«La esperanza es lo último que muere», y es algo a lo que se debe aferrar Javier Duarte, como todos los que se han visto afectados, castigados por haber trabajado con él. En las 3 cartas que ha mandado a medios el exgobernador veracruzano, sostiene el apoyo y solidaridad con sus ex colaboradores, de hecho ha dejado claro que la huelga de hambre es contra Miguel Ángel Yunes Linares, por las injusticias que están viviendo en la carcel, bajo las órdenes del gobernador.
Hay algunos puntos que se deben analizar de estas cartas y las reacciones que han tenido, la primera carta tuvo movimiento porque se trataba de un mensaje que quería comunicar desde la carcel, desde ahí ya es morboso imaginarlo en su espacio con hojas blancas y un lapicero, sentado, parado, escribiendo lo que el sabría que sería de dominio público. No fue mala carta, pero al mismo tiempo no comunicó algo que no pudiera decir su abogado, sin embargo, este mensaje que les dice a los ex secretarios, se puede tomar como un «a pesar de todo estoy aquí», pudiera ser amenaza o arrepentimiento.
De esta primera carta, Yunes simplemente mandó un comunicado descalificando al abogado y a las palabras escritas por Duarte, no trascendió a mayores. Era de esperarse, esta carta no tenía mucho detalle, ni algo que aclarar. La segunda carta, menos, sólo tuvo la atención de los medios estatales y ningún nacional, a pesar de que venían calificativos más fuertes y señalamientos al blanquiazul, no tuvo mucha difusión, ni tampoco fue cuestionado, ni se tomó la molestia de responder. Ya de paso, Mauricio Audirac le mandó una carta a Ciro Gómez Leyva, rescatando sólamente que se estaba defendiendo por la vía legal, y que si de alguien no aceptaría ayuda, sería de Javier Duarte.
Lamentablemente ante este tema de las cartas, dejan a Ciro Gómez, periodista de Imagen TV, como el vocero oficial del ex gabinete veracruzano, incluso en redes sociales lo han calificado como «vendido», aunque lo único que haga sea informar al público lo que mandan las personas detenidas, y que estuvieron involucradas en uno de los desfalcos más grande de la historia en Veracruz. La grafóloga María del Carmen Muñoz, interpretó la segunda carta de Duarte como un hombre desesperado, solitario y que se aferraba a la fe, no suena descabellado, pero dentro de eso, como ya se ha manejado, no dejará las cosas sencillas para Yunes.
La tercera carta puede ser una respuesta a la de Audirac, o bien, justificando la molestia del ex secretario de finanzas. Esta carta es más pensada que las anteriores, con menos sentimiento y más objetiva, por ejemplo la parte en la que dice «estoy con ustedes al 100%, y no se preocupen por los documentos o declaraciones que el dictador y sus secuaces les obliguen a firmar o decir en contra mía» , es decir, que las declaraciones que vienen, incluso las que ya hicieron, fueron por la presión de la administración actual, de esta forma, Duarte las hace de menos por lo que pudieran dañar más su imagen.
Interesante manejo de palabras, si con algo cuenta el cordobés es astucia e inteligencia, aunque, en estas circunstancias todo opera en su contra y lleva todas las de perder a lado de Miguel Yunes; sin embargo hay más historia sobre estos personajes, el giro de la historia de Veracruz cambió, cuando por más de 80 años gobernó el PRI y ganó el PAN con Yunes Linares, esperemos qué más sale de estos archienemigos.
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