En el imaginario colectivo siempre baila la duda rumbera respecto de que si los políticos en México son más brutos que perversos o al revés. Generalmente nunca se sabe, sobre todo cuando se hacen anuncios como el de Pemex –que reconoce que las reservas de petróleo cayeron 10 por ciento tan sólo en un año-, justo a la mitad de la venta de garaje del sector energético.
¿Cuál fue el propósito? ¿Asustar a los inversionistas? ¿Tratar de justificar la falta de interés en los concursos sobre aguas profundas? ¿Alertar sobre la urgencia de vender el sector petrolero “antes de que se acabe”? ¿Anunciar al mercado internacional que vamos a dejar de ser un país petrolero? Sea cual fuere, suena a un verdadero tiro en la pata.
El viernes pasado, según una nota publicada por distintos medios nacionales, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) informó que las reservas probadas de hidrocarburos de México bajaron un 10.6 por ciento el año pasado para ubicarse en 9 mil 160.7 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, afectadas por las menores inversiones hechas por la estatal Pemex y la falta de maduración de nuevos proyectos.
El regulador petrolero alertó además, sin saber con qué oscuro propósito, que las reservas probadas de crudo -aquellas con el mayor grado de certidumbre- se redujeron un 7.9 por ciento a 7 mil 037 millones de barriles. “En cuanto a las de gas natural, del que México es muy deficitario, las reservas 1P bajaron un 17.8 por ciento a 10 mil 402 miles de millones de pies cúbicos dijo el regulador en una sesión del órgano de gobierno”, agrega el comunicado.
Es de sentido común que si queremos vender el caballo –por muy correteado que esté-, debemos hablar bien del caballo. A menos claro, que se trate de un pura sangre y lo queremos malbaratar para quedarnos con la diferencia.
Pemex es una de las instituciones más complejas del gobierno mexicano. Tal vez por ello, una de las de mayor administración discrecional que suele traducirse en una gran corrupción en la que están involucrados todos –funcionarios, sindicato, empresas-. Nadie sabe con certeza qué pasa en Pemex y con el petróleo del país. El anuncio del viernes es un contrasentido al optimismo generado apenas en septiembre pasado.
En junio de 2015, el ex director general de Pemex, Emilio Lozoya, informaba con un optimismo desbordado el descubrimiento de 4 nuevos yacimientos en el Golfo de México. Y cito el boletín de la paraestatal: “Aprovechando las nuevas herramientas que nos proporcionó la Reforma Energética, descubrimos 4 nuevos yacimientos”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
Para entonces, la petrolera mexicana estimaba que los nuevos yacimientos traerán un aumento en la producción de 200 mil barriles diarios de petróleo crudo, así como 170 millones de pies cúbicos diarios de gas. Los yacimientos descubiertos en el Litoral de Tabasco y la Sonda de Campeche tendrían los nombres de ESAH-1, CHEEK-1, BATSIL-1 y XIKIN-1
Presumían entonces que los descubrimientos aportarían una producción adicional del orden de 100 mil barriles diarios de petróleo ligero y 90 millones de pies cúbicos de gas al día, explicó la firma en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Hoy, Emilio Lozoya está sujeto a una investigación por su responsabilidad en la compra de Agro Nitrogenados y el uso de recursos de transporte por personal de la petrolera Odebrecht, según lo ha confirmado el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos.
Un año después, en septiembre de 2016, Petróleos Mexicanos volvió a decir que durante exploraciones “sus técnicos descubrieron 6 yacimientos en el Golfo de México, dos de ellos de crudo súper ligero en aguas profundas y cuatro más de crudo ligero en aguas someras”, confirmando el potencial petrolero de las provincias geológicas del Golfo de México.
Según la misma dependencia, estos nuevos descubrimientos permitían cumplir el objetivo estratégico de incrementar el inventario de reservas “con criterios de sustentabilidad y costos competitivos”. Es decir, una vez más, estábamos nadando en petróleo.
Entonces, ¿qué fue lo que pasó? ¿Las autoridades de Pemex estuvieron mintiendo todo el tiempo? ¿Lo que encontraron ya lo entregaron a las grandes petroleras de manera directa y sin escalas? ¿O de plano los calores de marzo evaporaron la décima parte de nuestras reservas petroleras? ¿Qué es lo que se esconde tras esta cadena de pifias que más bien suenan a una manipulación perversa de la información? ¿Los funcionarios se convertirán en inversionistas con información privilegiada?
Así, mientras la raza se entretiene con los escándalos y la violencia, en Pemex se siguen realizando grandes negocios en la oscuridad.
Las del estribo…
- Cada vez son más voces las que aseguran que lo dado a conocer sobre los desvíos en la Secretaría de Salud es un chiste frente a los hechos e historias que no se han contado. Muchos médicos muy reconocidos prefirieron retirarse a tiempo. ¿Alguien de verdad investigará o seguiremos teniendo una justicia selectiva?
- Pues resulta que las “reinis” y las “barbies” resurgieron de sus cenizas. Ojalá y a la delegada federal que se promueve para el Senado no olvide que luego de ser alcaldesa y dirigente estatal, no logró ganar una sola casilla en su última elección.