Contra lo que todo mundo llegó a suponer inicialmente, Flavino Ríos Alvarado no fue propuesto por el gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa para que lo sucediera como interino durante los últimos 49 días que le restaban a su administración, sino que habría sido el ex gobernador Miguel Alemán Velasco, muy cercano al presidente Enrique Peña Nieto, quien habría avalado la designación de su ex secretario de Gobierno para que cerrara el trágico sexenio duartista.
Y es que, según ha trascendido, en la vulnerable situación política en la que se encontraba ya Duarte de Ochoa –quien el martes 11 de octubre fue citado en la Ciudad de México por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para persuadirlo de que debía solicitar licencia al Congreso local de Veracruz para que se dedicara de tiempo completo a su defensa jurídica ante las denuncias penales que el SAT y la Auditoría Superior de la Federación habían presentado en su contra ante la Procuraduría General de la República, decisión que el mandatario veracruzano anunciaría como suya a la mañana siguiente en el noticiario de Televisa que conduce el periodista Carlos Loret de Mola–, lo cierto es que para entonces el ahora ex gobernante prófugo ya no contaba con ningún tipo de fuerza ni apoyo político para condicionar a quién quería o más le convenía dejar en su lugar.
De hecho, si en el gobierno federal le hubieran conferido esa última concesión, es muy posible que Duarte haya optado por el diputado federal tuxpeño Alberto Silva Ramos, a quien previamente había intentado imponer como candidato del PRI a la gubernatura.
Silva se mantuvo leal a Duarte como coordinador general de Comunicación Social del gobierno del estado hasta que su ex jefe fue obligado a separarse de la gubernatura. Pero una vez definido Flavino como gobernador interino, el ex alcalde de Tuxpan renunció como vocero gubernamental para reincorporarse a la Cámara baja del Congreso de la Unión.
Ríos Alvarado no es el único ex colaborador de Alemán Velasco que a partir de 2014 fueron asumiendo posiciones estelares en el gabinete de Javier Duarte. Aparte de Flavino, quien primero estuvo a cargo de la Secretaría de Educación de Veracruz y luego pasó a la SEGOB, destacan los casos del contralor Ricardo García Guzmán, quien ya había ocupado el mismo puesto en el régimen alemanista; del titular de la Sefiplan, Antonio Gómez Pelegrín, y de Ramón Ferrari Pardiño, secretario de Desarrollo Agropecuario.
El último lunes de octubre, cuando apenas llevaba 19 días como gobernador interino, en una entrevista radiofónica Ríos Alvarado le declaró a la periodista Adela Micha que “de haber sabido que la situación era tan grave, no aceptaba el cargo”. Y este miércoles, cuando los reporteros le pidieron su opinión sobre el posicionamiento del grupo legislativo del PAN, cuyo coordinador Sergio Hernández convocó a las demás fuerzas políticas, incluido el PRI, a solicitar la renuncia de Flavino porque presuntamente su designación se consumó violando la Constitución Política del estado, el político minatitleco respondió sonriente que si le piden su dimisión, “se las firmo”.
En un texto que nos envió José Lima Cobos, quien de 1980 a 1983 presidió la mesa directiva del Congreso local y de 2002 a 2010 se desempeñó como magistrado asignado al Tribunal Unitario Agrario de los Distritos 22, en Tuxtepec, Oaxaca; 32, en Tuxpan; 5, de Chihuahua, y 40 de San Andrés Tuxtla, el abogado veracruzano coincide con el líder de la diputación del PAN sobre el “desaseado” ascenso de Flavino Ríos como gobernador interino, afirmando que “o se raya en la ignorancia o irresponsabilidad”, ya que advierte que “sus actos y decisiones pueden declararse nulas, habida cuenta que innecesariamente se violenta la Constitución Política del estado, creando con ello un conflicto que resultaría –a la larga o la contra en perjuicio de Veracruz– cuando de manera sencilla se debería de haber procedido en congruencia con lo que la lógica jurídica dispone.”
