresa Carbajal Vázquez.

Expuso que en Veracruz ha crecido la presencia de instituciones prestadoras de dinero, que ofrecen los llamados “Créditos Solidarios o Grupales” los cuales consisten en formar un grupo de diez personas y a cada una se le da un crédito de cinco mil pesos, pero si la mitad de ellas, no pudieron pagar su cuenta, las otras cinco, serán responsables de pagar la deuda y los intereses.

Estos créditos grupales o solidarios han llevado a las mujeres a tener demandas ante los Tribunales y la reacción de ellas es acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), instancia incompetente para resolver la problemática, pero tampoco se les orienta a donde ir.

“Normalmente el mercado de estas financieras son mujeres de bajos recursos, de escaso nivel educativo que no les permite pedir ayuda, ellas se empeñan, comprometen su vida, su libertad, son víctimas de violencia, con tal de cubrir estos pagos, queda muy lejos del sueño y se convierte en pesadilla, tratando de buscar un futuro mejor” afirmó.

“Hemos notado la proliferación que se da en la ciudad de todas las financieras que ofrecen crédito a mujeres y la publicidad es para mujeres emprendedoras, engañosa, cómo ayudarles a construir sus sueños, iniciar un negocio, aunado a las causas que llevan a las mujeres a solicitar este tipo de créditos” dijo.

Las mujeres con el objetivo de montar un negocio, dar a apoyo a la familia, tener mejores condiciones de vida, son “enganchadas” por los créditos grupales, mecanismos en los que ellas en la mayoría de los casos pierden, mientras que las financieras no arriesgan en nada su capital.

Explicó que las mujeres desconocen el significado de garantía solidaria y consiste en que después de participar diez mujeres en la obtención de un crédito, si cinco de ellas no pagan y cinco si, ese incumplimiento de la mitad que no pagaron, será cargado al resto de ellas.

“Quiere decir que en la práctica cuando una mujer solicita una cantidad de cinco mil pesos para comprar zapatos y venderlos termina adquiriendo deudas de hasta 30 mil o 50 mil pesos precisamente por la necesidad de tener que pagar, lo que otras personas que integraban ese grupo dejaron de cumplir” afirmó.

Entre las malas prácticas de esas casas de préstamos solidarios, está la participación de los empleados “operarios” que por colocar créditos y ganar una comisión mayor a manera de hacer crecer su salario, llenan las solicitudes de créditos con datos falsos de las mujeres.

“Los operarios o quienes concursan por metas para poder tener un buen número de productos colocados de créditos entre mujeres como la capacidad de ingresos o de pagos, las llevan muchas a falsear sobre sus datos como la capacidad de ingresos y de pagos, y al no explicarles como son los créditos” expuso Carbajal Vázquez.

Verónica Huerta/Avc