El viernes 7 de este mes la maestra Yaru Misuri Arrieta Fuentes, se dirigió como todos los días a la comunidad de Rancho Nuevo Mata del Tigre, perteneciente al municipio de Tantoyuca, donde daba clases a los niños de la primaria Adolfo López Mateos.
De 35 años, casada y madre de tres niñas, la maestra le dio un aventón en su auto al alumno Luis Ángel Rivera de seis años, al padre del menor Pedro Rivera Mejía, que era intendente de la escuela y al maestro Augusto del Ángel Martínez.
Aproximadamente a las 7:45 horas se les emparejó un vehículo blanco con placas del Estado de México del que bajó un comando armado y secuestró a los cuatro.
Ese mismo día y como a 10 kilómetros del lugar del secuestro, el comando ejecutó al maestro y al intendente y se llevó con rumbo desconocido a la maestra y al menor.
Extraoficialmente se sabe que casi dos semanas después se recibió en casa de la maestra un telefonazo donde una voz exigió a los familiares de Yaru 10 millones de pesos por la vida de ella y del menor.
Quienes conocen a la familia de la maestra saben que no son millonarios. Y en el caso del niño, su familia es muy humilde y seguramente jamás han visto una cantidad semejante.
No se sabe si se pagó el rescate. Pero el domingo 23 el cuerpo de la docente y el de Luis Ángel aparecieron ejecutados en un lote baldío cerca de la comunidad de Acececa.
Tiene años que el municipio de Tantoyuca dejó de ser un lugar apacible donde las familias sacaban sus sillas a la banqueta para tomar el fresco y platicar amenamente. Hoy sus habitantes casi no ríen; tienen el gesto hosco y miran con desconfianza.
Y no les falta razón, Tantoyuca se ha convertido en un infierno.
Por más de 15 años la familia Guzmán Avilés compuesta por los hermanos Joaquín Rosendo, Amado, María del Rosario y Jesús, se han turnado la presidencia municipal y las regidurías (con un pequeño intervalo de 2007 a 2010 en que padecieron al alcalde priista Trinidad San Román) y han permitido que la delincuencia se apodere de Tantoyuca.
Joaquín Rosendo, apodado “El Chapito” es el jefe del clan. Quiso ser alcalde por el PRI pero el tricolor lo bateo.
Furioso por el desaire, se pasó al PAN donde encontró su mina de oro ya que fue presidente municipal en el trienio 1998-2000 y en 2005-2007, después fue diputado local en 2007-2010, luego nuevamente alcalde en 2011-2013 y otra vez legislador en 2013-2016. En la actualidad es titular de la Sedarpa y su hermano Jesús ocupa la presidencia municipal.
Mientras la familia Guzmán Avilés se ha hecho multimillonaria gracias a su cacicazgo, los habitantes de Tantoyuca viven la pesadilla de la inseguridad convertida en secuestros, robos y asesinatos.
“Vivimos en la zozobra y en medio del horror ya que no sabemos quién será el próximo secuestrado o asesinado” me dijo una amiga de Tantoyuca que radica en Xalapa.
Esto poco importa a la familia Guzmán Avilés y al gobernador Miguel Ángel Yunes que prometió que en seis meses acabaría con la pandemia de la inseguridad en la entidad.
Yunes Linares anda en otros rollos y lo que pase en Tantoyuca le importa un comino. Parafraseando un poco al periodista Ciro Gómez Leyva: ¡Que se joda Tantoyuca!
Yaru Misuri Arrieta, Luis Ángel Rivera, Pedro Rivera Mejía y Augusto del Ángel Martínez, son cuatro ejemplos crueles y dolorosos de que Tantoyuca es un lugar abandonado a su suerte. Un municipio fallido.
En marzo Veracruz ocupó el tercer lugar nacional con más asesinatos. Falta ver los resultados de abril que ha sido un mes muy cruento. ¿Cuántos de esos crímenes ocurrieron en Tantoyuca y están quedando impunes?
Mucho se habla de las muertes y desapariciones por las que tendrá que responder Javier Duarte, pero poco se dice de las que han ocurrido en lo que va del bienio yunista.
En el caso concreto de Tantoyuca ¿quién va a responder por esos crímenes?
Por mucho que los quieran minimizar, esos crímenes secuestros y levantones habrá que endosárselos al gobierno de Miguel Ángel Yunes y al cacicazgo de la familia Guzmán Avilés.
Pero mientras eso sucede, Tantoyuca sigue viviendo una horrible y angustiosa pesadilla. Una pesadilla que no tiene para cuando terminar.
Buenas noticias
Con una inversión de casi 2 millones de pesos el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, dio este miércoles el banderazo a la pavimentación de la calle Mozart en la colonia Lomas del Seminario.
Esta obra en la que se introducirán mil 671 metros lineales de pavimento hidráulico, beneficiará a 3 mil xalapeños que esperaron por años la pavimentación de esta rúa.
Por otra parte, entre el lunes y martes Zúñiga Martínez inauguró dos bardas perimetrales; una en el Jardín de Niños Bertha Von Glumer y otra en la primaria Libertad Hernández Landa. Además de la construcción de losas de concreto en el Jardín de Niños Violeta Sordo Lagunes.
Que se recuerde, nunca como en estos años un gobierno municipal ha hecho tanto por las escuelas de Xalapa como el de Américo Zúñiga. En más de una ocasión el munícipe ha externado que una de sus prioridades es mejorar los planteles escolares y lo está cumpliendo. A pesar de que los recursos para el rubro educativo escasean, Américo ha sabido hacer mucho con poco en beneficio del estudiantado xalapeño. Y esas son buenas noticias.