Y refiere que precisamente “el artículo 47 de la Constitución local dispone, en la parte que interesa, que ‘cuando la falta del Gobernador ocurriese en los cuatro últimos años del período, si el Congreso se encontrase en sesiones, elegirá al Gobernador sustituto –caso de Dante Delgado con Fernando Gutiérrez Barrios– quien deberá terminar el período, pero si el Congreso no estuviere reunido, la Diputación Permanente nombrará un Gobernador provisional y convocará al Congreso a sesión extraordinaria para que, erigida en Colegio Electoral, haga la elección del sustituto’, lo que quiere decir, simplemente y llanamente, que no se cumplió con ese protocolo, de ahí que se diga que los actos del supuesto Gobernador interino están viciados y se puede invocar su nulidad, en detrimento de los intereses de Veracruz porque hay actos jurídicos que involucran al Gobernador y que solo él puede refrendarlos o alegarlos.”
Lima Cobos también apunta que “de la manga utilizan el artículo 48, fracción segunda, que precisa que ‘si la misma –licencia o separación– excediera de diez días, pero no más de treinta, el Gobernador deberá dar aviso al Congreso, o en los recesos de éste a la Comisión Permanente, en cuyo caso quedará como Encargado del Despacho’, lo que significa que Ríos Alvarado no puede ni debe firmar como Gobernador interino sino como Encargado del Despacho, lo que públicamente no es así, pues se habla y se presume de un Gobernador interino y no encargado de los negocios del Estado, por la ausencia de su titular.”
¿Dimitirá Ríos Alvarado como ha prometido si se lo piden? Se duda. El 31 de octubre confesó que “de haber sabido que la situación era tan grave, no aceptaba el cargo”. Ya pasaron diez días de esa declaración y sigue aferrándose a la gubernatura interina pese a que los alcaldes del PAN y PRD le tomaron el Palacio de Gobierno, luego la Casa Veracruz y ahora ha tenido que irse a despachar a su domicilio privado. Y este jueves tuvo que salir por piernas del Hotel Xalapa donde estaba reunido con los ediles de la oposición, pues profesores y padres de familia, acompañados de niños, le fueron a exigir a gritos y golpes recursos para el centro escolar “Maravillas”.
Flavino, presuntamente, pretendería ser candidato del PRI al Senado de la República en 2018, una aspiración legítima pero que le podría estar complicando más de la cuenta su trágica y caótica gestión fugaz, pues no se descarta que, aparte de la oposición, los aspirantes y grupos de poder de su propio partido le estuvieran atizando al “fuego amigo”.
Equidad y transparencia, pide PRI al OPLE
Durante la instalación del Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE), con lo que dio inicio formalmente al proceso electoral 2016-2017, el presidente del CDE del PRI, Amadeo Flores Espinosa, expuso que “los partidos políticos debemos contribuir a garantizar la certeza y legalidad de las elecciones de los integrantes de los 212 Ayuntamientos del Estado, a fin de que las próximas autoridades municipales sean efectivamente las que elijan libremente los veracruzanos”.
El dirigente estatal comprometió que el PRI mantendrá una conducta apegada a la ley y las instituciones electorales, pero al mismo tiempo, dijo, ejercerá todos los recursos que conceden, buscando siempre que se garantice la observancia de estos principios.
“Como todos los veracruzanos, queremos que se realicen unas elecciones confiables, en un clima de paz y con una gran participación ciudadana. Por ello, es responsabilidad de las autoridades del OPLE actuar como un árbitro confiable que abone a la equidad y la transparencia de todos los procesos. El Órgano electoral tiene nuestra confianza y el compromiso de contribuir a unas elecciones que reflejen la madurez de la democracia en Veracruz. De ellos esperamos lo mismo”, afirmó.
Entrevistado sobre el trabajo que realiza el PRI de cara a estas elecciones, Flores Espinosa dijo que se ha mantenido una comunicación permanente con la militancia. “Hemos dicho que en este proceso electoral serán los priistas y el Partido quienes decidan las candidaturas; vemos con optimismo las ganas que tienen muchos grupos, en cada municipio, por participar. El Partido está fuerte y preparado para presentar a los mejores candidatos a la ciudadanía”.
Finalmente reiteró que en esta nueva etapa partidista no habrá padrinazgos ni presiones políticas: “Estamos revisando el perfil de cada aspirante para asegurarnos de que no tengan sospecha de corrupción, que sean perfiles que garanticen honestidad en el desempeño del gobierno municipal”.