Microsoft ha detallado lo que muchos temían o esperaban que ocurriera tras conocerse las vulnerabilidades Meltdown y Spectre: cuánto se ralentizarán los ordenadores de medio mundo debido a las agresivas medidas de seguridad que hay que tomar para paliar los problemas.
En un primer momento, se dio por hecho que los procesadores Intel afectados por los fallos de seguridad se verían afectados, pero muchos expertos salieron pronto a negar este punto crítico: la mayoría de operaciones sobre las que impactaban ambos fallos de seguridad apenas tenían importancia en el uso habitual de los ordenadores personales.
En lo que se refiere a Meltdown y la primera variante de Spectre, Microsoft asegura en su blog oficial que sus parches de seguridad no perjudican al rendimiento y que conseguirán evitar código malicioso o que usuarios se cuelen en equipos ajenos reforzando al seguridad de sus navegadores de Internet y de otros aspectos relacionados con el ‘kernel’ de Windows.
Por desgracia, la segunda variante descubierta de la vulnerabilidad Spectre sí afectará a lo bien que funciona cualquier equipo, pues su naturaleza es diferente a la de las otras dos. En este sentido, las medidas aplicadas a Windows y procesadores dependerá de lo modernso que sean estos últimos y de la versión de Windows sobre la que se funciona.
- Un ordenador con Windows 10 y una CPU fabricada después de 2016 (tipos Skylake, Kabylake o más modernos) apenas experimentarán problemas.
- Un equipo con Windows 10 y procesadores lanzados en 2015 o antes (tipos Haswell o más antiguos) sí se verán más afectados y algunos usuarios pueden notar que va más lento
- Los PC con Windows 8, Windows 7 o anteriores y que también tienen chips de 2015 o anteriores son lo que más notarán una bajada en el rendimiento
Cuánto empeorará el rendimiento de cada ordenador, que está compuesto de muchas piezas además de su microprocesador, dependerá también de los núcleos y la velocidad de los procesadores. Un procesador i5 no es tan potente como un i7 de la misma generación, pero un i5 más moderno sí podría rendir mejor que una CPU i7 de hace varios años.
Microsoft también ha dado algunas directrices para aquellas empresas que tengan servidores propios y que funcionen sobre alguna versión de Windows Server. Aunque aquí habría que juzgar por cada situación y cada uso que se hace de los equipos, en general el rendimiento va a ser peor, pues los ordenadores tendrán que evaluar nuevos riesgos al tratar con códigos ajenos a su infraestructura.
Curiosamente, la compañía recomienda no actualizar los servidores que sólo trabajen con código interno y que no estén expuestos a ataques mediante navegadores de Internet. Es un riesgo a asumir, pero parece que el impacto en el rendimiento de los servidores puede ser importante.
No está claro cómo va a afectar esto último a las grandes infraestructuras de equipos que mantienen online servicios como Netflix o aplicaciones como Instagram o WhatsApp.
Esta franqueza con la que Microsoft ha tratado el problema de su tecnología, y de importantes aliados como Intel o AMD, viene dada por las crudeza del problema, pero también por las muchas críticas que recientemente ha suscitado la respuesta más bien hermética de otras empresas, como AMD o Apple.
Con información de El Mundo.es