Veracruz, Ver.- Wilfrido Justiniano García, originario de la costa de Oaxaca, fue tripulante voluntario del buque Logos Hope durante cuatro años, tiempo que le permitió participar en orfanatos para refugiados en países como Alemania, Dinamarca y Suecia y en campos para refugiados en Ghana.
Wilfrido fue aceptado como voluntario del buque Logos Hope a la edad de 30 años en el 2007, año en el cual se trasladó a Alemania para recibir el entrenamiento necesario que le permitiera posteriormente formar parte de la tripulación y participar en las misiones de ayuda humanitaria alrededor del mundo.
El voluntario resaltó que colaboró en países africanos en guerra civil, donde pudo constatar sus consecuencias de los enfrentamientos; de igual forma, participó en territorios con poblaciones infectadas con VIH y donde se carece de clínicas para atender los casos.
Recordó que decidió participar en las misiones del Logos Hope porque con anterioridad colaboró en proyectos con la Unicef, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para beneficio de comunidades oaxaqueñas.
“Fue duro, pero también motivante y satisfactorio para poder ayudar a esa región del mundo que realmente lo necesita”, subrayó.
Wilfrido Justiniano García precisó que no recibió un peso durante su permanencia como voluntario a bordo del buque Logos Hope.
El entrevistado afirmó que su contribución como voluntario le permitió valorar lo que posee en la vida y a contar con una perspectiva solidaria.
“Uno valora, valora lo que uno tiene porque a veces no se le valora sino hasta que ve condiciones que no son tan favorables; segunda, el abrir mi perspectiva sobre cómo puedo ayudar a mi gente local y poder influenciar a otros para que tomen decisiones de ese tipo”, agregó.
Aseguró que la realidad que se vive en otros países resulta ser cruel y dura.
En ese sentido, Wilfrido dijo que la situación que se padece en México es triste, pero no se compara con las guerras civiles que se registran en otros países.
“Es triste la situación en México, pero no se compara con las guerras civiles, es muy cruel, muy dura, la gente puede estar hoy viviendo y mañana la familia entera puede desaparecer, yo conocí a muchas personas que estaba mutiladas o que solo sobrevivió un miembro de la familia o que ya estaban dispersos por la guerra civil”, finalizó.
José Juan García/Avc