En medio de la lluviosa y apacible tarde del martes, me inundó de entusiasmo saber que nuestro Gobernador quiera, sueñe y aspire a ser candidato a la Presidencia de la República, lo que significa que se ha despojado de su agrio y mal encarado carácter, y ha decidido volverse en un jarocho bullanguero y vacilador.
Y lo logró. La broma le arrancó la risa a más de uno. López Dóriga se destornillaba de risa cuando escuchó el reporte desde Veracruz sobre el anuncio que habían hecho al mediodía los dirigentes estatales del PAN y del PRD. Lo mismo debe haber pasado en las oficinas de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales.
Para cuando regresó la cordura, todos se preguntaron ¿qué es lo que busca Miguel Ángel? Es evidente que la Presidencia de la República no es su prioridad este momento, sino salvar la elección del domingo, ante resultados que le podrían ser adversos por el desorden político y financiero de su administración. La seguridad ha pegado duro en el ánimo de los veracruzanos y es una cuenta por cobrar a sus candidatos.
Pero como el que paga manda, Pepe Mancha y Chucho Velázquez no tuvieron empacho en salir al teatro de títeres – así se llama al espectáculo realizado con títeres o muñecos para manipular- y soltar esta suerte de destape que tuvo propósitos muy distintos a los que se refirieron ambos personajes. Las dirigencias nacionales saben que están jugando vencidas con el gobernador veracruzano y que sus líderes estatales juegan de visitante.
¿Busca presionar a los líderes nacionales para que se involucren en la jornada del domingo? ¿Les quiere recordar que primero en tiempo primero en derecho y que si lo quieren de aliado en el 2018 tienen que meterle recursos a esta elección jarocha? O de plano ¿nos creen tan cándidos para pensar que el gobernador pudiera ser candidato presidencial y que eso lo convierte en un personaje nacional con la suficiente fuerza política y mediática para ganar la elección del domingo?
A pesar de que el anuncio se dio al filo del mediodía -lo que permitió que corriera como pólvora en medios electrónicos y portales informativos-, el mandatario estatal no se pronunció al respecto. Está jugando sus cartas; seguramente, en caso de lograr su objetivo, saldrá a la palestra a decir que agradece la mención pero que todos sus esfuerzos están centrados en sacar a Veracruz del atolladero. El más común de los lugares comunes.
Si no lo logra, entonces dejará que la versión se aloje en el imaginario de la gente y que se empiece a hablar de él, como hoy se habla de Moreno Valle y otros más. Sin embargo, su hoja de servicios como Gobernador no lo deja muy bien recomendado.
No obstante, hay un dato que le vuelve muy atractivo a los ojos de tirios y troyanos. Y él lo sabe. Hasta ahora, además del presidente nacional del PRI Enrique Reza, Miguel Ángel Yunes es el retador oficial de Andrés Manuel.
A diferencia del primero, quien francamente ha sido ignorado por el tabasqueño, el gobernador veracruzano ha pegado duro en el hígado de Morena. A él se atribuye la autoría de los video escándalos que involucran a Rocío Nahle y Eva Cadena. Logró hacer lo que pocos: capturar la atención de AMLO, quien ha tenido que referirse a él en múltiples ocasiones. Hay quien piensa que en este debate, quien pierde es Yunes, pero en política muchas veces se gana perdiendo.
La urgencia de los partidos políticos PRI, PAN y PRD por atajar el avance de Morena es evidente. Y es ahí donde Yunes Linares busca convertirse en un actor indispensable y necesario para todos ellos. El destape de ayer no es un distractor, es un mensaje.
¿Que lo movió a mandar a sus amanuenses a arriesgar el pellejo en la víspera de la elección municipal? Sólo él lo sabe. En su gobierno y al interior de los partidos que controla, no se mueve la hoja de un árbol sin si autorización. Sin embargo, cualquiera en el lugar de Miguel Ángel estaría preocupado por la reacción adversa y jocosa que provocó en líderes políticos, redes sociales y medios de comunicación.
Ayer se dio cuenta que su popularidad no pasa por el mejor momento a escasos días de la jornada electoral. Si Miguel Ángel quiere ser presidente, cosa que nadie duda, sabe que no es el momento de decirlo. Sus propósitos son otros y eso lo asumen en las dirigencias nacionales del PAN y el PRD. Está acostumbrado a arriesgar y ayer lo hizo. El domingo empezaremos a saber cómo evalúa la gente a su gobierno y la opinión que tiene de él.
Mientras, a muchos nos hizo el día con su sentido del humor.
Las del estribo…
- A días de la elección, las demandas contra ex funcionarios ladrones se acumulan; sin embargo, ni los responsables ni el dinero aparecen. Estemos listos para que esta misma semana nos obsequien un nuevo huésped en Pacho. Pero conste, no tiene propósitos electorales, es sólo justicia.
- En eso de espantar a la clientela electoral, la lluvia parece ser más eficiente que los hechos de violencia que se siguen presentando. Así, varios partidos políticos han puesto veladoras a San Isidro Labrador… y parece que les va a cumplir.