En los últimos años, el Partido de la Revolución Democrática ha ido de más a menos; en cada proceso electoral el resultado de esa fuerza política, la cuarta en la entidad veracruzana, es peor que el anterior y ello ha ya impactado en el tema de las prerrogativas.
El mejor resultado perredista en la historia de la entidad se presentó en 2004, cuando obtuvo más de 784 mil sufragios con Dante Delgado como candidato al gobierno del estado, y de eso ya han pasado 12 años.
Un sexenio más tarde, en 2010, con la misma fórmula, el Sol Azteca apenas superó los 400 mil votos.
Después de eso, simplemente el PRD no daba una; cada elección era la misma historia: algunos triunfos en municipios pequeños, rurales y pobres pero sin mayor presencia en las ciudades medias de la entidad.
Probablemente la única excepción sea el proceso federal de 2015, cuando el PRD logró un importante triunfo en el distrito de Poza Rica; fuera de eso, la participación política del Sol Azteca ha sido una historia de fracasos electorales.
Esos malos resultados, de alguna manera, influyeron para que la dirigencia perredista en la entidad decidiera, al finalizar 2015, sumar fuerzas con Acción Nacional, fuerza política con la que el PRD no tiene identificación ideológica alguna. Aun así, a pesar de no tener historia y principios parecidos, dicho partido se sumó al blanquiazul y al ganar las elecciones para gobernador, pasó de ser oposición a gobierno.
Hace relativamente poco platicaba con un integrante de la dirigencia estatal del PRD, quien mostraba su optimismo por el cambio en el poder ejecutivo de la entidad; decía que al Sol Azteca le darían al menos tres o cuatro secretarías del gabinete estatal, lo cual no ocurrió porque en el equipo de Yunes Linares sólo aparecen panistas, políticos cercanos al hoy gobernador, y sólo un perredista, el ex dirigente estatal Rogelio Franco Castán, quien llegó a la Secretaría de Gobierno. Ningún otro cuadro distinguido del partido se logró colar a una secretaría; sólo el ex diputado federal por el distrito de Xalapa, Uriel Flores Aguayo, llegó a una subsecretaría en la Secretaría de Educación; de ahí en fuera, los perredistas sólo llegaron a espacios de medio pelo en la estructura de gobierno.
Esa misma tendencia, nos dicen, se registrará en 2017, cuando se lleve a efecto la renovación de los 212 ayuntamientos veracruzanos. Lo más probable es que en las elecciones locales del año entrante, en los términos de la alianza PAN-PRD, el Sol Azteca termine por conformarse con 50 o 60 candidaturas a pequeñas alcaldías, nada más.
Este domingo, el perredismo cambió a su dirigencia estatal luego de la obligada salida de Franco Castán; por unanimidad, 196 consejeros del partido eligieron al ex diputado local Jesús Velázquez Flores como nuevo presidente del Comité Directivo Estatal; el exlegislador tendrá la encomienda, en teoría, de llevas las riendas del PRD en el proceso municipal del próximo año; en teoría, porque lo más probable es que tanto las negociaciones como las decisiones al respecto se lleven desde Palacio de Gobierno, lo que colocará al nuevo dirigente en la triste calidad de figura decorativa.
Américo, sigue en la lucha
En la agenda del alcalde Américo Zúñiga Martínez, la recuperación de los fondos retenidos por el Gobierno del Estado a los municipios veracruzanos no es un asunto coyuntural de mera significación político partidista, sino la defensa de una causa municipalista.
Por eso se ha mantenido en pie de lucha, abanderando acciones como fue la presentación de una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra del Gobierno del Estado de Veracruz y de la Secretaría de Finanzas y Planeación por la retención indebida de diversos fondos federales; además, en un hecho legal inédito e histórico, haciendo uso de sus facultades Constitucionales, el Ayuntamiento de Xalapa presentó en Sesión de Cabildo un proyecto de Decreto para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley de Coordinación Fiscal, el cual será entregado al Congreso del Estado con la solicitud de que se presente ante el Congreso de la Unión para su discusión y aprobación.
Estas son acciones que reafirman el liderazgo que el munícipe xalapeño ha protegonizado para que se destrabe este vergonzoso asunto de los fondos federales retenidos por la pasada administración estatal.
Xalapa cree y respalda las instituciones
A propósito del cambio de gobierno estatal, se oye bien el discurso conciliador, propositivo e institucional que ha mostrado el alcalde Américo Zúñiga Martínez, respecto a la nueva autoridad estatal, al cual ofrece la colaboración del Ayuntamiento de Xalapa “sin importar de qué color sea su partido de origen, porque somos respetuosos de las leyes y de las instituciones y creemos que se debe mantener un diálogo de respeto”, así lo señaló el munícipe capitalino, además de celebrar que varios de los integrantes del nuevo gobierno estatal sean ex alcaldes con probada experiencia. Y en los hechos, la relación entre el gobernador del estado y el alcalde de la capital veracruzana es de respeto y amistad, así ha sido desde siempre. @luisromero85