Cuando terminó la licenciatura en Puerto Rico, Tonatiuh Vázquez no se sentía totalmente satisfecho porque su interés central estaba en la big band, quería tocar, dirigir, componer y arreglar para este tipo de formaciones. Su inquietud lo llevó a Nueva York, ciudad en la que vivió, según sus propias palabras, los dos mejores años de su vida.
New York, New York
Terminé la licenciatura en jazz pero, una vez más, no me sentía conforme porque aún no hacía lo que yo quería, que era escribir música para big band o para cualquier otro ensamble, pero quería escribir. Quería dirigir big band, quería tocar en una big band y eso todavía no lo encontraba, sí me dieron buenas bases en Puerto Rico para comenzar pero no era una enseñanza especializada en eso.
En esos dos años que estuve en México después de Puerto Rico empecé a aplicar en universidades de Estados Unidos para estudiar una maestría en arreglo y composición de jazz, apliqué para tres: New England Conservatory, en Boston, y Queens College y William Paterson University, en Nueva York. En New England Conservatory y en Queens College, después de la audición, me dijeron que todo estaba bien pero que, para poder estudiar ahí, me pedían por favor que subiera mi nivel de inglés, yo agradezco mucho a la vida que hayan tomado esa decisión porque William Paterson me aceptó sin ningún pero. Entré y creo que lo que fue la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida por muchas cosas, principalmente por el estilo de música que me gusta porque en Queens iba a ser más parecido a lo que ya había vivido en Puerto Rico y si me hubiera ido a New England hubiera sido un poco más enfocado a composición de jazz moderna pero en William Paterson el enfoque es totalmente tradicional, en cuanto a la ejecución se estudia mucho la tradición del jazz, del be-bop, de los solistas de esa época y ya después, si tú quieres, puedes tomar una línea y desarrollar cosas modernas pero la filosofía principal es estudiar la tradición y en cuanto a composición es lo mismo, se estudian los arreglistas y los compositores desde Duke Ellington, Count Basie, Frank Foster, Neal Heafti, Frank Wess, Thad Jones, Quincy Jones, toda esa gente, y los modernos: Bob Brookmeyer, Gil Evans, Maria Schneider. Después de eso tienes espacio para que desarrolles algo pero los fundamentos siempre deben estar claros Para mí fue una total bendición llegar esa escuela porque cambió mi vida, puedo decir que probablemente fueron los dos mejores años de vida.
William Patterson está en New Jersey pero está súper cerca de Nueva York, uno puede tomar el tren y está en Manhattan 20 minutos, de hecho yo vivía entre la escuela y Nueva York, Nueva York me quedaba a 10 o 15 minutos y la escuela igual. Entré y desde el primer día sentí que estaba en el lugar que siempre había querido estar, había músicos con mi perfil, no eran los solistas de jazz sino que eran como Maria Schneider que no la vez tocando el piano, ella es directora de big band, arreglista de big band, compositora de big band, ese era el perfil que yo estaba buscando y estaba en un lugar con mucha gente como yo. Al mismo tiempo, compartía con otros estudiantes que sí eran grandes solistas, por ejemplo, un gran amigo sudafricano, Vuyo Sotashe, ganó el tercer lugar de canto de jazz en el Montreal Jazz Fest que es uno de los más importantes del mundo, y en el [Instituto de Jazz] Thelonius Monk, que es importantísimo, ganó el segundo lugar. Tenía compañeros de muy alto nivel en performance pero también tenía compañeros de muy, muy alto nivel en cuanto a composición, inclusive ya con un estilo bien definido entonces sentía que realmente estaba en el lugar correcto.
Por otro lado, tenía muchísimo miedo porque no conocía a nadie, era una lengua que realmente no dominaba y nadie ahí hablaba español, no era como en Queens que hay muchos latinos. Fue un poco complicado por esa cuestión cultural pero al final, cuando regreso al comienzo de esto, me doy cuenta de que así ha sido, siempre me he enfrentado a situaciones en las que no conozco a nadie. Dicen que hay que salir de la zona de confort y creo que, inconscientemente, esa es la línea que he seguido.
