Nadie hubiera podido apostar que el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, pudiera remontar a su primo Miguel Ángel Yunes Linares, quien al inicio de las campañas le llevaba una ventaja prácticamente insalvable de unos 12 puntos porcentuales, según encuestas como la de El Financiero, que fue la que le dio la puntuación más elevada, y que hoy lo coloca en primero y segundo lugar, en un virtual empate técnico.

Es cierto que la mejor encuesta ocurrirá el próximo domingo que, aprovechando el argot de los comentaristas deportivos, será de pronóstico reservado. En efecto, si se analizan todas las encuestas, no hay nada definitivo para nadie, pero es indudable que a quien le ha ido más mal es al candidato del PAN y el PRD, porque ha descendido dramáticamente en la intención del voto.

Debemos referirnos a la encuesta de El Financiero, por ser la empresa cuya anterior encuesta usó Yunes Linares incluso en anuncios espectaculares para señalar su supremacía. ¿Qué ocurrió entre la encuesta levantada del 30 de marzo al 4 de abril (publicada el 10 de abril), y la realizada del 19 al 24 de mayo y publicada este lunes 30?

En la primera, al inicio de las campañas, Miguel Ángel Yunes encabezaba las preferencias con el 43 por ciento, seguido por Héctor Yunes, con el 35 por ciento, y Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, con 16 puntos porcentuales. Esta ventaja, sin embargo, se volvía más amplia considerando la preferencia de los electores más probables de acudir a las urnas: según este ejercicio demoscópico, el candidato PAN-PRD lograba el 46 por ciento, contra el 34 % de Héctor Yunes, es decir, una diferencia de 12 puntos.

La guerra sucia y la debilidad del PRD (alguien decía hace meses que el PAN había comprado un cascarón), le han dado al traste con esa diferencia. En la segunda encuesta, publicada este lunes, Miguel Ángel Yunes apenas tenía un punto de diferencia (de los 8 de la primera), al aparecer con el 34 por ciento, frente al 33 % del priista Héctor Yunes, mientras que Cuitláhuac había avanzado 10 puntos para ubicarse en el tercer sitio con 26 %. El problema mayor para Miguel Ángel es que entre los electores más probables de acudir a las urnas, Héctor le gana por dos puntos (36 %), contra 34 % del panista. Es decir, del 46 por ciento de la primera encuesta, en que se mostraba con 12 puntos arriba, bajó al 34 %, lo que significa una pérdida monstruosa de 12 puntos porcentuales.

 Lo peor es que, a la pregunta de quién creía que sería el ganador de la contienda, el 37 por ciento de los consultados contestó que el PRI, mientras que solo el 23 por ciento contestó que el PAN. Según la empresa encuestadora, “una cuarta parte de los perredistas opta por el candidato de Morena, e incluso algunos cuantos por el PRI”.

Estas cifras se asemejan a los brindados por el periódico Reforma que, el 28 de abril pasado, señalaba ya un empate técnico entre los candidatos del PRI, Héctor Yunes Landa (por quien 32 por ciento dijo que votaría), y el candidato de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares            (a quien respaldaba el 34 por ciento), dejando a Cuitláhuac en el tercer sitio con un 24 por ciento.

Qué tan ciertas son las encuestas

He preferido mencionar la encuesta de El Financiero porque Miguel Ángel Yunes (y los partidos que lo postulan, PAN y PRD) mostraron en sus resultados una fe ciega, tanto, que la utilizaron como parte de su trabajo propagandístico. Y es que también las encuestas han sido tamizadas por el velo del sospechosismo.

Sin embargo, vale la pena mencionar las otras encuestas cuyos resultados fueron publicados recientemente. Una de ellas, publicada por SDP Noticias, es la de la empresa Ipsos, considerada por ese medio como “una de las más prestigiosas en el mundo, y por mucho la más importante empresa de investigación de la opinión pública en México”, cuyos resultados se dieron a conocer el domingo 29 de mayo.

Según la empresa, “la elección de gobernador en Veracruz es una cerradísima disputa entre dos opciones: Héctor Yunes Landa, de una alianza de varios partidos encabezada por el PRI, y Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, el emergente partido de izquierda fundado por Andrés Manuel López Obrador”.

 Esta es una de las encuestas que observa un casi insalvable resbalón del candidato del PAN-PRD, a quien coloca ya en el tercer sitio de las preferencias. Miguel Ángel Yunes Linares, “que partió como el gran favorito y con una ventaja de dos dígitos que parecía inalcanzable, se ha desplomado y está en el tercer lugar de las preferencias; sin duda como consecuente de los numerosos escándalos que ha protagonizado”.

Los resultados de Ipsos observa que los candidatos del PRI y Morena tienen prácticamente los mismos porcentajes: 25 por ciento el priista Héctor Yunes Landa y 24 % el de Morena, García Jiménez. Y plantea: “Yunes Linares, del PAN-PRD, con su 20 % de las preferencias está, con diferencia estadística, alejado de los punteros”.

Vale señalar que SDP Noticias no le atinó en sus encuestas sobre la elección de gobernador de Nuevo León en 2015, cuando ganó el candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, e incluso su director Federico Arreola entró en fuertes discusiones con el Grupo Reforma, en cuyo periódico El Norte se daba al Bronco como ganador en una proporción 2 a 1 con la candidata priista Ivonne Álvarez, lo que finalmente ocurrió.

Lo cierto, lo terriblemente cierto para el candidato del PAN y el PRD es que la guerra sucia emprendida en su contra le ha hecho caer estrepitosamente en la preferencia electoral de los veracruzanos, y esto puede ser más evidente en los comicios del próximo domingo. Si a Héctor Yunes le ha significado un pesado lastre la administración de Javier Duarte, Miguel Ángel ha tenido dos: su propia trayectoria y el no contar con el respaldo real del PRD, partido con el que va en alianza.

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