Inmediatamente después de la renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI, en Veracruz comenzó el zopiloteo en torno al presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor, Felipe Amadeo Flores Espinosa, pues al próximo líder le tocará postular a los candidatos a alcaldes y regidores de los 212 ayuntamientos de la entidad.
Uno de los primeros nombres que comenzó a mencionarse fuerte para relevar al veterano priista de Cotaxtla fue el del alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, ya que además de su perfil juvenil, su sólida trayectoria política y administrativa en los últimos 12 años y buena imagen personal, se le suma su cercanía y afinidad con el senador y aspirante a la gubernatura Pepe Yunes Zorrilla, vinculado al influyente grupo de poder que encabeza el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, uno de los colaboradores con más ascendiente en el presidente Enrique Peña Nieto, al cual se le atribuiría posteriormente la promoción del ex director de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza, a la presidencia del CEN del PRI en sustitución de Beltrones.
Entrevistado al respecto el 21 de junio pasado, Américo Zúñiga declaró que sería un honor dirigir a su partido en Veracruz pero acotó que lo consideraría hasta que concluyera su administración municipal en diciembre de 2017 y que el PRI emitiera la convocatoria. “Para mí es muy honroso, sin embargo, el partido tiene tiempos, tiene instancias, tiene órganos internos y hasta este momento quien es presidente del Comité Directivo Estatal es Amadeo Flores Espinosa hasta donde sé, y él se merece todos mis respetos”.
Una respuesta similar dio Américo también a mediados de noviembre del año pasado cuando ante la cercanía de los tiempos para elegir al precandidato del PRI a la gubernatura, el choque y las marcadas diferencias políticas entre los grupos del gobernador Javier Duarte de Ochoa y de los senadores Héctor Yunes Landa y Yunes Zorrilla abrieron la posibilidad de postular a otros destacados militantes priistas, entre los cuales se llegó a mencionar al munícipe de Xalapa. “Yo tengo una aspiración y es muy clara: el ser un buen presidente municipal, el seguir trabajando todos los días para no defraudar la confianza de miles de xalapeños que me pusieron. Tengo un compromiso de cuatro años y pienso cumplirlo”, atajó de inmediato el edil.
Ante el descarte del más destacado de los pepeyunistas, otros aspirantes a presidir el CDE del PRI han comenzado a promoverse por las redes sociales, a través de cuentas anónimas.
Dos de los que se andan promocionando con singular alegría son Víctor Hugo Alarcón Limón, ex aspirante a la alcaldía de Coatepec, y Armando Reyes Moctezuma, ex munícipe de Alto Lucero, quienes alardean contar con el abierto respaldo de los senadores priistas, que en la actualidad se han erigido en los hombres fuertes del priismo veracruzano ante la evidente debilidad política del gobernador Javier Duarte.
Sin embargo, el aparente apoyo que dicen tener Víctor Hugo Alarcón y Armando Reyes de ambos senadores estaría en entredicho por algunos detalles que pocos saben.
Corre la versión, por ejemplo, de que Víctor Hugo afirma ser el dueño de todos los secretos que se generaron en la campaña del ex candidato a gobernador Yunes Landa, los cuales perdieron su secrecía por la boca floja de uno de sus colaboradores, quien en una mesa de un popular café de la calle Zaragoza de esta ciudad capital habría dado detalles de cómo Alarcón Limón, de la mano de Reyes Moctezuma, habría sido quien proporcionó valiosa información al hoy gobernador electo para que perdiera el candidato de la alianza “Para Mejorar Veracruz”, en especial sobre los operadores del llamado “Proyecto Safiro” (con S).
Dijo el “auxiliar”, cuya clave para la entrevista fue “Aurelio Pérez”, que su jefe Víctor Hugo hizo tan bien su trabajo que fue el encargado de capacitar a todos los grupos y estructura del candidato del PRI, siendo una de las piezas claves del proyecto electoral denominado “Safiro”, ya que el encargado oficial de este fallido programa fue el médico Armando Reyes, quien se ufanaba ante los hectoristas de ser recomendado de Pepe Yunes.
Según esta versión, simularon una estructura en todo el estado, haciendo llegar a los equipos de cómputo formatos hechos a modo donde solo rellenaron con datos de personas y de sus respectivas credenciales de elector, presuponiendo que con ello ya estaban comprometidas a votar por Héctor Yunes. Cada persona “activada” en la colonia, en el ejido y en la congregación tuvo un supuesto costo de 50 pesos. “Activados” que supuestamente serían sacados a votar el domingo 5 de junio para arrasar en las urnas principalmente a Miguel Ángel Yunes Linares, de la alianza PAN-PRD. Por esa gran simulación es que el priista Yunes Landa llegó a sentirse seguro de su triunfo y, por ende, Gobernador Electo de Veracruz. Además le costó una millonada, pues el reporte final que le dio esta dupla fue de 977 mil 180 ciudadanos “activados”, aparte del llamado “voto duro” del PRI. Por eso, optimistas, le repetían: “¡Ya ganamos, señor…ya ganamos!”
El auxiliar en mención (“Aurelio Pérez”), entre carcajadas, llegó a afirmar que esas maletas de dinero fueron rasuradas y que buena parte del dinero para los “activados” nunca llegó.
¿Puede ser considerado Víctor Hugo Alarcón un serio prospecto para sustituir a Flores Espinosa en la presidencia del CDE del PRI? ¿Acaso ya se olvidaron también de su penosa salida de la Delegación estatal de DICONSA, donde fue reemplazado por Humberto Pérez Pardavé, ex alcalde de Chontla y ex diputado local de Tantoyuca?
¿Héctor Yunes los dejará pasar, luego del supuesto engaño del que fue víctima con el fallido proyecto “Safiro”, pese a las decenas de millones de pesos que les entregó? ¿O a poco su derrota sólo seguirá cargándosela a Javier Duarte, contra el cual volvió a arremeter este miércoles al afirmar que sí es factible la expulsión del PRI del gobernador por ser un “lastre” que ha “lastimado” la imagen del partido en Veracruz? ¿Y entonces por qué Duarte y sus candidatos a diputados federales todavía ganaron las elecciones de 2015?