¿Cómo huyó Javier Duarte y donde pudiera estar?

La ruta se ha ido construyendo poco a poco, con declaraciones de muchos de los involucrados.

El periodista Raymundo Rivapalacio explicó hace algunos días que Javier Duarte salió de la casa que habitaba en el club de golf de Xalapa escondido «en la cajuela del automóvil de una prima de su esposa, Karime Macías, para escabullirse hasta el aeropuerto de Xalapa. De acuerdo con las investigaciones, voló en el helicóptero de la Fiscalía de Veracruz a Coatzacoalcos el mismo 14 de octubre».

Hoy lo que se sabe es que ese mismo viernes, más temprano, Karime Macías de Duarte y sus hijos viajaron en una camioneta con destino a Coatzacoalcos. Horas después el gobernador con licencia se escondió en la cajuela de un vehículo compacto (al parecer un Aveo) en el que viajó un par de kilómetros, hasta el aeropuerto de El Lencero. Testimonios del personal del aeropuerto confirman que Duarte salió de la cajuela del vehículo.

En el aeropuerto lo esperaba un helicóptero adscrito a la Fiscalía General del Estado que lo llevó, en compañía de su abogado Guillermo Barradas, a Coatzacoalcos.

Hasta aquí las diversas versiones coinciden. A su llegada a Coatzacoalcos surgen dos líneas de investigación.

En una, se habla de que en el aeropuerto de Canticas, hasta donde llegó el helicóptero que trasladaba a Javier Duarte, lo esperaba su esposa Karime Macías en una camioneta de color gris, ya sin sus hijos, que se quedaron con los suegros.

A bordo de esa camioneta habrían viajado hasta Chiapas, al rancho “San Francisco” ubicado en el municipio de Villa Flores, en Chiapas, al parecer propiedad del padre de Karime, Tony Macías.

En ese sitio habrían pasado un par de noches para después, a bordo de un vehículo alquilado por una tercera persona, viajar hasta la frontera sur, la que habrían cruzado de forma clandestina.

Según esta versión, Javier Duarte y Karime Macías estarían hospedados en una finca dotada de todas las comodidades, en Guatemala u Honduras, en espera de dar su siguiente paso, que es su traslado a un país con el que puedan negociar su ingreso en calidad de asilados políticos. La apuesta más fuerte sería Nicaragua, pero ese país vivió el pasado 6 de noviembre el proceso para elegir a su Presidente, por lo que las condiciones no estaban dadas para la negociación.

La otra ruta que se menciona parte también del aeropuerto de Canticas.

Ahí, efectivamente, Karime Macías habría esperado a su esposo. Una vez juntos, ambos abordaron el avión de Tony Macías (una nave que tiene matrícula de Estados Unidos y puede hacer vuelos internacionales).

El viaje habría sido a algún país de Centroamérica, como escala para llegar finalmente a Surinam (antes Guyana Holandesa), el más pequeño país de Sudamérica, con el que México no tendría un tratado en materia de extradición.

En ambos casos se considera que el matrimonio Duarte-Macías contaría con documentos de identidad falsos.

Todo esto deja en claro varias certezas.

En primer lugar, que la eventualidad de una fuga ya había sido considerada por Javier Duarte, por lo que habría preparado lo necesario.

Estas versiones explican, además, porqué Miguel Ángel Osorio Chong, al afirmar que Javier Duarte no había salido del país, aclaró que «las autoridades migratorias no tienen información» de que lo hubiera hecho legalmente.

El nuevo titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Raúl Cervantes Andrade, dijo estar «muy cerca, de capturar tanto a Javier Duarte, como al exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías. Quizá lo que para él es «muy cerca», para los veracruzanos no lo sea tanto, es un asunto de percepción.

Lo que en Veracruz se espera es que se cierre de una vez por todas el capítulo de Javier Duarte, ya sea con su captura o con su entrega voluntaria; que se eche a andar la maquinaria de la justicia y que nos concentremos en sacar adelante a la entidad.

filivargas@nullgmail.com