El fin de semana desempolvé el disco duro y al terminar me encontré en la franela, enredados entre polvo y telarañas, un par de archivos que quién sabe cuándo me piratee de la red. Suelo desconfiar de esa fuente, los textos pueden ser imprecisos o, incluso, apócrifos sin embargo los transcribo porque, auténticos o no, subrayan la esencia misma del jazz, su interpretación en vivo. El primero es atribuido al historiador, novelista y crítico de jazz Nat Hentoff. Dada su belleza, bien podría haber emanado de esa pluma, pero no puedo garantizar su autenticidad:

«El Jazz es…una fría tarde de invierno en Boston y yo, de dieciséis años, que paso por el Savoy Cafe en la parte negra de la ciudad. Los acordes de un blues lento salen a la luz del sol y me aferran y me llevan hacia dentro. Count Basie, con el sombrero puesto y una semisonrrisa, marca el ‹beat› mientras a sus espaldas susurran las escobillas de Jo Jones. Desde la plataforma, sentado en una silla que se apoya contra la mesa, Coleman Hawkins llena el salón de sonidos profundos, graves, destellantes… el blues sigue y sigue mientras los que lo interpretan le dan mil y mil vueltas, hacia dentro, hacia fuera y le hacen mostrar más facetas de las que yo jamás hubiera soñado que tuviera. Y yo inmóvil, tras haber pasado apenas el umbral de la puerta, temeroso de moverme y quebrar ese sonido precioso. En cierto modo todavía sigo allí, inmóvil…»

Discos como Kind of Blue, A Love Supreme o Monk’s Dream están entre los mejores documentos del jazz pero acaso los mejores momentos de la historia jazzística solo queden en la memoria de algunos cuantos sobrevivientes que poblaron las noches neoyorkinas, o de cualquier lugar del mundo, de las medianías del siglo pasado. El segundo texto, pepenado al parecer del portal Jazz no End (los copié hace varios años pero cometí un error metodológico, no anoté la fuente y ahora ya no la encuentro), abunda en este tema:

«Una buena parte de la magia del jazz deriva de la interacción entre el músico y su público y ello solo es posible sobre el escenario de un teatro o en un club de Jazz. Se ha dicho de Stan Getz que su peor directo era mejor que la mejor de sus grabaciones en estudio y lo mismo puede aplicarse a la mayor parte de los músicos de jazz. El jazz produce entre oyente y músico un fenómeno de empatía intelectual y emocional, un flujo bilateral de estímulos que consigue en ocasiones extraer lo mejor del instrumentista o, en otras, poner de manifiesto limitaciones y defectos que quedaron ocultos en sus grabaciones de estudio, gracias a la técnica y la repetición de tomas. Por eso el directo es el momento de la verdad para el músico de jazz».

Pero esta característica no le pertenece al jazz en exclusividad, cualquier música es mejor en vivo porque la conexión directa entre el instrumentista y el escucha, entre el instrumento y el oído, confieren al momento una carga emotiva imposible de capturar por cualquier aparato, por moderno que sea, esa «empatía intelectual y emocional» se da en todos los ámbitos y esta semana tendremos varias oportunidades para comprobarlo con música de diferentes géneros ya que se presentarán el Édgar Dorantes Trío, el Dúo Xibalbá y Víctor Díaz «Manox».

  • Édgar Dorantes Trío, agrupación de la que hablé con cierto detenimiento en la columna titulada 3de3, la declaración estética de Édgar Dorantes Trío, tendrá dos presentaciones en Xalapa y una Veracruz:
    En Xalapa podremos escucharlo el jueves 8 en el CESSAC (Coatepec 3. Fraccionamiento Veracruz) a las 20:30 hs. y el viernes 9 en la Mezcalería Bacano (Miguel Palacios 27 b. Zona centro) a las 21:30 hs. En Veracruz, la presentación será el sábado 10 en el Club de Jazz Carolina’s a las 21:00 hs.
  • El Dúo Xibalbá, creado en 2016 por la flautista xalapeña Andrea Selina Contreras y el pianista mexiquense Rodrigo Acevedo Traba, presentará el programa de titulación de la flautista que comprende obras de Mozart, Taffanel-Weber, Debussy, Jolivet y el propio Acevedo Traba. El concierto se llevará a cabo en la Sala Chica del Teatro del Estado el jueves 8 a las 20:00 hs.
  • Víctor Díaz «Manox», compositor y cantante oaxaqueño que a falta de mejor designación presenta su trabajo con el nombre Nueva canción del sureste mexicano, dará una muestra de su diversa producción en el auditorio de la Galería de Arte Contemporáneo el sábado 10 a las 18:00 hs.

Las presentaciones del Dúo Xibalbá y de Víctor Díaz «Manox» (de quienes hablaré con más detenimiento en los próximos días) no tendrán costo, las de Édgar Dorantes trío variarán según el lugar en que se presenten. Como ven, tendremos varias oportunidades para presenciar el momento mismo en que la música ve, por vez primera, la luz, no se las pierdan.



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