La declaración del gobernador interino de la entidad, Flavino Ríos Alvarado, sobre el uso y destino de los recursos que su gobierno gestiona ante la Federación es una buena noticia para la burocracia al servicio del poder ejecutivo de Veracruz, porque representa la posibilidad de que los empleados de dicha instancia cobren de manera puntual por los servicios prestados.
Los trabajadores sin base que se han mantenido dentro de la administración estatal seguirán cobrando, si el dinero que fue anunciado como “rescate” llega a la Secretaría de Finanzas, al menos hasta la segunda quincena de noviembre, que es cuando concluye el trágico sexenio que inició con la llegada de Javier Duarte de Ochoa en 2010.
Los sindicalizados, los de base, son otra historia, harina de otro costal, porque ellos tienen segura su permanencia en la nómina, sin importar el nombre del residente en turno de Casa Veracruz.
Así, la llegada de recursos por 11 mil millones de pesos puede ser oxígeno puro para el actual gobierno estatal y para los burócratas y funcionarios del duartismo-flavinismo, pero significa una mala noticia para la próxima administración y, en general, para Veracruz, porque esos recursos, anunciados como “rescate”, serán recibidos por el gobierno veracruzano en calidad de adelanto de participaciones; en pocas palabras, es dinero que dejará de llegar a la entidad en los siguientes meses.
Como se recuerda, el pasado 19 de septiembre, el gobernador interino anunció que ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público inició gestiones para un rescate financiero, un préstamo, por 11 mil millones de pesos, que servirían para cubrir los compromisos del gobierno estatal durante los días que restan a la administración 2010-2016.
En reacción a dicho anuncio, el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, declaró, el pasado sábado 22, que la Federación cometería un error si decidiera entregar dichos recursos al actual gobierno estatal; en todo caso, sostuvo que ese dinero tendría que ser canalizado a la próxima administración, la que él encabezará a partir del primero de diciembre.
Yunes Linares calificó ese posible préstamo de la SHCP como la “estocada final” para el estado: “No es posible que Veracruz se endeude con 11 mil millones de pesos más, sería realmente acabar con lo poco que queda de la situación financiera del estado… mucho menos darle el dinero a los mismos pillos que administraron el atraco”.
Ante dicha posición del próximo gobernador de la entidad, este lunes, Flavino Ríos abordó el tema de los 11 mil millones de pesos que gestiona ante la SHCP y, en esencia, subrayó dos cosas: que de esos recursos, lo que queda de la presente administración, 37 días, ejercerá cerca de 5 mil millones, en tanto que el próximo gobierno dispondrá de poco más de 6 mil millones para los compromisos de fin de año, dos quincenas y prestaciones; y que no se trata de un nuevo préstamo, sino de un “rescate” al gobierno del estado por parte de la Federación.
Sin embargo, hablar de un “rescate” no es más que un eufemismo, un maquillaje para referirse a los recursos que llegarán en calidad de adelanto de las participaciones.
Ese anuncio, en síntesis, no es más que un nuevo clavo al ataúd de las finanzas estatales; y un duro golpe a un estado que ya se encuentra prácticamente hipotecado.
El problema es que la próxima administración estatal llegará sin margen de operación y maniobra; sin recursos y con las participaciones comprometidas.
Lo peor es que ante dicho escenario, al menos los próximos dos años, en Veracruz no habrá obra ni inversión pública importante por parte del gobierno estatal; y ello deprimirá aún más la actividad económica y limitará los niveles de desarrollo.
Tuxpan, el combate al rezago
De acuerdo con el reporte del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, correspondiente a 2010, en el municipio de Tuxpan había más de 37 mil 500 viviendas en que habitan poco más de 160 mil personas.
Tuxpan es un municipio que ha registrado en los últimos años un crecimiento importante; hay obra; inversión pública y privada; y un evidente desarrollo por las nuevas vías de comunicación y por la ampliación portuaria; aun así, el Coneval reporta que 9.9 por ciento de la población tuxpeña vive en condición de pobreza extrema.
En Tuxpan, por ejemplo, 2.2 por ciento de las viviendas no cuentan con energía eléctrica y precisamente por ello, las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Raúl Ruiz Díaz, determinaron dar prioridad a combatir el rezago social.
Producto de dicho esfuerzo y de una cuantiosa inversión, fue posible introducir la red eléctrica a 36 colonias y 24 comunidades de ese municipio. El presidente municipal subrayó que esos trabajos le han cambiado la vida a cientos de familias tuxpeñas, como las que habitan en las colonias Fraternidad Antorchista y Fidel Herrera Beltran, que dejaron de vivir sin los satisfactores que representa la energía eléctrica. @luisromero85