“Humberto Moreira protegía a Los Zetas. Felipe Calderón se robó la Presidencia” Confidencias de malandros
Cuando escuchábamos las sandeces del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, hoy prófugo de la justicia, sobre la seguridad de los veracruzanos, asegurando que no pasaba nada, pues no quedaba de otra más que razonar en silencio el origen de esas afirmaciones: el gobernador estaba muy lejos de la realidad, al gobernador lo engañaban sus colaboradores; el gobernador, autoritario como se comportaba, no aceptaba los señalamientos críticos; el gobernador estaba en otros asuntos más importantes para él, que nada tenían que ver con el destino de sus gobernados; al gobernador le valía madre que asesinaran a quien fuera, que la delincuencia organizada consumara matanzas, el gobernador vivía en otro mundo, lejos, muy lejos de la realidad.
Todas esas hipótesis cabían en el comportamiento de una persona irresponsable, arrogante, ambiciosa, ignorante, que llegó al cargo más importante al que puede aspirar un político, por imposición de su antecesor, como parte de un plan para que le protegiera las espaldas, no por su vocación de servicio ni su compromiso social, nada de eso, Duarte jamás supo qué era eso.
En tales circunstancias es que sus afirmaciones contrastaban totalmente con la realidad y la percepción social. Los años del duartismo fueron terribles, miles de veracruzanos perdieron la vida a manos de la delincuencia organizada, tolerada por las autoridades. Por eso, si a algo aspirábamos era a recobrar la tranquilidad, la paz social, a que se apaciguara el estado para poder vivir en calma.
Ayer estuvimos toda la mañana en un hospital particular de Xalapa donde le practicaron una cirugía a un familiar muy cercano y ahí, en la antesala del quirófano, donde se reúnen los familiares y amigos de un paciente a esperar que los galenos hagan su chamba, escuchamos versiones sobre secuestros perpetrados en Xalapa los últimos días, que no imaginábamos que estuvieran sucediendo.
En voz baja, como en secreto, las personas comentan con rabia y temor la suerte que han corrido ciudadanos xalapeños a quienes han privado de la libertad las bandas de secuestradores que operan en la capital del estado. Y de los tres que mencionaban, uno había sido encontrado muerto después de que los familiares pagaron el rescate.
Por qué la gente no denuncia estos delitos… por temor.
Sí, el ciudadano desconfía de nuestros cuerpos policíacos, de los Ministerios Públicos y de todos, y es por eso que prefieren guardar silencio y con ello una especie de luto, a correr el riesgo de perder a un miembro más de la familia por haber denunciado.
La percepción social, que no está equivocada, es que el gobierno actual no ha logrado frenar la comisión de todo tipo de delitos, que ya está superado por la delincuencia, que vivimos el peor momento de inseguridad de la historia de Veracruz y que si con Duarte estábamos mal, hoy estamos peor.
Posiblemente esto se deba a que nuestras autoridades están más preocupadas por tomar el control político de todas las regiones del estado a través de los presidentes municipales, imponiendo candidatos por todas partes para ganar y acrecentar su influencia, que ponerse a gobernar, a cumplir con las promesas que nos han hecho en todas las áreas de la administración pública, comenzando con bajar los índices delictivos y aplicar la ley a los que la violaron en la administración anterior, poner en marcha el programa de reordenamiento del transporte público, hacer más eficientes las secretarías de despacho, acelerar las denuncias que hay en la Fiscalía del Estado en contra de decenas de exservidores públicos y poner orden.
Cómo quieren afirmarse en el poder si quienes los eligieron (solo un tercio de quienes votaron) están en el desencanto y el arrepentimiento. Pues no, así no es posible, ya verán el resultado del proceso electoral municipal que es el primer referéndum al que se va a someter la administración del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, luego de siete meses de gobierno.
Buganza cumple con su chamba
De los contados diputados locales que dedican su tiempo a producir en el Congreso, hay que incluir a Gerardo Buganaza y Salmerón, autor de inciativas de ley producto del trabajo y la responsabilidad que siente el cordobés para con sus representados. Ayer por ejemplo propuso modificaciones al Código Civil del Estado que seguramente serán aprobadas por su congruencia.
