Luego de los hechos violentos en el Penal de La Toma, en Amatlán, que arrojaron un saldo de ocho personas fallecidas y más de 70 lesionados, acontecimientos que merecieron la condena de la ONU a través de la oficina contra la Droga y el Delito (UNODC) así como de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ONU-DH), no haría mal el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en mirar al Penal de Pacho Viejo, en donde se acumulan quejas y denuncias por presuntos abusos del director Gabriel Jiménez Ramírez.
En este espacio y en muchos otros se han reseñado los gustos y aficiones de quien fuera subdirector del Penal Neza-Bordo, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, y a quien se le recuerda por aquel famoso motín e intento de fuga el 17 de enero de 2008 en el que participaron 700 internos que tomaron de rehenes a 16 custodios, a uno de los cuales desollaron, y mereció la intervención de más de 2 mil policías para darle control y solución.
Gabriel Jiménez, quien hizo migas con Arturo Bermúdez Zurita, como aquí lo comentamos, para darle facilidades con la telefonía y otros favores, ahora ha generado molestia entre los internos porque los obliga a comprar en una tienda que curiosamente él le habría instalado a una interna, de nombre Liliana Guzmán Alarcón, a quien al parecer está muy interesado en ayudar.
No se critica, dicen los internos, la posible relación sentimental que pudieran tener y el interés legítimo de querer ayudar, como buen samaritano, a una mujer desprotegida, se lamenta la presión o coacción para la compra de todos los productos al mismo proveedor.
Con la misma nobleza, quizá, añaden, debió actuar con el peluquero del penal, un pobre hombre que sufrió la terrible desgracia de la muerte de su hijo y a quien no le permitió salir al velorio ni al entierro.
—¿A qué quieres ir?, le dijo. —¿Apoco lo vas a revivir?
Así se las gasta Gabriel Jiménez; ojalá no se tenga que lamentar su permanencia al frente de dicho penal.
Yunes y Julen, de las gestiones a los espectaculares
José Francisco Yunes Zorrilla es, quizá, el senador que más recursos ha gestionado de la federación para Veracruz en toda la historia.
Si bien, como se sabe, no es obligación estricta de un legislador bajar recursos para sus representados —en ese principio legal se escuda Cuitláhuac García cuando le preguntan del por qué no bajó un solo peso para Xalapa cuando fue diputado federal por esta demarcación— se ha vuelto práctica común que los senadores o diputados volteen a ver las muchas necesidades de sus representados y no solo se dediquen a beneficiarlos con leyes justas.
Pepe Yunes, siendo senador, se aplicó en ello durante casi cuatro años y lo hizo bien, tanto para obras de infraestructura social y carretera como para proyectos productivos.
Quizá ese activo no lo han sabido vender bien sus promotores, pero se ha tratado de hacer eco de esos beneficios.
El comentario viene a colación porque un Secretario de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) que ejerció el cargo durante poco más de un año en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares y ejerció muchos de los recursos que seguramente aterrizó Pepe Yunes a Veracruz, ahora promueve con espectaculares por todo el territorio veracruzano obras y acciones de infraestructura que realizó.
En un recorrido realizado a la zona norte, pudimos constatar al menos 20 espectaculares de Julen Rementería en las carreteras.
El candidato, el único que parece estar en campaña, presume obras en carreteras destrozadas y otras que están en proceso o que ya fueron entregadas.
El panista ha sabido capitalizar lo que ha hecho, ganando el espectro mediático y posicionando su persona en el imaginario colectivo. @luisromero85