Me encontraba en una situación completamente ajena a mí, no tenía a nadie pero comencé a entrar en ese mundo y fue un choque grandísimo y grandioso porque en los pasillos de la escuela me encontraba gente como Christian McBride, Harold Mabern, John Mosca, que es uno de los trombonistas más importantes de Nueva York, James Weidman, que es un pianista importantísimo, Steve La Spina, un contrabajista que ha grabado con muchísimos músicos de jazz, Dave Liebman, Jimmy Heath, Barry Harris, Rich Perry. Son músicos, que todo mundo conoce, de la escena del jazz actual de Nueva York y yo me los encontraba en los pasillos de la escuela, realmente era como un sueño, yo decía ¿cómo es posible que esto esté pasando?, no lo puedo creer. Lo que no aproveché en Xalapa, lo que no aproveché en Puerto Rico, estoy seguro que lo aproveché en Nueva York.
Somos WP, somos WP, somos WP
William Patterson es una universidad como la UV, es del Estado, tiene muchas carreras y tiene el Programa de Jazz que está basado en la ideología de la música que tenía Thad Jones porque él lo fundó y se ha respetado hasta la actualidad, primero porque Thad Jones invitó a los maestros a formar parte de este programa, fueron amigos de él, muchos fueron músicos de su big band y actualmente siguen dando clases como Cecil Bridgewater, trompetista, esposo de Dee Dee Bridgewater, John Mosca, trombonista y músicos que actualmente están en la big band del Village Vanguard que fue la misma de Thad Jones y Mel Lewis.
Dream a Little Dream of Me
El programa de jazz lo dirige el Dr. David Demsey que es uno de los educadores más reconocidos de todo Estados Unidos, tiene una infinidad de libros escritos, tiene escritas una infinidad de liner notes de discos y de libros de otros autores, y tiene muchos artículos, escribe para muchas revistas de jazz. Es uno de los educadores más importantes de todo Estados Unidos.
Dr. Demsey ha mantenido el programa de jazz y lo ha puesto como uno de los principales de todo el país porque ha sabido llevar a gente muy importante. Es un programa muy bueno, yo lo recomiendo mucho no nada más porque me haya cambiado la vida sino porque, de verdad, todo lo que les voy a contar es maravilloso.
Cuando murió Thad Jones, su familia donó a la escuela todo su material: partituras, scores de big band, todo lo que él escribía, sus instrumentos, sus premios Grammy, boquillas y una infinidad de reconocimientos. Con todo ese material, el programa de jazz formó los archivos de la escuela que son como una biblioteca donde está todo ese material. Imagínate lo increíble que fue para mí tener en las manos las partituras originales que él había escrito a mano, para mí era un sueño estar ahí.
Después se agregaron los archivos de otros artistas como Clark Terry, que también fue maestro y director del programa de jazz y también donó todos sus archivos: premios Grammy, instrumentos, partituras, todo. Cuando murió, que fue el último año que estuve ahí, en su funeral solamente hablaron tres personas: el pastor que dirigió la ceremonia, Wynton Marsalis y Dr. Demsey.
Recientemente, Randy Brecker donó los archivos de Michael Brecker, yo estaba ahí, con Dr. Demsey, cuando llegaron las cajas y nos pusimos a ver los álbumes de fotos en las que estaba con gente como Jaco Pastorius, Pat Metheny, toda esa gente. Él tenía la costumbre de grabar sus ensayos en su casa y llegó una caja de discos en los que decía ensayo tal, en tal fecha, con tales músicos; ensayo para el disco tal. Son discos que nadie ha escuchado, recientemente un disquera fue a la escuela a ofrecer hacer un disco inédito con todas esas grabaciones. Sus libretas de apuntes, todo lo que él escribía, las frases musicales, todo eso lo tuve en mis manos exactamente en el momento que llegó, fue increíble.
John Mosca es uno de los trombonistas más importantes de Nueva York, estoy casi seguro que ha grabado en el 80-85 por ciento de todos los discos que se han grabado en Nueva York de los años setenta hasta hoy. Es el actual director de la big band del Village Vanguard, que es la misma en que formaron Thad Jones y Mel Lewis, entonces es un experto en esa música. Como toda la música de Thad Jones está en los archivos de William Paterson, la big band de la escuela se especializa en tocar esa música y John Mosca, como experto que es, está presente en todos los ensayos aunque el director titular de la orquesta es Dr. Demsey.
Inclusive, la actual orquesta de Count Basie va los archivos de William Paterson a buscar la música que Thad Jones compuso cuando estaba con Basie.
