El director de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV), José Luis Cuevas Gayosso, consideró que la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de avalar las revisiones sin orden judicial no es algo «nuevo», pues dijo que desde hace cuatro años se realiza, solo que con esta decisión derivada de una controversia, se reafirma.
“Estamos ante una circunstancia que en la cotidianidad vivimos y que quizá no hemos reparado en ello (…) este es un derecho vigente que solo fue reafirmado por la Suprema Corte”.
Entrevistado sobre el tema, negó que dé espacio para excesos por parte de las autoridades, aunque admitió que se debe capacitar a los elementos policiacos para que tengan claro que estas revisiones no pueden darse de manera indiscriminada, sino que deben existir ciertas condiciones para ello.
“El Código dice que (las detenciones ocurren) cuando exista una duda razonable, creo que ese es el término; el problema no es la forma en la que está descrita la norma jurídica, sino la operación de la misma y ese problema no es solo en este caso, sino en la aplicación contraria al espíritu de la norma”.
Entre estas, la presunción de un delito o una duda razonable sobre alguna actividad irregular, lo cual dijo ya ocurre en los retenes instalados a las salidas y entradas a las ciudades.
“Lo que tendríamos que revisar es el estado en que vivimos actualmente de aplicación por parte de la autoridad, de los ciudadanos, cómo respetamos esta norma; sin embargo, es muy importante que pueda hacerse la división de si la norma es la que tiene la problemática o la aplicación de la norma”.
Por ello, indicó que la determinación de la Suprema Corte solo reafirma lo que ya habían avalado los senadores y diputados federales sobre la materia, y que si bien existe temor entre algunos sectores, esta da mayor seguridad a las posibles víctimas.
“Estas detenciones no significan necesariamente que se cometan arbitrariedades, porque la detención en beneficio de las víctimas. Imaginen el caso de una personas que trae un arma en la mano, que tiene manchas de sangre o encapuchado, imagines un delincuente no solo por su aspecto físico, sino por la posible sospecha que es detenido, si no se le encuentra ninguna circunstancia para ser consignada ante las autoridades, su tránsito continúa”.
Perla Sandoval/Avc