Por supuesto que no se trata de que Miguel Ángel Yunes Linares deje la gubernatura porque así lo haya emplazado públicamente Andrés Manuel López Obrador si el panista no comprobaba su dicho de que el ex gobernador Javier Duarte le “daba dinero” a Morena, ya que el mandatario del partido blanquiazul jamás aceptó de manera formal esa apuesta, lo que resultó inexplicable si es que estaba muy seguro de tener “los pelos de la burra en la mano”, como se dice coloquialmente, para exhibir al ex perredista tabasqueño.
Pero si en lugar de dedicarse a gobernar, sin distracciones y de tiempo completo –como lo exige el ejercicio del poder público, máxime en un estado con la grave crisis financiera y de inseguridad que padece Veracruz–, Yunes Linares prefiere desgastarse en estar grabando videos a cada rato para descalificar y retar a sus adversarios políticos a debates que no aportan ninguna solución a los graves problemas que enfrentan los veracruzanos, entonces lo más congruente, honesto y ético sería que el gobernante del PAN solicitara licencia al Congreso local para separarse de su cargo y así, ya sin el fuero y los recursos del gobierno que encabeza, se dedique plenamente a combatir a sus oponentes y a impulsar a sus hijos a los puestos de elección popular que ahora pretende para ellos.
Yunes no puede desatender la importante responsabilidad pública que le encomendó una mínima mayoría del electorado sólo para contraatacar a quienes por intereses político-electorales lo cuestionan y lo van a seguir cuestionando sobre su nepotismo y abultado e inexplicable patrimonio familiar, pues en su corta administración habrá comicios consecutivos, este año para renovar los 212 ayuntamientos del estado y en 2018 para elegir Presidente de la República, Gobernador, senadores, diputados federales y locales.
Y es que este jueves, luego de que AMLO difundió en las redes sociales que Yunes Linares “me acusó de estar recibiendo dinero de Duarte (pero) no pudo probarlo”, el gobernador del PAN grabó otro video para responderle al dirigente de Morena, al cual retó a un debate público para el próximo sábado 25 “en donde tú quieras”. Además, lo amenazó con “llevar las pruebas para demostrar que Duarte te daba dinero, que eres un corrupto como todos lo sabemos”, y para advertirle que “aquí en Veracruz vas a encontrar la horma de tu zapato”.
Pero si Yunes de veras tiene pruebas del dinero ilícito que Duarte le habría entregado a López Obrador, entonces lo legalmente conducente sería que el panista acudiera a la Fiscalía General del Estado para presentar una denuncia penal en contra del dirigente de Morena en vez de convocarlo a un debate.
Quién sabe con qué patraña va a salir ahora Yunes, quien últimamente ha sido criticado por el show mediático que montó en Córdoba con una bodega descubierta dizque a través de una “denuncia anónima” y que supuestamente pertenece al ex gobernador.
A López Obrador lo acusó este miércoles de recibir dinero de Duarte para que su partido operara en la zona sur del estado, e inclusive señaló que el ex secretario del Trabajo, Gabriel Deantes Ramos, era el encargado de entregárselos.
Sin embargo, este jueves el diario Reforma –un periódico muy afín a Yunes y al PAN– publicó que, en efecto, Javier Duarte acordó pagar 2.5 millones de pesos mensuales pero a un grupo de ejidatarios de Tatahuicapan para que no cerraran las válvulas de la presa Yuribia, que abastece de agua a las ciudades de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
De acuerdo con el convenio al que tuvo acceso el diario capitalino, el 28 de diciembre de 2014, funcionarios de la administración del ex priista aceptaron depositar mensualmente la cantidad de 2.5 millones de pesos al Consejo de Vigilancia del Ejido Tatahuicapan para que los campesinos no bloquearan la presa.
En el documento, el gobierno de Duarte también se comprometió a retirar las denuncias penales que por el bloqueo al cuerpo de agua fueron levantadas en contra de los líderes ejidales, entre ellos Lino Bautista González.
Pero este acuerdo no se hizo en lo oscurito. El convenio fue firmado por el secretario de Gobierno en turno, Erick Lagos; por el entonces procurador Luis Ángel Bravo; por Mauricio Audirac, titular de la Sefiplan; por la diputada Anilú Ingram, presidenta de la LXIII Legislatura local, y por Joaquín Caballero, alcalde de Coatzacoalcos. Según el diario, también firmaron el documento Francisco Valencia, director de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz, e Iván Hillman, delegado federal de la Comisión Nacional del Agua.
Los ejidatarios exigieron además la construcción de un hospital que atendiera de manera gratuita a la población indígena de Tatahuicapan y el abastecimiento de medicamentos para la unidad médica rural. Sin embargo, en ninguna parte del documento aparece la firma de algún representante partidista de Morena en Veracruz. No obstante, Yunes aseguró este miércoles que los ejidatarios fueron incitados por el partido de López Obrador, quien, reiteró, “también recibió el dinero”. Vamos a ver si puede probarlo. De lo contrario, sería trágico para los veracruzanos seguir perdiendo el tiempo con un gobernador así.
Por lo mientras, ayer jueves, en el municipio de Miahuatlán, AMLO ridiculizó al irascible gobernante veracruzano, pues ironizó que no asistiría al debate convocado por Yunes porque sí le tiene miedo: “¡corro el riesgo de perder mi cartera!”. Lo cierto es que el sábado 25 tiene una gira programada por los estados de Nuevo León y Coahuila.