Los veracruzanos ya nos acostumbramos a escuchar, en voz del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, las mentiras que nos receta cada domingo al término de su reunión dominical sobre seguridad: esta semana bajó sensiblemente la inseguridad, resultado de los operativos que hemos instrumentado y de las acciones coordinadas del Ejército, la Marina y la Policía Estatal. Detrás de esas declaraciones hay montones de cadáveres regados a lo largo y ancho del territorio veracruzano, despedazados, ejecutados; de veracruzanos privados de su libertad o desaparecidos, de enfrentamientos trágicos entre miembros de bandas delictivas con saldo de civiles muertos, periodistas asesinados y todo un infierno. A los desmentidos que los medios hacen sobre las mentiras que dice el gobernante, él responde que se trata de ataques políticos de sus adversarios, de medios que quieren convenios y no se los dan y reta a los ciudadanos afectados por la delincuencia a que denuncien ante el Ministerio Público todo acto que se cometa en su contra, algo que obviamente jamás sucederá pues la delincuencia o está coludida con las autoridades y no les hacen nada o dejan amenazadas de muerte a sus víctimas para que no los denuncian, con lo que logran con facilidad que los ciudadanos prefieran callar que denunciar. Pero el secretario general de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Lázaro Medina Barragán, acaba de afirmar, contra los dichos del mentiroso gobernador, que los casos de “levantones”, secuestros y robos a docentes en el estado no han disminuido. “Los levantan, los asaltan, les roban sus automóviles y les hacen cosas como a cualquier elemento de la sociedad. No tenemos un reporte específico porque hay quienes no se atreven a denunciar”. Así o más claro señor gobernador.