Prefacio.
Lo publicado el pasado sábado por el portal del periódico El Universal, es algo que ya se había anticipado aquí: Es evidente la urgencia de Miguel Ángel Yunes Linares por sacar a su hijo Fernando de los reflectores, que se encendieron cuando se mencionó que había excedido de forma importante el tope de gastos de campaña por la alcaldía de Veracruz, y cuando se mostraron fotografías de eventos en los que participó, con la presencia y cercanía de Hernán Martínez Zavala, conocido como “Comandante H”, presunto jefe de plaza de Los Zetas en Coatzacoalcos. *** Esa urgencia del gobernador por defender a su hijo lo está haciendo cometer errores muy serios en el protocolo para conseguir los desafueros que la Fiscalía de Veracruz ha solicitado. *** Yunes Linares terminó por admitir que sabe que sus gestiones para desaforar a Tarek Abdalá y a Alberto Silva no van a prosperar y que lo único que le queda es esperar a que concluyan su encargo como legisladores. *** El gobernador de Veracruz recordó que “el fuero se termina con el cargo”, con lo que está admitiendo que va a esperar al final de su administración (los diputados federales concluyen su encargo en septiembre del 2018 y el gobernador en noviembre del mismo año) para meterlos a la cárcel. “Para ese entonces el indiciado será él”, respondieron desde la ciudad de México. *** En un “Bajo Reserva Exprés”, el portal de El Universal menciona que “es altamente probable que los integrantes de la Sección Instructora de San Lázaro ni siquiera entren al fondo del tema, pues el expediente está hecho al vapor”. *** Lo dicho: La urgencia del gobernador provocará que el asunto termine siendo archivado.
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Es menester felicitar al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Este espacio ha dedicado muchas líneas en señalar las evidentes pifias de la actual administración estatal, pero es justo que cuando se tomen decisiones acertadas, también se haga notar.
Yunes Linares es merecedor de un aplauso, porque al final se decidió a corregir el rumbo. Aunque su natural soberbia le impida admitirlo frente a las cámaras, sus acciones son elocuentes. Reconoció que se equivocó al encargar a Clementina Guerrero la enorme, gigantesca, tarea de sacar a Veracruz de la crisis financiera que enfrenta.
No importa que haya decidido mantener a la hoy exsecretaria, ahora como aviadora (o “coordinadora de asesores”) percibiendo un salario que no desquita (se le pagaba –¡y muy bien!- por hacer una tarea que no consiguió, no por las horas que dedicó a ello).
Tal vez lo que haya que reprochar al gobernador luego de que anunciara su decisión de revelar de su cargo a Clementina Guerrero y colocar ahí a Guillermo Moreno Chazzarini, quien fungía como Contralor General del Estado, es que se haya tardado tanto en hacerlo.
No debemos pasar por alto que Clementina Guerrero llegó a la Secretaría de Finanzas dos semanas antes de que asumiera el cargo Miguel Ángel Yunes Linares, y que la actual administración dura escasos 24 meses. En un gobierno de seis años, hacer ajustes al gabinete en el octavo mes pudiera sonar hasta precipitado; en uno de dos años, luce como una reacción tardía.
Hay, sin embargo, una versión que circula en redes sociales en el sentido de que Moreno Chazzarini, síndico con licencia del ayuntamiento de Boca del Río, sería en realidad el operador financiero de la futura campaña de Miguel Ángel Yunes Márquez. Que lo estarían colocando junto al “cajón” para garantizar que la maquinaria electoral se mantenga bien aceitada.
En lo que también se equivoca el gobernador es en su insistencia de que el gobierno federal debe participar en el rescate de Veracruz. El mensaje del presidente Enrique Peña Nieto ha sido muy claro: “ayúdate, que yo te ayudaré”.
