Qué mal plan lo de Oye, me dijo un amigo este martes por la mañana. Se refería al cierre de uno de los diarios más plurales, combativos y por supuesto, más leídos de Xalapa y la región centro del estado, el diario Oye Veracruz que cabeceó así su última edición impresa: “No decimos adiós, sino hasta pronto”.
Su cierre engrosa la lista de reporteros y trabajadores desempleados; de familias que se quedaron sin sustento en este Veracruz que hasta antes de que llegara la caterva de bandidos que lo saquearon, era ejemplo de un estado fuerte, pujante, trabajador y feliz. Pero hasta la felicidad se llevaron esos fulanos encabezados por Fidel Herrera y Javier Duarte.
Oye Veracruz cerró sus puertas como consecuencia de ese saqueo. No porque viviera a expensas de convenios con el gobierno estatal que siempre le fueron regateados, sino -como dice en su editorial- debido a la causa y efecto que dejaron la horda de delincuentes convertidos en remedos de políticos.
Es inconcebible que con tanto daño como ocasionó, a Fidel Herrera se le esté regateando su ingreso a la cárcel. Y su delfín, Javier Duarte (que resultó infinitamente más bandido que su maestro y patrón) se queje del trato que recibe en una prisión de Guatemala, cuando cientos de miles de veracruzanos a los que dejó en la miseria, quisieran el plato de huevos con frijoles que él se traga todos los días.
Pero ahí siguen. El uno gozando de impunidad y el otro tratando de comprar privilegios carcelarios. Ambos, responsables del espantoso atraco cuyo coletazo alcanzó a uno de los diarios más respetados de la entidad.
Mientras circuló, Oye Veracruz reveló los desvíos de recursos ocasionados durante el fidelato. Y en el caso concreto de Javier Duarte, denunció su saqueo, sus arbitrariedades, sus ruindades, sus mansiones, su dinero mal habido y el desprecio que siempre tuvo por los veracruzanos que le brindaron su voto y confianza.
El gobierno de Miguel Ángel Yunes tampoco se salvó del apunte crítico de Oye Veracruz cuyos reporteros y columnistas dieron a conocer los muchos desaciertos y pocos aciertos que ha tenido su administración.
Deja de circular un diario cuyo director no lo va a dejar morir porque es tozudo, obstinado y terco. Santos Solís Ríos es un periodista de la vieja escuela que conoce a fondo los recovecos del oficio porque empezó como reportero de a pie y sabe que esto no es más que un tropiezo.
“Aunque sea una vez por quincena, pero Oye Veracruz seguirá circulando”, me dijo hace unos días y le creí.
Y es que uno de los pocos referentes serios, honestos y veraces con que cuenta Veracruz no puede darse el lujo de desaparecer.
Soy de los que piensan que tras este impase obligado por las circunstancias, Oye Veracruz regresará pronto y habrá diario impreso para rato. Para mucho rato. Un rato grande que se traducirá en años haciendo buen periodismo.
Tunden al candidato del PAN en Tuxpan
Al candidato del PAN a la alcaldía de Tuxpan, Antonio Aguilar Mancha, más le hubiera valido no asistir al debate que organizó el OPLE en el salón de eventos del Suterm porque le fue como en feria.
Casi desde el principio los candidatos independientes Everardo Gustin y Octavio Greer lo exhibieron como defraudador y recordaron que el año anterior estuvo preso por fraude. Esto sin contar con que tiene otro expediente abierto por una deuda que se niega a pagar.
Tomado por sorpresa, Aguilar Mancha dijo que los independientes tienen un pasado duartista y mostró una foto que no impresionó a nadie. Desorientado y con la preocupación reflejada en el rostro, el abanderado panista vaciló a la hora de presentar sus propuestas y nunca se recuperó de los ataques de sus rivales.
Por su parte, el candidato de Morena, Genaro Ibañez, decepcionó a sus seguidores ya que tuvo una participación gris y discreta, cuando se esperaba de él una actitud más audaz y combativa.
Lo anterior lo aprovechó muy bien la candidata del PVEM-PRI, Gabriela Arango para presentar un proyecto de gobierno completo en los planos educativo, de seguridad y de generación de empleos. Gabriela tuvo el tino de no enrolarse en los pleitos de sus rivales y su posición siempre fue de respeto.
El candidato del Partido Nueva Alianza, Esteban Salas, también tuvo una buena participación, aunque en menor medida que Gabriela Arango, que fue la triunfadora y se afianza como favorita en las preferencias de los tuxpeños rumbo a la elección del 4 de junio.