Señor Senador:

Seguro estoy que ya se dio cuenta que el nombramiento que le otorgó a Stalin Sánchez Macías como Coordinador de Asesores de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado de la República, le restó a usted credibilidad y confianza. Pero sobre todo, le restó el respeto de la ciudadanía.

Imagino que se habrá asomado a las redes sociales para recoger la opinión de la raza jarocha que no solo rechazó la designación, sino que hizo escarnio de su persona con comentarios llenos de una sevicia pocas veces dicha a un Senador de la República.

Que el nombramiento lo hubiera hecho cualquier hijo de vecino quizá no tendría importancia, pero que lo haya hecho usted -que ha pregonado su vasta calidad moral- demuestra dos cosas: una, que desconoce la fama que antecede a Stalin y a su hermano el empresario periodístico Eduardo Sánchez Macías. Y dos, que la Comisión Anticorrupción que preside le importa pura corneta.

Si ambas reflexiones son ciertas qué tristeza por usted, pero más tristeza por los que piensan que la Comisión está en buenas manos.

Quizá lo más patético después del nombramiento y la presunta renuncia del señor Sánchez Macías al cargo, es que pretenda usted minimizar el hecho y busque culpar a otros de su supina pifia.

El pleito que trae con la diputada local Mariely Manterola porque se atrevió a manifestar (como miles de veracruzanos) su inconformidad y enojo por la designación del señor Sánchez Macías, lo ha convertido en un pleito personal indigno de un Senador.

¿Acaso porque Mariely tiene entre sus colaboradores a un presunto corrupto usted puede nombrar a otro en una oficina anticorrupción? Esto lo comento porque así lo da a entender en sus declaraciones.

(Por cierto, se habrá enterado que este lunes la legisladora dio respuesta a sus acusaciones. Y entre otras cosas le dice que no critica el parentesco de Stalin con Karime Macías -que los señores Sánchez Macías presumieron hasta la náusea- sino sus antecedentes de corrupción).

Si es verdad que hay un corrupto en el equipo de la señora Manterola ¿por qué no ordena que se abra una investigación? Y de paso ordene que se abra otra a los señores Sánchez Macías; investigación que agradecerán decenas de políticos y empresarios. Así como reporteros y trabajadores despedidos injustamente de los diarios del Grupo Editorial Sánchez.

¿Acaso ignora Senador Yunes Landa, que faltando pocas semanas para que Javier Duarte renunciara, la Legislatura anterior de la que era miembro Eduardo Sánchez Macías “donó”, es decir, otorgó a título gratuito, un terreno de casi 15 mil metros cuadrados en Martínez de la Torre a una asociación que no existe llamada Transformando el Campo de Veracruz?

Ese terreno era de los veracruzanos y el tesorero de esa Asociación ficticia es Stalin Sánchez Macías.

Esa donación, regalo o como se le quiera llamar fue irregular, por decirlo de alguna manera, y es constitutiva de un acto de corrupción lo mismo que la inexistente Asociación. ¿Ordenará usted que se investigue?

Señor Senador, es evidente que le hace falta un buen equipo de asesores porque no los tiene. Un buen asesor le habría aconsejado aceptar su yerro, disculparse públicamente y darle vuelta a la hoja.

Pero usted está demostrando una preocupante falta de humildad para reconocer sus errores y eso se llama intolerancia. Y lo que menos queremos los veracruzanos es a otro intolerante en Palacio de Gobierno. Ya bastante tuvimos con Duarte y bastante tenemos con su primo hermano Miguel Ángel Yunes.

Ignoro quién vaya a estar en las boletas del PRI como su candidato a la gubernatura de Veracruz el próximo año, pero puedo asegurarle que no será usted. Al menos no por el partido tricolor.

La designación como asesor de Stalin Sánchez Macías en la Comisión Anticorrupción del Senado, fue una bomba cuyos alcances no supo dimensionar y le explotó en la cara. Y a menos que suceda un milagro (que en política no se dan) esto lo está sacando irremediablemente de la carrera por la gubernatura.

Con la pena, pero así es.

Es cuanto, señor Senador.

bernardogup@nullhotmail.com