La comunicación hace unos años era vertical, para los que nos gobernaban era más sencillo que fuera así, se tenía control de lo que se quería comunicar, y de lo que no era conveniente dar a conocer a los medios de comunicación tradicionales.
Las redes sociales existen desde hace mucho tiempo, no es algo nuevo, lo que ha modificado al paso de los años es el uso que se les da, desde compartir momentos personales, hasta exhibir algún personaje o acto con el que no se esté de acuerdo; esto ha crecido de una manera impresionante, ha afectado la gobernabilidad de nuestro país en materia de comunicación.
Algunos estados han intentado utilizar la ley de por medio para buscar controlar esta comunicación horizontal de ahora, es decir, poner un estilo de filtro para las publicaciones en redes sociales, en donde no se tiene el control. Veracruz y Tamaulipas son ejemplo de ello.
En Veracruz, en el 2011, se intentó castigar a todo aquel que usara redes sociales (en este caso la red social es Twitter) para causar pánico, esto era por mensajes que se publicaban con falsa información (según valorado por el gobierno) como: balaceras, secuestros, amenazas en escuelas, entre otras, se compartía lo que se leía , causando psicosis en la ciudadanía sin saber lo veraz del contenido. Esto empezó a rebasar a las autoridades, de tal manera que localizaron a los creadores de la información difundida; fueron detenidos y acusados de terrorismo. Por lo que estuvieron unos meses en Pacho Viejo.
Pero esto solo funcionó en esa ocasión, porque eran personas que ocupan su cuenta personal para ello, más ahora cualquiera publica un rumor sin utilizar su verdadera identidad, de esta forma la ley ¿a quién castiga si no existe ese usuario? Con esto no se acabó el problema, hasta hoy siguen los rumores, la desinformación en las redes sociales, ahora peor, no sabemos ni de dónde proviene y la mayoría de veces es real.
Tamaulipas es un ejemplo reciente en donde por unanimidad de partidos, el Congreso Local aprobó reformas al Código Penal estatal, que prohíben la elaboración y difusión de memes para burlarse del gobierno o sus funcionarios.
El 23 de marzo, la Presidenta del Congreso local de Tamaulipas, Leticia Gerardo Hernández, recibió el oficio SGG/240/17, que proponía reformas a los artículos 207 y 189, del citado código, las cuales prohíben la difusión de imágenes en redes sociales, con el fin de dañar o desprestigiar a funcionarios de la administración o sus instituciones.
Es decir, “artículo 207 Quáter.- Al que sin autorización utilice o copie o modifique, información contenida en sistemas o equipos de informática o redes sociales protegida por algún mecanismo de seguridad que modifique, dañe o desprestigie a alguna persona o institución privada, se le impondrá una sanción de dos a cinco años de prisión y una multa de cien a trescientas veces el valor diario de la Unidad Media de Actualización”, dice la reforma aplicada, pero añade que se aumentará una tercera parte de dicha pena cuando el delito sea cometido en contra de alguna institución o servidor público.
En el primer punto queda claro que se viola la libertad de expresión, pero ¿cuánto tiempo podría durar esto?, refiriéndome a las redes sociales que es un mundo virtual, alguien de otro país puede hacerlo, subirlo y ahí va a estar, porque lo de hoy es la comunicación horizontal, es algo que los gobernadores deben aceptar, es más, los que aspiran a serlo, tienen que contemplar esto.
Aún así, el Gobernador Francisco Cabeza de Vaca, ya dio a conocer mediante su Twitter lo siguiente: “Decidí no promulgar las Reformas al Código Penal de Tamaulipas; se harán ajustes garantizando en todo momento la libertad de expresión.”, de cualquier forma esto no era factible para ejecutar. Hasta ahorita no existe un mandatario que gobierne las redes sociales. Me queda claro que este gobernador no aguantaría ni un mes en Veracruz por lo sensible que es ante los memes.