De unos días a la fecha el Congreso Federal se ha convertido en un avispero porque alguien soltó el rumor de que este diciembre los quinientos diputados que conforman la LXIII Legislatura, recibirán cada uno 800 mil pesos como bono de Navidad.
Es decir, estamos hablando de 400 millones de pesos que serán ofrendados a esos sujetos y sujetas para que literalmente pasen una feliz Navidad.
¿De dónde salió el rumor? Tuvo que ser de una de las curules que ocupan esos zánganos, porque de otra manera nadie se explica cómo es que llegó a oídos de los reporteros.
Entrevistado al respecto en el puerto de Veracruz, el legislador federal perredista Julio Saldaña Morán, declaró que es injustificado e innecesario ese bono. “El país no está para derrochar en estos momentos; hay otras prioridades” dijo muy circunspecto el señor.
Y para darle más énfasis a sus palabras, agregó que el año anterior se negó a recibir un bono de 150 mil pesos: “porque no lo consideré prudente”.
Pero cuando le preguntaron si le diría que no a 800 mil pesos, se le trabaron las velocidades, trastabilló, tosió, hizo como que la Virgen le hablaba y al fin contestó: “La verdad es que no lo sé”.
Es evidente que al diputado le dieron calambres. Y es que, ¿quién en su sano juicio le dice que no a 800 mil pesos, sobre todo si se trata de un regalo que el pueblo agradecido hace a sus legisladores?
Conste que estamos hablando del bono navideño que es independiente del aguinaldo, el sueldo quincenal, el pago de viáticos, los gastos de representación, los pasajes de avión y los regalos en efectivo que invariablemente recibirán de alcaldes y gobernadores agradecidos.
Saldaña Morán se defendió y dijo que todo es un rumor que no está confirmado. “Yo no tengo conocimiento. De hecho, no lo tenemos los diputados. El año pasado fue exactamente la misma película y de todo lo que se decía solo dieron 150 mil pesos, que fue lo que dieron a los diputados, cosa que yo no recibí, cosa que por escrito rechacé”.
¿Pero y 800 mil? ¿Se negaría a recibir un bono de 800 mil pesos?
No estuve en esa conferencia de prensa, pero imagino al pobre legislador sudando frío en otoño, forzando la sonrisa, viendo hacia todos lados y tratando de salir del acoso reporteril para decir finalmente: “La verdad, no lo sé”.
Caray, ¿cómo no lo va a saber?
No es lo mismo hacerle el fuchi a 150 mil pesos que a 800 mil.
En efecto, el país no está como para andar regalando un bono de esa naturaleza a sus diputados, pero el rumor se echó a rodar, pegó y hasta la fecha no ha sido desmentido.
¿Cuánto irán a recibir en realidad esos zánganos que son los servidores públicos más devaluados y rechazados por la ciudadanía?
¿A honras de qué van a recibir un bono de la cantidad que sea, si han conformado una de las Legislaturas más flojas de la historia reciente?
Dios a de querer que un día ganen lo que sus pares de la Unión Europea (la mitad de lo que gana un diputado mexicano), a ver si así les quedan ganas de seguirse sacrificando por la Patria.