Si los colegas entrevistan al diputado plurinominal ‘rémora’,

que no representa al pueblo sino al gobernador Duarte

y al PRI en la Legislatura, por qué no se les ocurre preguntarle

 ¿qué le ha convenido  más: haber sido secretario general de la

Sección 32 del SNTE (1978-1981) o guía moral?

Ya era tiempo  que la Real Academia Española advirtiera y corrigiera el uso indebido de palabras que marcan la diferencia en los sexos y que constantemente los políticos, muchos ‘periodistas’  y maestros mal emplean, como es el caso de “Todos y todas, ciudadanos y ciudadanas, niños y niñas, pollitos y pollitas, diputados y diputadas, becerritos y becerritas, bebitos y bebitas, presidentas y presidentes, señoritas y señoritos, generales y generalas, ratas y ratones, aviadores y aviadoras, etcétera.

La RAE ha explicado que este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico.

 En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto y no todos los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a voto…

 La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad.

 La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas.Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.

El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino.

Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto.

Así, ‘los alumnos’ es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones, explica la Real Academia Española.

Pero, ¿quién le va hacer caso a los viejitos de la Real Academia?, ¡Nadie! Todos nos vamos con el inculto cocacolero expresidente  Vicente Fox quien fue el creador de: Niñas y niños, diputadas y diputados, veracruzanas y veracruzanos, estudiantas  y estudiantes, universitarios y universitarias, caballos y caballas, burros y burras, jalapeños y jalapeñas  y de al pal’rial…

 Ya lo estableció la RAE, ahora falta que se cumpla. ¿Lo harán los políticos?, sobre todo el diputado ‘rémora’ que se presume que es maestro. Lo hará la diputada Octavia Ortega Arteaga que para ella lo máximo son los tecnológicos en donde nada tiene que ver los viejitos de la Real Academia, o los panistas, o Josérratón, o el Tontantiú Pola, o…

 Antes se decía. “Honorable Congreso”;  “Ciudadanos Diputados”; “Queridos niños de este honorable colegio” “Distinguidos habitantes de esta población” “Veo caras muy contentas en este recinto”.

¿La Real Academia?, ¿Qué es eso?

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