The Three Musketeers
El programa de Arreglo y Composición de Jazz lo dirige Pete McGuinness, es uno de los arreglistas y compositores más escuchados y más nombrados en Nueva York en este momento, ha sido tres veces nominado al Grammy y tiene una carrera excepcional. Él estudió con Bob Brookmeyer y aprendió mucho sobre el desarrollo de células rítmicas, melodías matemáticas, melodías seriales, todas estas cuestiones de composición moderna que, a veces, a lo mejor no tienen tanto que ver con el jazz pero él siempre fue amante de la música tradicional entonces mezcla muy bien todo eso, ese es su estilo, su sonido y le ha ido muy bien. Fue mi maestro y aprendí mucho con él.
También tomé clases con Cecil Bridgewater que fue trompetista de la orquesta de Thad Jones, fue trompetista de Horace Silver, tocó con los [Jazz] Messengers [de Art Blakey], tocó con los grandes músicos de jazz, él también me dio clases de Arreglo y Composición y aunque, la verdad, su perfil no es muy de educador, todas las historias que cuenta son únicas y uno aprende muchísimo de eso.
El tercer maestro que tuve de Arreglo y Composición es Jim McNeely, él no es muy conocido acá en México pero es, sin duda, uno de los mejores arreglistas-compositores de big band que hay en estos momentos, yo creo que él y Maria Schneider son los más importantes que hay en la actualidad. Él es de los pocos que, realmente, viven de eso, se la pasa viajando alrededor del mundo, muchas de las big bands importantes lo comisionan para escribir música, sobre todo las europeas y, de Estados Unidos, la del Village Vanguard. También trabaja con el Lincoln Center entonces es una de las piezas clave del programa de jazz de William Patterson, es una de las etiquetas grandes que tiene el programa.
Él llegó a Nueva York tocando piano con Stan Getz y después empezó a tocar con Thad Jones en la big band, ahí es donde empezó a escribir.
El BMI que es una institución de Estados Unidos que se dedica recaudar las regalías para pagárselas a los compositores. Esa institución tiene su sede en Nueva York y ahí, Bob Brookmeyer creó un taller que se llama Jazz Composers Workshop (Taller de Compositores de Jazz) del BMI, ahí estudiaron Maria Schneider, Pete McGuinness y muchos de los grandes. Ese programa es como una beca, si eres aceptado, no pagas nada por tomar clases y tiene una de las mejores big band de Nueva York para que toque tu música.
Bob Brookmeyer revisaba lo que estabas escribiendo, te daba consejos y lo tocaba la big band. Al final del programa tienen un concurso de compositores de jazz que es de los más importantes, pero para entrar tienes que ser estudiante del programa.
Bob Brookmeyer dirigió ese programa como por 20 años y cuando dejó la dirección la tomó Jim McNeely. No recuerdo en qué año entró pero acaba de dejar el programa hace un año. Él es uno de los compositores-arreglistas que todo mundo debería estar escuchando porque es increíble su música, prácticamente es una de las leyendas vivas aunque no es muy grande.
Es extraordinario y tuve la oportunidad de tomar clases con él en su casa, porque no iba a la escuela, su estudio está lleno de discos y de libros. Conoce muy bien la tradición pero su perspectiva siempre es moderna y es lo que estudias con él.
Vivos se los llevaron…
Con él hice una composición para big band en tres movimientos que se llama Ayotzinapa, está dedicada a los 43 estudiantes desaparecidos.
Le dije que quería hacer eso y me dio muchas ideas. Se metió en la historia y a la siguiente clase ya había investigado muchísimo y me preguntaba qué había pasado, por qué esto, por qué el otro. Sus clases no nada más eran musicales, siempre tenían una perspectiva social, política, era súper interesante.
En el primer movimiento de la pieza trato de expresar lo que vivieron esos estudiantes. El segundo movimiento es la etapa de la aceptación, de cómo lo tomó la sociedad y cómo vivieron esta situación las familias de los estudiantes, y el tercer movimiento está enfocado a lo que nos deja esto. Podemos decir que esos estudiantes son héroes y los héroes nos dejan una enseñanza.
Básicamente de eso se tratan los tres movimientos de esta pieza, Jim me ayudó muchísimo lo cual le agradezco mucho.
Siempre voy a estar muy agradecido con mis tres maestros de William Patterson, aprendí muchísimo y las experiencias que viví en la escuela fueron increíbles. Primero que nada, no tuve un maestro del que dijera con él no voy a aprender nada, todos eran increíbles, aprendí muchísimo de todos ellos.
PRIMERA PARTE: Strike Up the Band
TERCERA PARTE: A Wonderful Word
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