En su exposición de motivos, el diputado Buganza dice que el matrimonio para constituirse requiere la manifestación de voluntades, por lo que considera que si los contrayentes son omisos en señalar el régimen patrimonial bajo el cual pretenden contraer matrimonio, la presunción correcta es que el mismo se está celebrando bajo separación de bienes y no de sociedad conyugal como equivocadamente lo establece la disposición legal antes citada.
Para la existencia del contrato se requieren dos elementos que son: el consentimiento y el objeto, y para su validez, el contrato requiere la capacidad de las partes, la ausencia de vicios en el consentimiento; que su objeto, motivo o fin sea lícito y la forma exigida por la ley.
En razón de lo anterior, la iniciativa presentada propone reformar el artículo 166 y derogar el segundo párrafo del artículo 171, ordenamientos del Código Civil del estado de Veracruz, para que queden de la siguiente manera:
Artículo 166: “El matrimonio debe celebrarse bajo el régimen de sociedad conyugal, o bajo el de separación de bienes. A falta de capitulaciones que definan uno u otro, la ley establece la presunción legal de que el matrimonio se ha celebrado bajo el régimen de separación de bienes”.
Artículo 171: “La sociedad conyugal se regirá por la capitulaciones matrimoniales que la constituyan, y en lo que no estuviere expresamente estipulado, por las disposiciones relativas al contrato de sociedad”.
Jenaro Villamil y los crímenes contra periodistas en México
La revista Proceso publicó este martes un interesante artículo del periodista Jenaro Villamil, que se refiere a los asesinatos de periodistas que hemos padecido en los últimos días.
Dice Villamil que “los crímenes a periodistas se han minimizado por las propias élites gobernantes en las entidades y a nivel federal, por las principales instituciones de procuración de justicia responsables de investigarlos y por los directivos de los propios medios de comunicación, salvo honrosas excepciones que encabezan la defensa y no la negociación de sus reporteros asesinados y amedrentados.
Los tres casos recientes ocurridos en marzo de Cecilio Pineda, Ricardo Monlui Cabrera y Miroslava Breach reflejan muy bien esta situación. Ningún medio de influencia nacional ha tomado la defensa y documentación de los dos primeros, salvo por sus propios colegas. La Jornada ha encabezado la denuncia del crimen de Miroslava Breach y Proceso publicó esta semana en portada un amplio expediente del caso, pero la peor indiferencia es la de otros medios grandes e influyentes de comunicación. Para la gran mayoría, los crímenes se reducen a nuevos datos estadísticos y se pierden en este horroroso “paisaje” nacional de homicidios impunes, fosas clandestinas, ejecuciones”.
“Algunos colegas aún escriben que “no comulgo con la idea de que esas muertes se coloquen por encima de las demás muertes” (José Cárdenas, El Universal, 28-marzo-2017). Nadie dice que los homicidios a periodistas deban estar por encima de otros. Argumentamos que revisten una importancia especial por los tres elementos descritos que los convierten en un asunto público de primer nivel”.
“Hasta ahora, ni el presidente Enrique Peña Nieto, ni el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ni el procurador General, Raúl Cervantes, han tenido una reacción de indignación, empatía o solidaridad con los familiares de los tres reporteros asesinados en marzo, mucho menos del gremio. Osorio Chong prefiere sumarse a la campaña contra el gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral, pero mantiene silencio sobre la responsabilidad del priista Héctor Astudillo, en Guerrero, y sobre la suya propia como cabeza del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas”.
Reflexión
Julen Rementería del Puerto, titular de la SIOP, fue pillado en plena campaña en favor de los candidatos de su partido, el PAN. Lo hizo en un día hábil, o sea de trabajo, y usando un helicóptero oficial. ¿Actuará el OPLE en consecuencia como lo hace con periodistas a los que amedrenta por publicar resultados de encuestas? Esperemos. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas