Se acercan las campañas de tres Estados y se renuevan 212 alcaldías en Veracruz, con ellas vienen los secretos por revelarse o filtrarse, en las redes sociales; también habremos de esperar equivocaciones en publicaciones, o la respuesta en las mismas ante algún tema que deba aclararse.

En cuestión online se deben tener dos puntos claros: 1) «Todo lo que se sube a internet, se queda en internet», se debe estar muy atento y leer más de 3 veces lo que se va a informar, 2) Ser prudente en lo que se platica por estas vías de comunicación, es decir, la traición está a la orden del día en esta etapa de las campañas.

Un tuit redactado con el estómago, una plática por WhatsApp, pueden influir en la imagen según el partido que representen, no necesitan ser candidatos para afectar la campaña, no hay cargo menor para estas herramientas online, todos valen lo mismo, pueden ser material informativo o destructivo.

Por ejemplo, Felipe Calderón, esposo de la que pudiera ser candidata a la presidencia por el PAN, no ayuda con sus declaraciones y lo que publica en su cuenta de Twitter. Hace unos días criticó el mensaje de López Obrador en el que afirmó: «A los Del Mazo y a las Josefinas les va a ganar la maestra Delfina», a manera de respuesta, Calderón escribió: «¿Delfina es nombre propio? ¿O así le dicen por como la trata quien la nombró y es su jefe?».  Descalificar al contrincante no siempre va a funcionar, ante esto, el ex Presidente de la República recibió críticas que lo llevaron a borrar el tuit, ni con eso solucionó el error.

En este caso, no existe una mala interpretación, ni la solución era borrar, ni inventar que se metieron a su cuenta. Por eso se piensa y se lee antes, cuidando siempre el objetivo del mensaje, ya cometido el error, lo que quedaba era aguantar que le llovieran las críticas, tomó más importancia el haberlo eliminado.

Tenemos otro ejemplo reciente en la capital de Veracruz, sin empezar campañas, lo cual es importante aclarar: un ex colaborador del ayuntamiento en un grupo de WhatsApp, se refirió a un empleado de servicios municipales de manera discriminatoria: “No me parece que se burlen simplemente por que tiene que pararse a las 4:30 de la mañana, a trabajar, agarrar 2 camiones, ponerse unos guantes rotos, subirse a la caja del camión e irse resbalando entre desperdicio y excremento humano, para juntar unas cuantas latas de refresco y regresar a su casa, donde su esposa lo espera amorosamente con un platito de frijoles y un café negro”. Este joven forma parte de una organización juvenil que sin duda deja mal parada. Horas después él, el alcalde y la propia persona ofendida, desmintieron estas capturas de pantalla, diciendo que son fabricadas por tiempos de campañas.

Aquí actuaron intentando apagar el fuego amigo, con estas aclaraciones poco creíbles. El muchacho ya desconfiará hasta de su sombra, ¡bien hecho!, la traición se le presentó, pero no sólo esa es la lección, sino aprender a ser prudente en lo que se escribe y el sitio donde lo haga; esto ya suma en el currículum virtual del joven y tampoco se borra.

Las redes sociales durante y fuera de campañas no tienen la misma fuerza, la gente ya está en espera de lo que pudiera salir en Facebook, Twitter o YouTube, con estas plataformas son suficientes para ponerse en contexto.