Ideas sueltas, propuestas inacabadas, la consideración de ser un punto importante de la agenda política y electoral, y también desdén y menosprecio: así han tratado los tres precandidatos a la gubernatura de Veracruz –por separado– el tema más sensible para la población, la violencia criminal y la falta de garantías para la seguridad colectiva, que han vivido una preocupante tendencia al alza durante los últimos años y, en particular, en los 14 primeros meses de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, quien impulsa a uno de sus hijos en la contienda que se dirimirá el 1 de julio en las urnas y que el próximo domingo culminará la etapa de las precandidaturas.
Luego de unas semanas de silencio sepulcral, en tanto los partidos políticos atienden el tema de la selección de sus candidatos a diputados locales y a legisladores al Congreso de la Unión (diputados federales y senadores), además de resolver también la formalización de sus candidatos a Gobernadores y a Presidente de la República, será relevante que quienes ya serán los tres candidatos más importantes para llegar al Ejecutivo estatal formulen con mayor precisión cuáles serían sus programas y estrategias para recuperar la paz y combatir la violencia criminal y la impunidad.
Mientras han recorrido Veracruz para citarse con sus militancias para convencerlas de que son los más indicados para abanderarles, Cuitláhuac García Jiménez, de Morena-PT-PES; Miguel Ángel Yunes Márquez, de PAN-PRD-MC, y José Francisco Yunes Zorrilla, del PRI-PVEM, han hablado del tema sin delinear políticas e, incluso, uno de ellos ha minimizado el tema señalando que se ha sobredimensionado.
Esgrime Cuitláhuac programa de seguridad, pero no lo presenta
El pasado 31 de enero, el precandidato de Morena, Cuitláhuac García Jiménez, anunció que al llegar al gobierno estatal va a aplicar la justicia y no la venganza y que para combatir la delincuencia va a desarrollar un programa integral de seguridad. Sin embargo, a lo mejor para que no se los plagien, no definió los puntos que considerará ese plan, si bien calificó al actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares como un charlatán, porque no ha atendido los problemas que dijo resolvería en seis meses.
Aprovechó una conferencia de prensa en que presentó al exrector de la UV y exalcalde xalapeño Rafael Hernández Villalpando como el próximo candidato a la diputación de Morena por Xalapa urbano, para apuntar que en su gobierno [en la hipótesis de que gane los comicios] no va haber perdón, por lo que todos los que hayan incurrido en delitos los tendrán que pagar, incluyendo al presente gobierno.
García Jiménez se refirió a la presencia de las fuerzas federales y pidió que el gobierno del estado sea serio y que asuma la responsabilidad para sostener la estancia de esos grupos, que vienen a atender el problema de inseguridad que existe en la entidad y que de hecho le vienen a corregir la plana al gobernador, porque éste no ha podido.
Y dijo que el Programa Integral de Seguridad que contempla Morena en su Plan de Trabajo incluye la atención a los jóvenes y que los policías tengan seguridad social, derecho a una vivienda, un sueldo decoroso e integrarlos al IPE para que obtengan todos los beneficios que de ahí emanan.
Once días antes, en Ángel R. Cabada, Cuitláhuac había repetido la fórmula propuesta por Andrés Manuel López Obrador para combatir la inseguridad: construir más universidades, por lo que dijo que de llegar a la gubernatura se construirán 17 escuelas de educación superior con servicios gratuitos para todos los jóvenes, y se abrirán más escuelas primarias, secundarias y preparatorias para obtener trabajos dignos.
Para MAYM, la inseguridad es cosa de percepción
Miguel Ángel Yunes Márquez, el precandidato de la coalición PAN-PRD-MC, ha mostrado un desdén por el tema de la creciente violencia criminal en la entidad. El miércoles 7, en Córdoba, por cuya región se paseó custodiado por dos patrullas de la Fuerza Civil y otros vehículos con elementos de seguridad, continuó con un discurso que ha causado malestar en la opinión pública: que la violencia es un problema de percepción, que es más lo que se siente que lo que realmente es.
Pese a la idea generalizada de que este asunto pendiente del actual gobernador puede pegarle en las urnas, Yunes Márquez dijo en la zona centro: “No creo que me afecte; al final, será algo que le pegue a todos, porque se genera un ánimo distinto en la población cuando hay un problema de inseguridad”, y lo dijo en conferencia de prensa en Córdoba, justo un día que había comenzado con el hallazgo de restos humanos embolsados.
Para justificar su idea de que la creciente violencia es más tema de percepción que de realidad, dijo que hay una mayor percepción de inseguridad en el sur del estado, principalmente en Coatzacoalcos y Sayula, aunque es menor en Minatitlán; Poza Rica y Tuxpan ya son zonas tranquilas, y en la zona centro, que incluye a Córdoba, “las cosas empiezan a mejorar”.
El pasado 31 de enero, en Xalapa, Yunes Márquez había hecho uno más de sus saltos mortales discursivos al señalar que la solicitud de un comisionado de Seguridad del gobierno federal en Veracruz es un acto de cobardía, porque aquí se tiene toda la capacidad de atender el tema. Con ello daba otro codazo en la costilla de su padre que, siendo diputado federal, había hecho la misma solicitud durante la gestión de Javier Duarte.
El primer codazo (acordado, se entiende) había sido cuando señaló que creer que la inseguridad se podía solucionar en seis meses era pecar de ingenuidad, cuando fue su padre quien, siendo candidato a Gobernador, aseguró que en ese periodo resolvería el problema porque él era un experto.
Pepe Yunes, contra justicia selectiva
Durante su gira por la región del Totonacapan, el pasado 6 de febrero, el precandidato del PRI a la gubernatura José Yunes Zorrilla dijo que la justicia y la seguridad pública deben proteger a todos, no sólo al que pueda pagarla, con lo que no solo formulaba una crítica al gobierno de Veracruz por atender de inmediato casos delictivos en que se implicaba a personajes poderosos, mientras se mantenían en la impunidad el resto de los casos.
“Desde el Gobierno del Estado se pueden resolver los problemas de inseguridad, que en Veracruz crecen, nos aplastan y nos mortifican. Queremos que la justicia y la seguridad pública protejan a todos, no sólo al que pueda pagarla o tenga renombre. Que sea una realidad que se respire para tranquilidad de todos”, señaló.
Más adelante, en Tecolutla, prometió estar atento a la situación de violencia criminal sin dejarlo de lado solo porque los casos se multiplican: “No voy a perder mi capacidad de asombro e indignación cuando escucho noticias que lamentablemente merman nuestra convivencia con secuestros, asesinatos, extorsiones y gente que tiene que salirse de nuestras comunidades a otros lugares a buscar lo que aquí no pueden encontrar.
Y en Papantla sentenció que la región y el estado no merecen ser sacudidos por la inseguridad. “No puede estar mandando como noticias, secuestros, homicidios, extorsiones, que lamentablemente lastiman nuestra convivencia y oprimen las posibilidades de salir adelante. Requiere un gobierno que haga frente a esos males junto con ustedes, y les brinde el principal bien público al que tiene derecho una sociedad: el de vivir tranquilos, sin poner en riesgo su integridad y patrimonio”.
Ya veremos en la siguiente fase cómo formulan propuestas de políticas públicas para combatir la violencia, dejando de lado las promesas como las de acabar con la criminalidad en tres patadas, solo por la voluntad de quien llegue a ser gobernador.
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