Alrededor de una persona emprendedora hay un montón de creencias. Al parecer, el emprendedor se encuentra dentro de un círculo inmerso de estereotipos que no necesariamente se relacionan con la realidad.

A continuación, encontrarás algunos de los mitos más comunes que se encuentran alrededor este perfil:

 

1.El emprendedor no tiene jefe

Uno de los mitos más extendidos y envidiado por el resto de trabajadores es este. Es cierto que no tenemos un cliente al que ponerle una cara bonita todos los días, pero sí tenemos que seguir riendo a alguien, que no tengo claro si es mejor: el cliente. A diferencia de un jefe, no le importa la hora que sea, no le importa que tengas mucho trabajo, ni si estás dormido. Siempre está encima de ti y no hay límites.

 

2. El emprendedor maneja sus horarios

Cuando era una empleada y tenía un horario fijo, envidiaba de forma sana a los emprendedores que se habían atrevido a lanzarse a sus sueños. Ellos podían decidir cuándo empezar a trabajar, más temprano, más tarde, o elegir sus días libres. A día de hoy, puedo decir que muchos emprendedores cercanos que conozco, no tienen tanta libertad como creía y están  atados 100% a sus clientes.

Pueden manejar su tiempo de manera más flexible, pero si tienen que entregar un proyecto, deben emplear aunque sean 10 o 12 horas diarias con el fin de tenerlo a tiempo y con el mejor resultado. Por lo tanto, muchas veces hay que trabajar los fines de semana y no tienen las vacaciones que desean. Los horarios son más flexibles, pero mucho más exigentes.

 

3. El emprendedor puede trabajar desde cualquier lugar

Es cierto que la tecnología actual permite que trabajemos desde cualquier parte del mundo. No obstante, siempre es bueno estar cerca del cliente y reunirse cara a cara con él además de escucharlo. Si no se puede, queda la opción de realizar videollamadas por Skype, con el fin de tener éxito en los proyectos.

De todas formas, siempre habrá algún cliente que decida conocerte en persona y tener un trabajo físico en un comienzo, con el fin de negociar los trámites iniciales. Así que ten esto en mente y si no, siempre quedan las herramientas online, dispuestas a solucionarnos la vida.

 

4. El emprendedor vive menos estresado

Cuando trabajabas para otra persona, crees que los emprendedores son más felices, viven más tranquilos y sonríen más… sin tanto estrés. Si bien, debes saber que el estrés es como “el pan de cada día” en una empresa. Todos los días se persiguen unos objetivos y unas cuotas estipuladas, de forma constante.

Pero es cierto que un emprendedor, establece él mismo los objetivos, aunque se estresa mucho más cuando ve que no logra alcanzarlos porque de esto depende la salud del negocio y también, la suya.

Lo cierto es que existen muchos mitos alrededor de la vida del emprendedor, pero también debo decir que es un estilo de vida que decides crear tú, desde cero y que poco a poco va aportándote pequeños y grandes beneficios al ver cómo vas avanzando.

Podrás tener muchas percepciones o haber escuchado muchas historias de personas emprendedoras, pero para entender lo que realmente es un emprendedor, hay que vivirlo. Si no lo has hecho, este es el momento de dar el gran paso.