Tragos de Café
por David Carrión
Al estilo del presidencialismo de la vieja escuela, pero con el modo exclusivo del actual staff de Presidencia de la República, se configuraban, lo que sería confirmado más tarde, cambios en el Gabinete de Peña Nieto. El twitt que levantó polvo vino de, nada menos, la nueva protagonista de Noticieros Televisa, Denise Mearker, quien desde antes de las 9:00 am vaticinaba la salida de Luis Videgaray como titular de la Secretaría de Hacienda y “cambios inminentes en el Gabinete”.
Serían dos horas de especulación nacional sobre los movimientos de los alfiles federales, hasta que el Presidente saliera en Los Pinos a confirmar la renuncia del Secretario de Hacienda, su mano derecha y quien puso en marcha la reforma fiscal y hacendaria. Dicen los opinólogos del café que el cambio es una recompensa para darle carta abierta a su posible candidatura como Gobernador del Estado de México en 2017, y no un castigo por su idea de invitar al candidato Trump a México. Así, el bastión del priismo federal tendría la seguridad de contar con un candidato de casa.
El relevo vino con José Antonio Meade, el súper secretario le dicen ya, quien le entregó en 2012 la misma secretaría a Videgaray. Con eso deja en ascuas la posicionada imagen que venía construyendo en todo el país, desde que relevó a Robles Berlanga en agosto de 2015 (apenas un año le duró el puesto), por lo que habría de preguntarse si el enroque en su nuevo cargo, y con el paquete fiscal encima, le servirá para seguir mejorando su imagen o le ocasionará una caída en su popularidad.
Los colaboradores de Peña Nieto que están con él desde el EdoMex han sabido aprovechar sus puestos. Más de tres generaciones de mexiquenses lo acompañan. Ahora Peña Nieto perfila a su ex Secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, como nuevo titular de la Sedesol, puesto clave en la política social. Habrá que seguir de cerca este nuevo nombramiento, de quien siempre había estado a un lado del Presidente, pero atrás, lejos de la escena pública, hasta hoy…