Este domingo el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dedicó la mayor parte de su charla con los reporteros, a hablar del asesinato del subdelegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Rodríguez Clara, Gregorio Agustín Cruz, ocurrido el viernes anterior.
Por si no lo sabes lector, la patrulla donde viajaba el funcionario junto con otros dos elementos de la SSP, fue emboscada por unos sicarios. En la refriega a balazos Gregorio resultó muerto mientras que sus dos acompañantes salvaron milagrosamente la vida. En el enfrentamiento dos de los delincuentes resultaron heridos.
Después de su reunión con el Grupo Coordinación Veracruz en San Andrés Tuxtla, Yunes Linares dijo que los asesinos del subdelegado ya estaban detenidos y dio el nombre de tres sujetos que presuntamente participaron en el hecho sangriento. Además, indicó que se aseguraron nueve vehículos, armas de diferentes calibres, municiones, vestimentas y enervantes.
Bien, muy bien por el Grupo Coordinación que en menos de 24 horas detuvo a los supuestos implicados.
Pero ¿qué pasa con el crimen del periodista Leobardo Vázquez Atzin ocurrido también la semana anterior? ¿Qué pasa con los crímenes de Ricardo Monlui, Cándido Ríos, Gumaro Pérez Aguilando y Edwin Rivera Paz perpetrados en esta administración?
Ya muerto, Gumaro Pérez Aguilando fue acusado de pertenecer a una banda delincuencial y todo parece indicar que ese señalamiento es verdad. Pero independientemente de sus actividades extracurriculares ¿ya detuvieron a sus asesinos?
Edwin Rivera Paz, era un periodista hondureño que había solicitado el status de refugiado en nuestro país, vivía en Acayucan y hacía un reportaje sobre los inmigrantes centroamericanos cuando lo mataron. ¿Ya detuvieron a sus asesinos?
¿Ya detuvieron a los responsables de haberle quitado la vida al reportero Cándido Ríos?
El 20 de septiembre del año anterior, la Fiscalía General del Estado dio a conocer la detención de un sujeto llamado Ángel “N” alías “La Paloma”, y lo señaló de ser el presunto autor material del asesinato de Ricardo Monluí, ocurrido el 19 de marzo de ese año frente a su esposa e hijo.
Pero nada se ha vuelto a saber sobre el proceso de “La Paloma”. ¿Es o no el asesino de Monluí? ¿Actuó por su cuenta o alguien lo mandó? ¿Ya fue sentenciado?
Este domingo el gobernador dijo: “El sacrificio de nuestro compañero Gregorio Agustín Cruz nos duele mucho, pero nos ha llevado a dar un golpe firme a la delincuencia”.
Reitero, la detención de los presuntos asesinos de un policía es una buena noticia. Pero ¿qué pasa con los responsables de haber privado de la vida a cinco periodistas en los últimos 15 meses? ¿Se les sigue buscando o se les echó tierra a esos casos?
Antes de morir Leobardo Vázquez Atzin dijo que un alcalde y un notario lo había amenazado de muerte. ¿Se les está investigando?
Y yéndonos un poco más lejos ¿qué pasa con los responsables de asesinar a 19 periodistas en el sexenio de Javier Duarte de Ochoa? ¿A esos ya no se les busca?
Ojalá que con el mismo tesón con el que se persigue y se detiene a los asesinos de policías, se persiguiera y aprehendiera a quienes matan a periodistas.
Yunes Linares remató su charla asegurando que por octava ocasión consecutiva los índices delincuenciales bajaron en la entidad. “Entendemos que se han presentado hechos delictivos de alto impacto. Pero de manera consistente, los números indican que va mejorando la seguridad en Veracruz” señaló.
Por desgracia y esto se palpa, la percepción ciudadana no es de quienes creen que ya bajó la inseguridad.
Por lo pronto, cuatro jóvenes encontrados ejecutados en el Fraccionamiento Valle Real de Xalapa; un velador asesinado para quitarle mil 200 pesos de su quincena también en Xalapa; dos mujeres ejecutadas y aventadas cerca de una primaria en Coatzacoalcos; un subdelegado de la Secretaría de Seguridad Pública emboscado y asesinado y un periodista ejecutado, todos en la semana que pasó, de ninguna manera son razones para pensar que la inseguridad está va a la baja en la entidad.