En la venta nocturna de Reconocimientos del Ayuntamiento de Xalapa, 68 presuntos comunicadores fueron designados por el jefe de prensa de Américo Zúñiga Martínez como los periodistas más destacados de la ciudad, y varios de ellos acudieron a recibir un insustancial reconocimiento de parte del Presidente Municipal, que consistió en un pergamino y un apretón de manos.
Con un número tan grande de reconocidos, es evidente que caben todas las gamas del delicado ejercicio de informar, y hasta cupieron algunos que son verdaderos profesionales de la comunicación.
Mi persona y mi oficio, como en otras muchas cosas, no fueron tomados en cuenta por el ¿coordinador? de Comunicación Social, Miguel Valera. Posiblemente fue por una falla de su memoria, que desbarra a menudo cuando se trata de asuntos que tienen que ver con mi persona. Eso es con seguridad lo que le impide recordar que él trabajó conmigo en el semanario Punto y Aparte, el gran periódico de Froylán Flores Cancela, del que fui fundador hace 39 años.
O tal vez no estoy muy en el ánimo del ¿coordinador?, y prefirió obviar mi nombre cuando se le ocurrió formar la lista de los agraciados.
No sé, ni me importa.
Pero lo que sí valdría la pena conocer es cuál fue el criterio que utilizó el Ayuntamiento para determinar aquella larga lista, porque como autoridad representativa tiene una responsabilidad ante los ciudadanos. ¿Habrá sido un acuerdo de Cabildo? ¿Se llegó a ella por una consulta ciudadana? ¿Los colegas xalapeños fueron encuestados? ¿Se formó una comisión de notables para que decidiera tan espinosa cuestión?
Otrosí más: ¿Se analizaron carreras y obra? ¿Se tomó en cuenta la trayectoria profesional? ¿Se vio la calidad de la prosa y de la información?
¿O será que se la comió solito Valera? ¿Que buscó quedar bien oficiosamente con su jefe, y para insacular los nombres interpretó quiénes eran afines al proyecto de Américo, sea cual fuere éste? ¿Se juntó tal vez en corto con sus incondicionales para determinar los que deberían ser nominados? ¿Pensó en ganarle numéricamente a los urieles?
¿Será, acaso, que en la lista valeriana de los periodistas destacados de Xalapa yo quedé en el honroso puesto 69, y por las implicaciones posturales del tal número prefirió él, tan propio que es en lo público, dejarlo fuera?
No sé si sepas, Miguel Valera, pero todos los que somos periodistas tratamos de ser el número uno entre todos… no uno de tantos. Con eso, emboletaste una vez más a tu alcalde, ahora con este reconocimiento multitudinario que poco dignifica.
Cuando tratas de quedar bien con todos, no quedas bien con nadie. Y con el grueso número de la lista de Valera, se difuminó la importancia de ese gesto presidencial de Américo. Difícilmente algún colega se sentirá especialmente reconocido cuando se le da el trato de ser “uno de los 68 comunicadores más destacados de Xalapa”.
Los periodistas veracruzanos hemos sido engañados, defraudados, ninguneados y maltratados por el poder y por los presuntamente poderosos. Sólo nos falta que ahora tengamos que soportar que un gris burócrata de la información sea el que designe quiénes valen la pena o no, quiénes son buenos o no, quiénes son destacados o no.
Tú no, Miguel Valera. Tú no tienes los tamaños ni la fuerza moral para hacer ninguna designación.
Por otra parte, qué bueno que el ¿coordinador? no me incluyó, porque de todos modos no hubiera asistido a recibir ese fugaz reconocimiento, como no lo hicieron varios.
Ah, Miguel Valera, y por ahí te encargo las míseras facturas que me tienes indebidamente retenidas desde hace varios meses.
Ésas también las tienes olvidadas…
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