En campañas pasadas Presidenciales, los que tenían más probabilidades de ganar eran aquellos con más dinero, voto duro, buenas propuestas, estrategias de comunicación, publicidad impresa en productos que fueran ocupados por amas de casa, por mencionar algunos. Hoy, todo ha cambiado, los que traen esas ideas no tienen oportunidad en lo absoluto, los mexicanos han despertado y ya quieren algo más que el show de campañas.
Ricardo Anaya se ha visto afectado tras todos los señalamientos que han exhibido en medios de comunicación y redes sociales, el “niño genio” que había despertado simpatía no sólo en jóvenes, sino en todas las edades, tiene un lado obscuro, su ambición por el dinero, el poder, puede ser que no llegue ni a realizar campaña. La forma en la que presuntamente ha lavado dinero con su cómplice justificaría las cantidades que ha utilizado en su precampaña.
Mientras que Anaya sólo ha reportado aproximadamente 1 millón de pesos en su precampaña, sus gastos se reflejan en 8 millones aproximadamente. A esto le agregamos la forma en la que “comprobó” todos los inmuebles y lujos con los que ha vivido de acuerdo a El Universal, no le alcanzaría con el sueldo que tenía como presidente del partido: 48 mil pesos mensuales, sin duda hay muchas cosas que no coinciden.
Mientras los partidos opositores aprovechan que el “joven maravilla” ha tenido que negar una y otra vez estos señalamientos en la prensa, durante 9 días el candidato por el PAN no ha hecho campaña, y el PRI es el que ha tomado ventaja para hablar de sus propuestas, posicionarse con reuniones, entrevistas en medios nacionales y buenos mensajes en redes sociales. Ojalá Anaya pueda salir de su crisis, de otra forma Meade se acercará al segundo lugar en la tabla.
Estás campañas se manejarán de distinta forma a las anteriores, en éstas se venderán más emociones que propuestas, es decir, el coraje o el miedo definirán al nuevo presidente, los puntos que ha logrado Anaya no han sido por sus buenos discursos o el gran dominio de otros idiomas, si no por el coraje de los errores del PRI. Eso ha generado que AMLO sea el candidato puntero y el aspirante a vencer.
Mientras el coraje crezca menos posibilidades tiene el PRI y PAN, estos partidos tendrán que luchar por despertar menos molestia en los mexicanos, pero si el miedo se hace presente, el que disminuirá sus posibilidades de llegar a la silla grande será Morena, los mexicanos pueden preferir “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, no querer arriesgarse a poner su voto en un partido que no saben cómo podría administrar a nuestro país. Veamos qué emoción se va perfilando de aquí al 1 de julio.
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