Decenas de veracruzanos, muchos xalapeños entre ellos, han perdido la vida por negarse a pagar el llamado “derecho de piso”, o por enfrentar a los delincuentes que se encargan de cobrarlo. Los casos más emblemáticos que recordamos son el del centro nocturno “La Madame”, el de los líderes de los vendedores informales de la Plaza Clavijero y ahora el de la “Cantinita la Bartola”. Nos referimos a asuntos de hace muchos años hasta los más recientes. En ese periodo, dueños de talleres mecánicos, de tiendas de abarrotes, inclusive la desaparición de Armando Montano Herrera, dueño de una casa de empeños, quien desapareció hace 13 años y es la fecha en que no lo encuentran, sus familiares directos comentan que fue por negarse a pagar el diabólico “derecho de piso”. A este delito, que ha aniquilado la economía de Veracruz pues mucha gente ha preferido cerrar sus negocios a exponer sus vidas y ha provocado un terrible desempleo, se acaba de referir el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y lo ha tratado como si fuera algo nuevo en Veracruz. Dijo que se trata de bandas delictivas que intentan establecerse en la entidad, pero que se toparán con la acción de las fuerzas policíacas y la mano dura de la autoridad. Los afectados por este problema se han reído del gobernante; no es posible que insista en engañar con argumentos tan torpes. Las acciones de la delincuencia las padecemos directamente los veracruzanos, sabemos quiénes son los que les brindan protección o impunidad y, por tanto, exigimos que se hable con la verdad, de un problema creado por bandas criminales que están asentadas en la entidad desde hace muchos años, que cuentan con la protección de las corporaciones policíacas y que nadie, jamás, se atreverá a denunciarlos porque eso equivale, como ya ha pasado, a perder la vida.