Antes de abandonar el gobierno estatal, el pasado miércoles, Javier Duarte no sólo había provocado un caos social, político y financiero en Veracruz, sino que también dejó señalamientos y denuncias por el desaseado manejo de los recursos públicos.
Hoy en la entidad existe una economía deprimida; las empresas proveedoras de la administración estatal no tienen recursos porque vendieron productos y servicios que no pudieron cobran; la industria de la construcción enfrenta una severa crisis y, por consiguiente, no genera empleos; las organizaciones campesinas bloquean las oficinas gubernamentales porque los recursos para los apoyos al campo llegaron a Finanzas pero no fueron trasladados a los beneficiarios; los burócratas salen a las calles y toman las vialidades porque no les pagan sus prestaciones y, en algunos casos, ni siquiera el salario.
Hasta la Universidad Veracruzana, a la que durante el último lustro le fueron escatimados los recursos, resultó damnificada, a pesar de ser una institución estratégica en términos de educación y formación de las futuras generaciones de profesionistas veracruzanos.
Podríamos decir, sin exagerar, que en afectaciones, nadie en Veracruz la libró, porque no hay sector social, económico o productivo que no resultara perjudicado, de alguna manera, por la forma en que la administración que está por concluir llevó las riendas de la entidad.
Por si fuera, en materia de inseguridad y violencia, Veracruz vive un verdadero infierno; ejecuciones, homicidios dolosos, altos índices delictivos y secuestros… en todas las regiones veracruzanas, de la Huasteca a la zona Olmeca, hay víctimas y damnificados por la ola de violencia y muerte que sufre la entidad.
La continuación de la administración Duarte
Este jueves, a propósito del cambio en el titular del gobierno estatal, al que llegó Flavino Ríos Alvarado, no faltó quien hablara de una nueva administración en Veracruz; sin embargo, no hay tal; es el mismo gobierno o, mejor dicho, su continuación, dada la incapacidad mostrada por Javier Duarte para gobernar; son los mismos miembros del gabinete con dos o tres cambios a lo mucho; la deuda es la misma, al igual que la falta de recursos para atender las necesidades y demandas de la población.
Así, Flavino Ríos sólo llega para bajar la cortina de una tienda endeudada y sin mercancía, que nada tiene ya que ofrecer; por tanto, de ninguna manera es prudente generar altas expectativas porque el gobierno de Ríos Alvarado sólo tendrá una duración de menos de 50 días; de esos, 30 se irán en la entrega-recepción.
Eso sí, el de Minatitlán podrá cristalizar un viejo anhelo, que debió haber concretado hace 12 años si las circunstancias familiares lo hubieran permitido: gobernar Veracruz luego de haber ocupado la Subsecretaría y la Secretaría de Gobierno, la de Educación, una curul en la Legislatura del Estado y otros espacios en la administración pública.
Comienza el ejercicio de la acción penal
Por otro lado, para Javier Duarte de Ochoa, la salida del gobierno estatal no significa ni una tregua, ni un descanso; tendrá que hacer frente a las denuncias contra su administración.
Acusado por la Auditoría Superior de la Federación; investigado por la Procuraduría General de la República y por el Sistema de Administración Tributaria; señalado por enriquecimiento ilícito y por desvío de recursos; el gobernador con licencia enfrentará a la justicia casi como cualquiera; casi, porque a Duarte no le faltarán recursos económicos para pagar a un buen despacho de abogados que reduzca al mínimo los márgenes de error en la defensa.
Aun así, la acción penal estaría cada vez más cerca de Javier Duarte; por supuesto, también de sus colaboradores cercanos y de su entorno más próximo, el familiar.
En ese contexto, el mismo día en que Duarte de Ochoa anunciaba ante el noticiario de Carlos Loret que solicitaría licencia; y enviaba a un incondicional a presentar el documento correspondiente a la Legislatura del Estado, elementos de la PGR detenían a Victorino Benítez Márquez, señalado como presunto representante de dos de las empresas fantasma que recibieron millonarios contratos del gobierno estatal.
El SAT señaló que fueron 32 las denuncias por presuntos delitos fiscales; una de ellas corresponde a Victorino Benítez, ya detenido; pero también se habla de otros siete vinculados a proceso.
Esto apenas comienza; se espera que caigan muchos más, entre supuestos empresarios y funcionarios o ex funcionarios del gobierno del estado, los implicados en el caso de las empresas fantasmas; y, de igual manera, los acusados por la ASF.
Américo, en la Cumbre de Líderes Locales
Desde Bogotá, Colombia, el alcalde Américo Zúñiga Martínez, ha lanzado una convocatoria oportuna e importante a sus homólogos de Latinoamérica para revalorar la figura del municipio como la más eficaz célula de gobierno generadora del desarrollo.
Ante los integrantes del Bureau Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales (FLACMA), el munícipe de Xalapa expuso la lucha que se ha emprendido en México, para otorgar más recursos y atribuciones a los gobiernos municipales.
Zúñiga Martínez participa como presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), y se ha distinguido por ser uno de los participantes más destacados de la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales.