No lector, no se trata del asalto a un camión cargado con cítricos, tampoco del robo multitudinario a una tienda de autoservicio. Se trata de un atraco a la ciudadanía de Martínez de la Torre, cuyo responsable es al parecer el alcalde Rolando Olivares Ahumada.
La historia comenzó el pasado diciembre cuando en su tercer informe de labores, Rolando anunció como terminadas y pagadas varias obras relacionadas principalmente con la pavimentación de calles.
Esto no es novedad. De Antonio M. Quirasco a Javier Duarte, no ha habido gobernador que no haya entregado “totalmente asfaltado” y con una inversión millonaria, el tramo carretero Tuxpan-Tamiahua. Y yo te invito a que te asomes a esa carretera. Pero aguas si vas a caballo porque se puede romper una pata.
Olivares Ahumada pensó que podría hacer lo mismo, pero no contó con que varios vecinos de las calles presuntamente beneficiadas protestarían indignados.
Gracias a esas denuncias un grupo de periodistas investigó en el Orfis y se encontraron con que las obras estaban reportadas al 100% de avance físico y financiero. Es decir, totalmente terminadas y pagadas.
Pero el pasado sábado fueron más allá y cruzaron la información de las denuncias con la documentación del Orfis. Para esto transmitieron por radio y en vivo desde los puntos denunciados y… ¡sopas! Resultó que no había ninguna obra concluida y en algunos casos ni siquiera empezada.
Y que se arma el traca traca.
Los periodistas estuvieron en las calles Guillermo Prieto, Jorge Todd, Miguel Hidalgo y Ríos Balsas donde se supone se construyeron guarniciones y se pavimentaron con concreto hidráulico, y resulta que en algunos casos nomás está la pura terracería sin guarniciones y obviamente sin concreto.
La quinta obra que entregó Rolando “debidamente terminada” fue el techado de la cancha de usos múltiples de la primaria “UNESCO” en la comunidad Plan de Limón.
Para comprobar que se pavimentaron esas calles, el alcalde mostró al Orfis close ups de rúas donde no se ve más que un pedazo de pavimento. Y para comprobar el techado de la escuela cometió la sevicia de presentar la foto de un techo, sabrá Dios de dónde, porque la primaria no lo tiene.
El atraco que se está cometiendo con los martinenses es por 7 millones, 394 mil 660 pesos.
Agarrado en la maroma, Rolando declaró a los medios que las obras se están realizando y si hay un atraso se debe a que los recursos no han llegado. A renglón seguido y sin decir agua va, se le fue encima a la diputada local María Elisa Manterola Sáinz a la que acusó de “entorpecer la transformación y el avance” de Martínez de la Torre.
A ver, a ver, vamos por partes. Si los recursos no han llegado ¿por qué dijo al Orfis que las obras están totalmente terminadas y pagadas? ¿Por qué presentó documentación y fotos amañadas?
Por otra parte, ¿qué tiene que ver la diputada Manterola con que no estén terminadas las mencionadas obras? ¿Acaso es la contratista encargada de pavimentar o de construir techados para escuelas?
Lo que descubrieron los periodistas de Martínez de la Torre fue una cloaca pestilente de más de 7 millones de pesos en la que pueden estar coludidos desde el alcalde hasta la Síndica Municipal, pasando por el Regidor de Hacienda, el Tesorero y el Director de Obras Públicas del Ayuntamiento.
Este columnista quiso comunicarse con Olivares Ahumada para conocer su versión y tener más claridad sobre un problema que le puede costar algo más que su carrera política. Pero un sujeto que se dijo su secretario y no dio su nombre, contestó que el señor alcalde estaba en “acuerdo” y no podía tomar la llamada.
Ojalá hable pronto, sería bueno.
Nunca como ahora le debe venir muy ad hoc la frase que dijera el inmortal Javier Duarte horas antes de presentar su dimisión a la gubernatura de Veracruz: El que nada debe, nada teme.