“Nadie sale vivo de aquí”.
Chespirito.
Desde que Santana Cruz Bahena asumió el poder como alcalde por el periodo 2011-2013, las actividades de robo de combustible aumentaron. Lo anterior es un secreto a voces en Hidalgotitlán, donde se concentran las bandas de “huachicoleros” y otro tipo de delincuencia.
Según versiones extraoficiales, desde ese entonces se fortalecieron las bandas dedicadas a este ilícito, al grado de que cualquier comunero regala o vende la gasolina a precios muy ridículos: de a 10 a 12 pesos el litro, con lo que fácilmente abastecían a unidades automotoras de la zona rural.
Pero el asunto es que el “negocio” creció tanto, que actualmente hay dos grupos armados en Hidalgotitlán que se disputan el control de tráfico de combustible, contando para ello con sicarios fuertemente armados que rayan ya en el nivel de milicia, por la cantidad de personas involucradas.
Uno es perteneciente a la comunidad Cahuapan y se hacen llamar “Los Cruces”; el otro es de “Peña Blanca”, otra localidad dentro del municipio. Del primer grupo se identifica como líder a una persona llamada Cruz Cicalhua; del otro lado, se desconoce quién lo patrocina, pero se sabe que operan desde la comunidad de Almagres, perteneciente al municipio de Sayula de Alemán; también tienen alcance en la comunidad de Tenochtitlán, ubicada en Texistepec, y operan también en la región de Minatitlán y hasta en el Valle del Uxpanapa.
Se comenta que el asesinado Santana Cruz Bahena no estaba aliado a ningún grupo de los mencionados, pero que sí tenía contacto con ellos.
Recientemente se sabe que un grupo de Policías Federales entraron a la zona de Hidalgotitlán para hacer un operativo y se toparon con los de “Peña Blanca”; extrañamente no hubo enfrentamiento, ni detenciones. Por su parte, la SEDENA ha asegurado cantidades industriales de combustible robado en la región, tal como dio a conocer en abril de este año, donde tuvo un aseguramiento de más de 100 mil litros de “huachicol” precisamente en la comunidad Cahuapan, municipio de Hidalgotitlán.
Luego del certero asesinato de Santana Cruz Bahena que le vino a arruinar el discurso al gobernador Yunes Linares por el tema de la inseguridad, este martes se desató un fuerte operativo en la región, por tierra y aire, cuyas caravanas del Ejército y de la Policía Estatal tomaron rumbo a Sánchez Taboada y más arriba.
También se sabe que a Santana Cruz Bahena le avisaron con anticipación que un grupo armado lo andaba buscando para “quebrarlo”. Lo anterior tiene mucha lógica, pues hasta las bandas de “huachicoleros”, “autodefensas” y población en general tienen una vigilancia permanente en los caminos y se hablan por radio para avisar de cualquier eventualidad.
El asunto es que Santana Cruz no se intimidó ni tomó medida alguna para su seguridad. Incluso los más cercanos a él comentan que muy valientemente contestó: «Ni madres, a mí nadie me mata», con la confianza de que estaba rodeado de mucha gente porque tendría una verbena y escoltas que sobrevivirían al ataque. Diez o quince minutos después, se lo echaron.
Trasciende que los guaruras al ver que eran muchos los sicarios, prefirieron tirarse al piso. Más bien obedecieron, porque les advirtieron que el asunto no era con ellos, sino con Santana. Así cumplieron su misión y se fueron.
Hoy se sabe que será sepultado en una comunidad llamada Primero de Mayo, río arriba, a dos horas de la cabecera municipal que nuevamente intentó presidir.
En entrevista para el noticiero radiofónico de la periodista Isabel Gutiérrez, el actual alcalde de Hidalgotitlán explicó que solamente ocho policías cuidaban el municipio de un total de veinte elementos que tienen dados de alta: diez en cada guardia y este lunes hubo dos ausentes. Un dato relevante que aporta el edil es que los pistoleros eran más de 200.
“Eran un titipuchal”, dijo concretamente, “más de 200”, volvió a decir; además confirmó que no hubo más víctimas mortales. De paso, negó la presencia de “autodefensas” en su municipio. Dijo que sabe que hay pero en el Valle del Uxpanapa.
EPÍLOGO SOLITARIO: La última vez que lo vimos feliz fue con la paila, pero cuentan que ya lo han visto afuera de la oficina del gobernador cabizbajo, solito, sentadito así como niño regañado: “Te quedas ahí, espérame”, fue la instrucción de su patrón. Ni autonomía, ni respeto a la investidura. Simplemente, un empleado más.
EPÍLOGO DESDEÑADO: Raro… ¿El Gobernador de Veracruz no es anfitrión para los 160 niños veracruzanos de primaria con mejores calificaciones que harán la «Ruta de la Independencia» y donde sí los recibirán los Gobernadores de Querétaro y Guanajuato? El que los recibió en Palacio fue el secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán. Al menos para algo sirve…
EPÍLOGO SOCIAL: Que en el Registro Civil de Xalapa se llevó a cabo un evento histórico de relevancia nacional. Un niño de nombre Rodrigo Crivelli Cortés fue nombrado así con el apellido materno de su padre, en lugar del paterno, luego de un amparo interpuesto para lograr que prevaleciera y quedara asentado en el acta de nacimiento, el cual tiene una anotación especial al pie de dicho documento. Es la primera vez que se da un caso así en el país.