Ahora nos toca, a pesar del desánimo y con todo respeto a quienes viven desilusionados por la falta de credibilidad en las autoridades electorales, por la poca esperanza que queda ante un panorama político y de desarrollo en el estado que parece desolador; sin afán de difundir un mensaje de falso optimismo, el domingo tenemos una oportunidad de manifestarnos sin cerrar calles, sin confrontarnos, sin gritos ni pancartas. Por quien ustedes quieran, como quieran, hay que demostrar que somos más y que merecemos servidores públicos de nivel, que sepan responder como nuestros empleados, a quienes se les paga su salario de nuestro.
Hasta hace un par de días, el porcentaje de personas que no decidía por quién votar en Veracruz llegaba casi el 30 por ciento, de ese número de indecisos muchos esperarían hasta el cierre de campañas o al mismo momento de tener en sus manos la boleta electoral. Es una cifra digna de estudio, posiblemente tenga que ver el nivel de campaña que hemos visto, los mensajes manchados de lodo y la falta de cultura democrática que persiste en nuestros días gracias al modo en que se han resuelto elecciones presidenciales y de gobernador en últimos periodos; obviamente que muchas y muchos ni ganas tendrán de acudir a su casilla.
La democracia en México es muy subjetiva, no puede ser democracia cuando un presidente es elegido con la mínima ventaja frente al segundo lugar, no puede haber democracia cuando un alto porcentaje de mexicanas y mexicanos no votaron a su favor, ni qué decir de Veracruz; recordemos cuando hubo esa “falla” en el programa de conteo preliminar cuando Gerardo Buganza parecía irse con ventaja la noche de aquel domingo y repentinamente Fidel Herrera amaneció con las cifras a su favor.
Es de esperarse que el electorado esté cansado de tanta marranada, del mapacheo a diestra y siniestra, pero recordemos la última elección de diputados cuando MORENA ganó en Xalapa dando una cachetada al aparato oficial, ese día la ciudadanía dio muestra de civilidad y responsabilidad con un alto nivel de participación, lo que hizo imposible cualquier operación debajo de la mesa del otrora IEV ante el triunfo de Regeneración Nacional.
He escuchado durante el mes de campaña a algunos especialistas, columnistas y a los mismos candidatos reconocer que, al menos en la capital, el voto de mujeres y jóvenes será el grueso del total. Con todo y eso, nada está definido, la última encuesta del periódico Reforma que declaraba empate técnico entre García, Yunes y Yunes fue la última fotografía estadística de una muestra representativa, lo que valdrá serán los sufragios del próximo 5 de junio. Si ustedes están hartos de tanta parafernalia, ataques y posturas triunfalistas prematuras, les recordamos que el próximo domingo tenemos en nuestra manos la gran oportunidad de elegir a uno de esos que se dicen los mesías bianuales, a esos que arreglarán en dos años lo que se ha descompuesto, podrido, en doce.
Como comentamos en el texto anterior, tristemente hay que ir por el menos peor, pero hay que usar nuestra boleta, no la deje en blanco, es suya y de nadie más. Es momento de echarle la papa caliente al OPLE Veracruz y poner a prueba un sistema electoral que, en un ideal, debería cumplir cabalmente con un proceso transparente y equitativo, pero si no votamos no podrá ser así, si no los presionamos pasará lo de siempre. Hoy, gracias al acercamiento e inmediatez de las redes sociales todas y todos podemos convertirnos en vigilantes y cuidadores del proceso, el cual es meramente ciudadano, un teléfono con cámara fotográfica y de video nos da la oportunidad de convertirnos en reporteros; hoy ya no es tan fácil escapar a los ojos del ciudadano. Si ellos, los políticos, no han pasado la prueba frente a la sociedad, que la sociedad les ponga el ejemplo….¡Vamos a votar! Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas