Trivia: “Es el Phelps veracruzano. Se colgó todo el oro, no hay quien lo alcance, y hasta hoy nada libre”. Yo
Los llamados “chamacos de la Fidelidad” vieron la luz, nacieron a la política, irrumpieron en el escenario, en momentos en que el país experimentaba su primera etapa de alternancia, cuando el PRI había perdido la Presidencia de la República y un panista, Vicente Fox Quezada, trataba de tomar las riendas en medio de un desconcierto político generalizado y una tremenda pérdida del poder presidencial.
Los gobernadores priistas se refugiaron en sus estados y se convirtieron en señores feudales. La presidencia panista no les interesaba nada, menos con la falta de oficio político y desconocimiento de las facultades metaconstitucionales que tiene un presidente.
Para Fidel Herrera Beltrán, una “chucha cuerera” de la política nacional, priista de reconocida capacidad para la mapachería, la trampa y la corrupción, se comió vivo al señor Vicente Fox, de torpe no lo bajaba y hacía lo que le venía en gana tanto en su estado como con los miembros de la presidencia panista, comenzando por el presidente Fox a quien le bajó todo el dinero que quiso. Veracruz era el primer estado beneficiado por las ganancias petroleras; cualquier llovizna la convertía en destructivo huracán y obtenía millonarios recursos del Fonden. Veracruz era una república poderosa frente a una presidencia débil, endeble, sin autoridad.
Por eso, los chamacos fieles se acostumbraron a rezongar, a protestar; su formación fue de arrogancia, con un comportamiento corrupto e impune que veían como algo normal, como lo que debe ser un político. Así aprendieron a ejercer el poder y a actuar dentro de la administración pública.
Tremendo frentazo
Lo vivieron con Vicente Fox, lo repitieron con Felipe Calderón Hinojosa, y comenzaron a experimentar el cambio cuando gana la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto, recuperando para el PRI el poder absoluto.
Pero como los chamacos fieles no saben cómo comportarse en un régimen priista, pues la cagaron. No les importó, por ejemplo, perder la elección presidencial en la entidad dejando en tercer lugar al priista Enrique Peña Nieto, pues ellos la jugaron con el PAN, su partido favorito con su candidata Josefina Vázquez, en segundo lugar a Andrés Manuel López Obrador y allá, en el fondo, Peñita, el del copetito. Pensaron que con darle una lana para su campaña o para sus cuentas personales era suficiente, por si ganaba, y ganó.
Comenzaron a ningunear a los colaboradores más cercanos al presidente Peña, como Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda, a quien trataron como lo hacían con los panistas, con arrogancia y exigencias; creyeron que el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, era también empleado del gobernador Javier Duarte y lo trataron como tal. Al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, simplemente no lo pelaron porque el señor Peñita era “el mejor amigo de Javier”, luego entonces, por qué preocuparse o de qué preocuparse, no eran necesarios los intermediarios, había trato directo con Enrique Peña.
Recordamos que un amigo nos pidió, pensando que había la suficiente confianza con el gobernador, que no zarandeara a Enrique Peña cuando venía de visita y lo recibía en el Heriberto Jara Corona, que esos jalones que le pegaba le caían en la punta de los güevos y así lo externaba a sus cercanos cuando retornaba al altiplano: “ya ni la friega este gordo, no sabe de protocolos ni de respeto a la investidura que represento, me agarra de los hombros y me zarandea. Su saludo es quihúbole Enrique, bienvenido a esta tierra”, lo que por supuesto no pudimos cumplir… posiblemente otro sí porque dejamos de ver esos desplantes de piquete de culantro que solo fue un detalle, el resto del comportamiento era el mismo. Gracejadas de muy mal gusto, estruendosas carcajadas, chistes fuera de lugar y con eso el gobernante pensaba que estaba en los cuernos de la luna con la federación.
Más se confundieron los chamacos cuando el jefe le comentó a Peña que pensaba cambiar la gubernatura a una de dos años para armonizar con la elección federal, de acuerdo a la reforma electoral impulsada por el presidente. Fue tan rápido el planteamiento que Peña ni entendió porque no le contestó nada y Javier pensó que eso quería decir que sí, y ¡sopas!, que nos la deja Irene a todos los veracruzanos.
Siguieron saqueando las arcas del erario, haciendo negocios al amparo del poder, confiados en la impunidad que suponían era algo normal para un funcionario, se burlaron de las autoridades federales que comenzaron a llamar la atención sobre el pésimo manejo de los recursos, no escucharon los mensajes que les mandó Peña desde Los Pinos, a través de sus enviados, y llegaron al grado de regañar públicamente al nuevo presidente del CEN del PRI Enrique Ochoa Reza, un novato en estas lides pero habilitado por su amigo el Presidente de México, por lo que tiene la fuerza de un líder nacional del partido en el poder. Las cosas no podían seguir así, en medio de tanto desorden y abuso, con un estado en manos de la delincuencia organizada y una pandilla de aprendices de políticos con vocación de ratas.
Además de dejarnos en la miseria y del baño de sangre tan terrible que originaron en esta administración, la más trágica en la historia de Veracruz, estos chamacos fieles han hecho el ridículo como políticos que dicen ser, al mostrar su terrible ignorancia sobre el tema.
Fidel, cuánto daño provocaste.
Tony Mansur, otro prestanombres
Como ha sucedido en estos últimos días, el diario Reforma nos sorprende con otra información escandalosa que tiene que ver con la corrupción de la actual administración. Reforma da a conocer que José Antonio Chara Mansur Beltrán, exsecretario de Finanzas de Veracruz y actual delegado de la Secretaría de Economía en el estado, es dueño de al menos 16 propiedades en Texas con un valor aproximado de 6.7 millones de dólares, según registros públicos.
Quince de ellas están en la zona residencial The Woodlands, en las fueras de Houston, ciudad donde se ubica los inmuebles restantes.
Sólo una de las propiedades está a nombre de Mansur. El resto pertenece a sociedades de responsabilidad limitada cuyos principales ejecutivos son el propio funcionario y una entidad denominada M2 Córdoba, con domicilio en Veracruz.
Doce casas en The Woodlands, ubicadas en la misma manzana, están hoy registradas a nombre de M1 Woodlands, LLC, corporación de Mansur creada en 2009, según registros del Departamento de Estado de Texas.
El 4 de agosto renunció a su cargo como jefe de la Policía de Veracruz Arturo Bermúdez Zurita, señalado como brazo derecho del Gobernador Javier Duarte, luego de que Reforma diera a conocer que posee por lo menos 19 inmuebles en México y EU y es socio o dueño de 24 empresas.
Reflexión
Los auditados por el SAT son: Tarek Abdalá, Vicente Benítez, Gabriel Deantes Ramos, Mauricio Audirac y Tomás Ruiz González. Por cierto, el gobernador Javier Duarte no necesita un amparo, él goza de fuero Constitucional; por eso no lo ha tramitado, no porque no lo necesite. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas