Coatzacoalcos, Ver.- Familiares y amigos recordaron a algunas de las víctimas de la explosión en la planta Clorados III, ocurrida hace dos años en el interior del complejo petroquímico Pajaritos.
A 24 meses de los hechos, los porteños llevaron ofrendas a las tumbas de los fallecidos, entre ellos Fredy Sánchez Lara.
“Él no perdió la vida sin querer, perdió la vida dándola a otras personas y eso es un orgullo que nadie nos va a quitar y con el que han crecido mis hijos”, expresó su viuda, Georgina Burelo Rueda.
Junto al epitafio de Fredy, la dama agradeció la presencia de sus compañeros del heroico cuerpo de bomberos de Coatzacoalcos, pues antes de laborar en el departamento contra-incendio de una empresa contratista, su marido pertenecía a los llamados traga-humo.
“Fredy no ha muerto, no va a morir nunca, los héroes sí existen y son de verdad, aquí tenemos el ejemplo de uno.
No ha muerto y no va a morir porque ahí están sus hijos, cada uno de nosotros lo llevamos en el corazón y en la mente, cada uno de nosotros tenemos un pedacito, un recuerdo de él”, manifestó.
Su hijo Fredy sigue los pasos de su padre. A sus escasos 15 años de edad, el joven labora como bombero en la Dirección Municipal de Protección Civil.
“El hecho de ir a servicio es ayudar gente, he ido a incendios y enjambres de abejas, poco a poco. Quiero ser doctor, prepararme con cursos”, manifestó el joven.
Los elementos del cuerpo de bomberos hicieron lo propio y montaron una guardia de honor.
Armando Ramos/Avc