Miguel Ángel Yunes no puede ponerse a exigir a la Federación un esfuerzo adicional cuando él mismo no lo ha hecho. Hoy por hoy no se percibe ninguna acción del gobierno estatal para contener el gasto, optimizar los escasos recursos. Hace cuatro meses el Congreso le autorizó al gobernador la renegociación de deuda pública por 46 mil millones de pesos, y es la fecha en la que no se tiene ningún avance en ese trámite. Mientras eso no suceda, la administración estatal seguirá atada de manos por la escasez de flujo, por su limitada liquidez.
Se equivoca también en repetir hasta el infinito la historia de que el gobierno de Javier Duarte dejó un enorme hueco en las finanzas estatales. Eso ya lo saben todos los veracruzanos. Lo que esperan escuchar ahora es lo que él está haciendo para tapar ese hoyo. ¡Ya basta de quejas! ¡Es momento de buscar soluciones! Que no se le olvide que fue precisamente para eso que se le eligió como gobernador.
Es cierto que el gobierno federal está obligado a ayudar a Veracruz en la búsqueda de soluciones para la crisis financiera que enfrenta, pero lo mismo está obligado para ayudar a todos los estados que conforman la República. Veracruz no puede -¡no debe!- pedir un trato diferenciado.
Todos tenemos claro que Veracruz no saldrá en escasos dos años del hoyo financiero en el que cayó. Lo que los ciudadanos esperan es ver que las autoridades por lo menos hagan un esfuerzo para ello, que en estos meses se pongan las bases de una verdadera reingeniería financiera que sea el soporte de futuras acciones para enfrentar la crisis.
Nada de eso hemos visto aún, aunque tenemos la esperanza de que los ajustes que Yunes Linares hizo en su gabinete financiero tengan como fin dar esos pasos que todos esperamos que se den.
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Epílogo.
Bien dicen que en la vida pública no hay casualidades sino causalidades, y así se entendería la mala información que algunos pretendieron hacer viral en redes sociales el sábado pasado, día para muchos inhábil (no así para el gobierno municipal de Xalapa y su alcalde Américo Zúñiga Martínez). De inmediato ss desmintió la versión en la que se ubicaba una fotografía del distribuidor vial Emiliano Zapata, en la colonia El Polvorín de Cuernavaca, Morelos como si fuera el puente sobre la avenida Rébsamen en el Circuito Presidentes de Xalapa. No es la primera vez que se intenta contagiar con desinformación a la sociedad, y es evidente que el golpeteo en contra de Américo Zúñiga podría arreciar y hasta sería proporcional a la cantidad de obra que ha venido realizando. *** Y mientras nuestro gobernador se mete de lleno al rescate financiero de Veracruz, su gobierno sigue cojeando “de la otra pata”, la seguridad. El pasado sábado un comando armado abrió fuego contra los habitantes de una casa, localizada en el fraccionamiento La Hacienda de Río Blanco: Por dicho ataque un hombre falleció y dos más resultaron heridos de gravedad. Los lesionados fueron identificados como Miguel Ángel de 25 años y Salvador de 45 años de edad. El fallecido se llamaba Julio César Alvarado Flores de 26 años de edad. *** En la colonia San Isidro del municipio de Jilotepec, Miguel Juárez García, de 37 años de edad, vecino de La Concha, fue herido de dos balazos cuando se detuvo en la colonia San Isidro y bajó de su auto para entrar a comprar en una tienda. En ese momento fue sorprendido por un sujeto que sin mediar palabra, le disparó en dos ocasiones. Miguel Juárez cayó herido sobre el mostrador de la tienda, mientras su agresor le disparaba en otras tres ocasiones para enseguida darse a la fuga. *** Ya fueron identificados dos de los tres cuerpos que fueron encontrados sin vida en la congregación San José del Corral, del municipio de Yanga. Se trata de Luis Cervantes López, de 21 años y Diego Jair Olmos López, de 19 años; el primero con domicilio en la colonia Nueva, y el segundo en la colonia Miguel Alemán. En esa misma comunidad este domingo varios sujetos agredieron a balazos a una persona quien recibió un disparo en el estómago. El herido fue llevado de urgencias a un hospital de Córdoba. *** De estos y muchos más casos deberá hablar el secretario de Seguridad Pública en su comparecencia ante los diputados locales.