Desde hace mucho tiempo se lo dijeron a Javier Duarte y no hizo caso: «El hartazgo social es por la impunidad, por el cinismo de los servidores públicos que han llenado sus alforjas sin rubor alguno. Nadie queda satisfecho con un simple cese, o un llamado de atención. Hay que meterlos a la cárcel».

Los expedientes los tuvo el Gobernador en su escritorio. Nunca actuó, todo lo dejó pasar.

Esto no quiere decir que el de la omisión haya sido su único pecado. Hay una investigación en curso que dirá si Javier Duarte, además de dejar robar a sus colaboradores, también hizo lo propio.

La escalada mediática de las millonarias propiedades y empresas de Arturo Bermúdez Zurita fue lo que provocó su salida.

El portal «Aristegui Noticias» publicó este jueves un amplio reportaje sobre los bienes que posee el que fuera funcionario estatal desde los tiempos de Miguel Alemán Velasco.

En la investigación periodística se menciona que Bermúdez Zurita y su esposa son propietarios de cinco residencias en el complejo The Woodlands, en el estado de Texas, Estados Unidos, valuadas en total por 2.4 millones de dólares.

Además, bienes y empresas que poseen él y su familia en territorio nacional.

Frente a la ola de publicaciones en las que se hacía un recuento de propiedades y negocios a su nombre y de su familia, Arturo Bermúdez Zurita publicó el viernes en su cuenta de Twitter: «Todos mis bienes son producto del trabajo como funcionario, ingresos fuera del Gobierno y a través de créditos; he actuado conforme a la ley».

La respuesta no dejó satisfecho a nadie. La cuerda se tensó y terminó rompiéndose.

Cuestionado respecto a la salida de Bermúdez Zurita, el senador Pepe Yunes (de quien dice Yunes Linares que «antepone su condición de militante del PRI a su calidad de representante de los intereses de Veracruz») en esta ocasión fue más claro en su postura: «los actos de enriquecimiento ilícito, los actos de corrupción, deben investigarse y deben castigarse y en este sentido no hay excepciones para nadie, trátese de quien se trate».

El mismo jueves, luego de que Arturo Bermúdez presentara su renuncia, el Gobernador Javier Duarte volvió a acudir a la Fiscalía General del Estado para ampliar su denuncia contra Miguel Ángel Yunes por enriquecimiento ilícito. Ahí habló con los reporteros y les aseguró que el patrimonio que se le atribuye al ahora extitular de Seguridad Pública «palidece» ante las dimensiones de la fortuna que han acumulado el gobernador electo, su esposa y sus hijos.

«En el caso de Miguel Ángel Yunes no hay prestanombres, no son supuestos. Estoy presentando escrituras públicas, a nombre de ellos mismos o de empresas que ellos formaron. Han sido tan cínicos que no ocultaron esa fortuna que adquirieron de forma ilícita», afirmó.

En etapas previas de la actual administración Javier Duarte fue cuestionado sobre una eventual salida del jefe de la policía estatal.

Apenas el 15 de febrero del presente año fue la última vez que salió a negarlo: «El Secretario de Seguridad Pública continuará realizando esta labor que ha venido desarrollando de manera coordinada con la federación, particularmente con el Ejército y la Marina. Un esfuerzo importante, titánico, de mucho tiempo, lo que nos ha permitido resultados”, dijo en esa ocasión.

Y aprovechó para responderle a esta columna que había sugerido su inminente salida:

“Y a quienes dicen que ya me voy, sí efectivamente sí me voy, el próximo primero de diciembre de este mismo año y hasta donde yo sé mi secretario de gobierno (Flavino Ríos) no es candidato a gobernador, por lo que no podría sustituirme”.

Hoy Arturo Bermúdez no es más el secretario de Seguridad Pública… y Javier Duarte sigue siendo Gobernador.

¿Por cuánto tiempo?

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Sorpresivo y lamentable, sin duda, el incidente ocurrido en la ciudad de México, en el que dos escoltas del exgobernador Miguel Alemán se habrían enfrentado entre ellos a tiros. Los dos fallecieron.

Uno de ellos era el jefe de la ayudantía del exmandatario veracruzano, Javier Rodríguez Sánchez, más conocido como «El Tobi», y el otro, Ángel Rodríguez Rodríguez.

Habrá que estar atentos de lo que arrojen las investigaciones.

 

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